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Carlos Alcaraz y el escuadrón que se esconde detrás de su éxito fulgurante

Al enorme potencial del murciano, citado este miércoles con Ramos, le acompaña un sofisticado engranaje de equipo en el que llegan a intervenir hasta 10 personas

Carlos Alcaraz, durante el partido del domingo contra Londero en la Philippe Chatrier de París.Foto: MARTIN DIVISEK (EFE) | Vídeo: EPV
Alejandro Ciriza

El tenis es talento y dedicación, pero el Tetris de la élite exige un tercer componente fundamental: una estructura profesional adecuada para el jugador. Sobre esos cimientos está edificándose la fulgurante carrera de Carlos Alcaraz, que este miércoles (hacia las 15.00, Eurosport) se medirá con el catalán Albert Ramos en la segunda ronda de Roland Garros. El éxito del murciano, 19 años y pura efervescencia, se escribe en plural mayestático porque entre bastidores cuenta con un sofisticado entramado de personas que están guiándole hacia la cúspide de su deporte. Son su guardia pretoriana, catapulta y anclaje a la vez. Va hacia el infinito Carlitos, pero siempre con los pies en el suelo.

“Y si no, ya estamos nosotros ahí para darle una buena colleja por si alguna vez se pasara. De momento, no hemos tenido que darle ningún toque de atención”, precisa su preparador, Juan Carlos Ferrero, una de las piezas esenciales del engranaje, completado con refuerzos más puntuales. “Sigue siendo un chico normal, agradecido”, matiza Antonio Martínez Cascales, que le observa de cerca en el día a día de la academia de Villena (Alicante); “favorece mucho tanto la familia que tiene como el entorno en el que se ha formado. La verdad es que sí, somos unos cuantos… ¡Y no te quiero decir nada cuando vienen los amigos murcianos!”.

El equipo de Alcaraz posa en la Caja Mágica, el 8 de mayo. De arriba abajo y de izquierda a derecha: Juan Carlos Ferrero, Albert Molina, Carlos Alcaraz, Juanjo Moreno, Juanjo López; Alberto Lledó, Alejandro Sánchez y Fran Rubio. / MUTUA MADRID OPEN
El equipo de Alcaraz posa en la Caja Mágica, el 8 de mayo. De arriba abajo y de izquierda a derecha: Juan Carlos Ferrero, Albert Molina, Carlos Alcaraz, Juanjo Moreno, Juanjo López; Alberto Lledó, Alejandro Sánchez y Fran Rubio. / MUTUA MADRID OPEN

Juan Carlos Ferrero, algo más que un entrenador. El ex número uno apostó muy fuerte por el vínculo con Alcaraz, al que dirige desde que el tenista tenía 15 años. Lo vio por primera vez con 14, en un torneo de Murcia, y perdió. Aun así, descartó propuestas de otros jugadores como Juan Martín del Potro, Dominic Thiem, Marin Cilic o Simona Halep para embarcarse en un proyecto tan ambicioso como arriesgado. “Piénsatelo bien…”, le advertían. Y escogió un camino alejado de los focos, por largas rutas en coche junto al entonces adolescente y hoy día amigo. Además del vínculo profesional se profesan un gran respeto recíproco. Comparten algunas sesiones físicas y tardes de golf.

La sombra de Albert Molina. El agente de la multinacional americana IMG, impulsor de las carreras de David Ferrer, Pablo Carreño o Nicolás Almagro, es el eje vertebrador del proyecto. Descubrió al tenista con 11 años, cuando empezaba a despuntar en torneos alevines, y después convenció a sus padres para que aceptaran la propuesta profesional, a una edad inusual. La alianza comenzó formalmente a los 12 y después generó el nexo entre el jugador y Ferrero, al entender que el valenciano era el orfebre ideal para lanzar la carrera de un talento excepcional. Gestiona los contratos y la relación con los medios, y ha ligado a Alcaraz con patrocinadores como Nike (desde los 16), Rolex, Babolat o Isdin.

Iñaki Etxegia (Ferrero Equelite), Martínez Cascales, Ferrero, Sánchez, Alcaraz, Moreno, Rubio, López y Lledó, en una imagen facilitada por el equipo del tenista.
Iñaki Etxegia (Ferrero Equelite), Martínez Cascales, Ferrero, Sánchez, Alcaraz, Moreno, Rubio, López y Lledó, en una imagen facilitada por el equipo del tenista.

Alberto Lledó, el escultor. Es el preparador físico principal, el hombre que exprime habitualmente al tenista. También es docente y trabaja desde hace una década en la academia de Villena. Ha logrado la transición corporal: del niño al hombre. A partir del trabajo diario y la buena alimentación, Alcaraz se ha transformado. Ha corregido el déficit de masa grasa que tenía –”era un espagueti”, recuerdan en el equipo– y ha ganado casi cinco kilos de peso. A Lledó le complementa Álex Sánchez, que trabaja en el Club de Tenis de El Palmar (dirigido por el padre del jugador) y es un íntimo de Carlitos, al que llevaba y traía en coche hasta la obtención del carné, este año.

Juanjo Moreno, fisioterapia “educacional”. “Otro erudito” de lo físico, le describen en el equipo. Nació en Yecla y tras sufrir una lesión importante cuando jugaba al fútbol se decantó por la fisioterapia. Junto a Lledó, ha imbuido a Alcaraz en el mundo de la nutrición y es coautor de la mutación del tenista. “La transformación es ante todo educacional”, destaca. También trabaja con el asturiano Carreño y previamente lo hizo con Almagro, y ahora supervisa a fondo la evolución de Alcaraz en el día a día de Villena. Allí le respalda Sergio Hernández, que le sustituye en algunos viajes. En Murcia, un tercer fisio, Fran Rubio, echa una mano en las franjas de descanso.

Alcaraz, Samuel López, Carreño y Ferrero, en noviembre durante la concentración de la Davis en Madrid. / I. E.
Alcaraz, Samuel López, Carreño y Ferrero, en noviembre durante la concentración de la Davis en Madrid. / I. E.

Isabel Balaguer y Juanjo López, la psicóloga y el doctor. Alcaraz trabaja con psicólogos deportivos desde que era niño. De los 8 a los 16 recibió la ayuda de Josefina Cutillas y hoy día es Balaguer, catedrática, la que le asesora y le ha inculcado una serie de rutinas a través de un mensaje que también recibe y procesa Ferrero. En el plano médico, el traumatólogo López tiene el mando. El padre de Alcaraz era su profesor de tenis y conoció al jugador hace una década; desde entonces vigila su crecimiento y trata a un “buen paciente”. También trabaja en el hospital Virgen de la Arrixaca, y antes fue el médico del Real Murcia de fútbol y aprovechó una beca de los hermanos Gasol en Los Ángeles.

La familia, Cascales y Carreño. La familia Alcaraz, encabezada por Carlos sénior y Verónica Garfia, vive en el mismo piso de siempre. El tenista es el segundo de cuatro hermanos –Álvaro (22), Sergio (12) y Jaime (10)– y en cuanto dispone de una tregua regresa a El Palmar. En el circuito, guarda una estrecha amistad con Carreño y su técnico, Samuel López. Convive con ellos en el centro de Villena, donde también recibe los consejos de Antonio Martínez Cascales, mentor de Ferrero. El fundador de la academia también suele acompañarle; lo hizo en Río de Janeiro y estuvo presente en Madrid. A corto plazo estará en el banquillo de Queen’s (Londres).

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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