Riquelme anuncia su retirada

Juan Román Riquelme, una de las máximas figuras del club argentino Boca Juniors, ha anunciado la tarde del domingo que concluye una carrera de 18 años en el fútbol. “He tomado la decisión de no jugar más”, dijo el jugador de 36 años en una entrevista con Sport Center, en la televisión argentina. En los últimos seis meses el mediocampista había jugado con Argentinos Juniors, el club donde inició como canterano, que se encontraba en la Nacional B (segunda división).

“Estoy tranquilo porque le devolví a Argentinos todo lo que me dio de chico y ahora estamos a mano”, señaló en diciembre pasado después de auxiliar a que el equipo retornara a primera. “Ahora me voy a comer asados y a tomar mate con amigos”, dijo entonces. Esta noche Riquelme ha asegurado que no usará otra camiseta en la máxima división argentina que no sea la azul y oro de Boca Juniors, el club de sus amores que lo hizo debutar en noviembre de 1996 y con el que consiguió 11 títulos. “He tomado la decisión que creo más justa. No tengo la posibilidad de usar otra camiseta en el país”, ha afirmado.

En 2002, después de haber brillado en 194 partidos bajo la dirección de Carlos Bilardo, Riquelme fue transferido al Barcelona de Van Gaal. Como blaugrana el originario de San Fernando, una zona en la periferia de Buenos Aires, vio poca acción. Anotó seis goles en 42 partidos. “Cuando llegué Van Gaal me dijo: usted es el mejor jugador del mundo cuando tenemos la pelota. Cuando no la tenemos jugamos con uno menos”, confesó.

Hasta ese entonces Riquelme había calcado la trayectoria en clubes de Maradona: Argentinos Juniors, Boca, Barcelona. Y como Maradona, tampoco se adaptó al estilo culé. Fue transferido al Villarreal, donde jugó y ayudó a conseguir la histórica semifinal de la Champions en 2006, hasta que la directiva y Manuel Pellegrini lo castigaron sentándolo en la banca. No jugaba ni los partidos oficiales ni los amistosos. A pesar de esto, seguía brillando en la albiceleste, la selección argentina, cuando le daban la oportunidad en las clasificatorias para el Mundial de 2010.

En 2007, tras 143 partidos y 45 goles con el Villarreal, Riquelme aterrizó otra vez en La Bombonera para no dejarla hasta el segundo semestre de 2014, cuando fue en auxilio de Argentinos, el club de sus juventudes. “En primera no puedo jugar en contra de Boca. Ya cumplí todos mis sueños y es tiempo que la usen otros”, agregó Riquelme.

El centrocampista, quizá el único que rivaliza con la leyenda de Maradona en Boca, nació en el seno de una familia humilde. Su padre era albañil y su madre ama de casa. Él y sus nueve hermanos vivían en el barrio de Don Torcuato de Buenos Aires. A los 10 años comenzó en Argentinos, un club que según él apuesta más “por el talento que por el físico”, y a los 16 fue comprado por Boca.

El entrenador José Pekerman lo llevó a la selección argentina sub 20 que se coronó en el Mundial de Malasia de 1997. Su único Mundial con el equipo mayor fue el de Alemania 2006, también convocado por Pekerman, que le dio el número diez y organizó un potente equipo a su alrededor usándolo como eje. Tres años después, Riquelme renunció a la albiceleste después de protagonizar un pleito mediático con Maradona, el técnico argentino, que lo había criticado por su físico. Ambos habían conquistado la medalla de oro en los Juegos de Pekín en 2008.

“El fútbol es el juego más lindo que hay. Trabajé de lo que me gustaba, disfruté al máximo. Estoy contento con la carrera que tuve y ahora seré hincha”, concluyó Riquelme. Y con la rebeldía que le caracteriza agregó “soy una persona que quiere aprender y si veo que estoy preparado puede que me anime a ser presidente del Club, no director técnico”.