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Guardado y Layún se infiltran en el derbi sevillano

Los mexicanos coinciden en el empate entre el Betis y el Sevilla

Diego Mancera
Guardado controla el balón.
Guardado controla el balón.A. Alcalde (Getty)

Los mexicanos son entrometidos, están en todos lados incluso en el derbi sevillano. Andrés Guardado, del Betis, y Miguel Layún, del Sevilla, cambiaron de residencia este año para encontrar su mejor versión. El primero se mudó de Eindhoven, el segundo de Oporto. El apoyo de los forofos de México fue para el Betis durante la primera parte, en la segunda para el Sevilla en el empate 2-2. Los del Tri se repartieron un punto y minutos.

El par de internacionales mexicanos se reunió en el estadio Benito Villamarín. Guardado como titular, como el duque del medio campo del Betis. Quique Setién requería de un condensador de patadas y pases. "El futbolista te dará lo mejor de sí mismo cuando le das el medio por el que se ha hecho futbolista: la pelota", dijo el entrenador en entrevista con este diario. Setién le ha pedido al mexicano que trate el balón con delicadeza y él la ha mimado. La temporada para los albiverdes será una de las mejores al tener un puesto asegurado en la Europa League.

En la primera etapa del juego, Guardado corrió, cobró un par de faltas, pasó, fintó recuperó y volvió a pasar; luego, una patada al pecho de Pablo Sarabia. Los tachones rebeldes del exjugador del Deportivo La Coruña le valieron una tarjeta amarilla con matiz de roja. Setién le sustituyó en el medio tiempo.

Las llamas habían alcanzado la estrategia del Sevilla con un Miguel Layún como suplente. Joaquín Caparrós, el instructor, le dio minutos al goleador francés Ben Yedder y Layún. La semana pasada, el de Córdoba, Veracruz anotó el gol más cotizado por su memoria frente al Real Madrid en la victoria 3-2. En ese partido inició como volante derecho, contra el Betis tuvo que sustituir al lesionado Mercado. La huella mexicana aún seguía infiltrada.

Layún, duante un partido con el Sevilla.
Layún, duante un partido con el Sevilla.A. Alcalde Colomer (Getty)

Layún aportó poco la ofensiva. Sus centros no podían superar la altura de los defensas del Betis plantados sobre el césped. Su equipo había remontado con goles de Yedder y Kjaer, pero volvieron a recibir uno, el de Loren, para un 2-2 que les dejó satisfechos. Miguel Layún, en una artimaña de última hora, espetó a Cristian Tello para no dejarle ir solo. Tarjeta amarilla. Más fuerza que finura.

En México aún no saben cómo asimilar que tengan una generación de exportación inédita. Antes sólo le echaban un vistazo a los partidos retransmitidos por televisión del Real Madrid en la era de Hugo Sánchez, ahora tienen representantes en la rivalidad entre el Oporto y el Benfica.

Los cambios de residencia de Guardado y Layún contrastan con las estrepitosas decisiones de algunos de sus compatriotas. De los hermanos Dos Santos y Carlos Vela, que dejaron la Liga para ser reclutados a base de talonario en Estados Unidos, a un Javier Chicharito Hernández a la sombra en el West Ham.

El Betis y el Sevilla firmaron la paz; Guardado y Layún se estrujaron con un abrazo. Los mexicanos quieren tomar por asalto a Europa. No todo es Hugo Sánchez y Rafa Márquez.

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Sobre la firma

Diego Mancera
Es coordinador de las portadas web de la edición América en EL PAÍS. También se encarga de informar de historias deportivas de México. Empezó a trabajar en la edición mexicana desde 2016. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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