_
_
_
_
_

El sueño americano de la cantera española

Unos 40 jugadores compiten en las universidades de EE UU, el camino que emprendieron desde Jon Rahm a Celia Barquín

Juan Morenilla
Jon Rahm, durante un torneo este miércoles.
Jon Rahm, durante un torneo este miércoles.John David Mercer (USA TODAY Sports)

Por su determinación y carácter, a Celia Barquín la comparaban con Jon Rahm. “Tenía esa confianza en la mirada”, recuerda Nacho Gervás, director técnico de la federación española. A la promesa cántabra y al campeón vasco, número siete del mundo, les unía también un camino común. El que les llevó desde los pueblos donde crecieron, Puente San Miguel y Barrika, hasta la residencia Blume bajo los programas federativos y de ahí a dar el salto a Estados Unidos.

Más información
La Universidad Estatal de Iowa rinde un multitudinario homenaje a Celia Barquín
Asesinato en un campo de golf

Rahm es un ídolo en la Universidad de Arizona. Barquín había sido nombrada deportista del año en la de Iowa. El sueño americano también sedujo a golfistas ya consolidados como Jorge Campillo, Carlota Ciganda, Azahara Muñoz y Alejandro Cañizares, y a canteranos como Álex del Rey, que acaba de coronarse campeón del mundo amateur. Hoy son unos 40 los jugadores españoles que estudian y compiten en las universidades estadounidenses después de crecer la mayoría en los equipos nacionales.

“Es el camino. Casi todos los grandes han pasado por ahí”, comenta Gervás, que precisamente fue uno de los pioneros, junto a Marta Figueras-Dotti, en lanzarse a esa aventura. “Entonces, la federación pensaba que cuando un jugador se iba a Estados Unidos, se perdía porque no podía contar con él”, dice el técnico, que estuvo entre 1983 y 1987 en Georgia, y que en los últimos años ha impulsado ese cambio de mentalidad para fomentar la exportación de talento. “Triunfar en el golf es para los elegidos. Irse a Estados Unidos te permite estudiar además una carrera, aprender inglés y madurar viviendo fuera de casa. En España no existe algo así. Y la competición allí, el circuito universitario, es muy potente, nada que ver con el de Europa”, detalla.

Todo son facilidades para los deportistas en las universidades estadounidenses. Son los primeros en elegir, antes que el resto de alumnos, el horario de las asignaturas que quieren cursar en cada semestre, para poder así organizar sus entrenamientos; disponen de tutores para ayudarles con los estudios; y si un examen coincide con una competición, los profesores están obligados a cambiárselo de fecha.

Un empleado de la federación española en EE UU se encarga de elegir el centro más adecuado para cada estudiante. “El acierto con Jon Rahm nos ha abierto muchas puertas. Antes no nos miraban a la cara y ahora vienen a vernos”, afirma Gervás. La universidad suele encargarse de los gastos deportivos y académicos durante el curso, y la federación de las competiciones durante el verano. Así durante cuatro años.

Celia Barquín había completado ese ciclo y esperaba dar el siguiente paso, el salto a profesional. Como ella, hoy otros persiguen en EE UU el mismo sueño.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_