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Entrevista:RIQUELME | Centrocampista del Villarreal | FÚTBOL | La segunda oportunidad de un 'crack' argentino

"Todavía me falta para ser el del Boca"

Dos veces se iluminó la pecosa cara a Juan Román Riquelme en la media hora de esta entrevista, el jueves pasado en la ciudad deportiva del Villarreal. Primero, cuando se le nombró a Mario Kempes; después, cuando se le preguntó por Florencia y Agustín, sus hijos, a los que venera. Los ojillos de Riquelme, de 25 años, desprenden tanta ternura que resulta difícil hacerle preguntas incómodas.

Pregunta. ¿Es cierto que en su familia son más de 100?

Respuesta. Solamente en mi casa, tengo nueve hermanos y mis padres. Yo soy el mayor y ahora muchos de ellos, como están de vacaciones, se vienen para acá. Tengo un hermano de 20 años que juega en el Platense y otro de 11 en el Argentinos Juniors, donde yo empecé.

"A todo el mundo no le va a gustar cómo juego. El único que gustó a todos es Maradona"
"El Barcelona vive un cambio. Le va a costar unos años ser el equipo importante que fue"

P. ¿Qué tiene el Argentinos Juniors para ser la cuna de Maradona, de usted y de otros muchos?

R. En Buenos Aires, cuando eres chiquito, si no eres grandote, es muy difícil jugar en un club importante. Argentinos es el único que apuesta más por el talento que por el físico.

P. ¿Cuándo decidió dedicarse al fútbol?

R. Terminé la primaria y mis padres me preguntaron qué quería hacer. Les dije que jugar al fútbol. Fue un presentimiento. Empecé a los 10 años con el Argentinos y a los 16 me compró el Boca. Mi ídolo fue Maradona.

P. ¿Todos los goles se los dedica a su hija [poniendo las manos abiertas tras las orejas, imitando un gesto de Toppo Gigio, personaje de dibujos animados]?

R. Una vez, en el Boca, me salió festejar el gol de esa manera y ya me quedó para siempre. Tengo una nena de cinco años que se llama Florencia y un nene de año y medio, Agustín, que también patea igual y hace lo mismo.

P. ¿Su familia era muy humilde?

R. Sí. Ni nos sobró nada ni nos faltó nunca nada. Mi padre es albañil y mi madre ama de casa. Vivíamos en un barrio de Buenos Aires, Don Torcuato, y ahora yo me he comprado una casa donde viven mis padres y mis hermanos, a 100 metros de la antigua, que se la hemos dado a un amigo. Cada vez que vuelvo a Buenos Aires puedo salir con mis amigos.

P. Su hermano fue secuestrado. ¿Sigue siendo su país peligroso para un futbolista famoso?

R. Fue un momento muy feo, pero ahora parece que el nuevo presidente

ha cambiado cosas y estamos mejor.

P. ¿Qué le hace más feliz en una cancha?

R. Que si yo quiero que la pelota vaya a un lugar me salga bien. Y también dar un pase a un compañero para que marque; más que marcar yo.

P. Kempes le recomienda que pase una temporada más en el Villarreal. ¿Está de acuerdo?

R. Tengo un contrato con el Villarreal de dos años, pero pertenezco al Barça hasta 2007. Lo bueno es que el presidente, Joan Laporta, ha entendido que para mí era muy importante tener la decisión y lo ha aceptado.

P. Ha bajado su rendimiento últimamente. ¿Por qué?

R. Yo estaba sorprendido de cómo venía respondiendo. Lo venía hablando con mis compañeros. Porque yo no he hecho pretemporada. Me tocó entrenarme en solitario en el Barça. Estoy jugando el campeonato sin hacer nada. El único entrenamiento que tengo es jugar todos los partidos que pueda. Estoy contento con mi rendimiento, pero el parón navideño me vino mal.

P. Decepcionante su última actuación en el Bernabéu.

R. Cuesta mucho quitar la pelota al Madrid. Por algo no ha perdido un punto en su campo.

P. ¿No conduce demasiado el balón para jugar en Europa?

R. El fútbol es igual en todas partes. He conseguido muchísimas cosas jugando así y no creo que lo vaya a cambiar.

P. Pero Aimar sí ha tenido que cambiar.

R. Aimar también fue un gran jugador en Argentina. Las cosas que hace en España las hacía también en el River y en la selección, en la que compartí con él muchos partidos.

P. Por ejemplo, el Mundial juvenil que ganaron en Malaisia en 1997. Entonces usted era la estrella del equipo y Aimar, aunque más joven, estaba por debajo. Ahora es al revés.

R. Jamás pensé que yo era mejor que él. Y a la gente que yo quiero siempre le deseo lo mejor.

P. Le acusan de indolente y de retener el juego de su equipo.

R. A todo el mundo no le va a gustar como juego. El único que gustó a todos es Maradona. Otro como él nunca habrá.

P. Pero no le gusta correr.

R. ¡Yo corro como todos!

P. ¿Es de los que les disgusta entrenarse?

R. No; para nosotros, entrenarnos es casi como jugar, porque estamos todo el día con la pelota.

P. ¿Le falta mala leche?

R. No entro a la cancha a lastimar a nadie, sino a divertirme. Siempre pensé que el fútbol, ante todo, es un juego. Ojalá que hasta el último día me divierta y sea feliz. Cada uno juega al fútbol como lo siente. Y a mí me sale así.

P. Sin mucha consistencia.

R. Con pretemporada sería todo más fácil para mí.

P. ¿Ha recuperado las sensaciones que tuvo en el Boca?

R. Cada partido siento que voy a jugar y es muy lindo que mis compañeros y el cuerpo técnico confíen en mí.

P. ¿Pero ha alcanzado el nivel que tuvo en el Boca?

R. No; todavía me falta un poco para llegar al nivel que tuve allá, aunque este curso he tenido partidos muy buenos.

P. En El Madrigal no se vive la pasión de La Bombonera, el estadio del Boca.

R. En Argentina, si te toca jugar en el Boca, el 60% son del Boca y el 40% del rival. Y están las dos aficiones cantándose. Aquí, si eres local, son todos de tu equipo. Y, si visitante, todos del rival.

P. ¿Le faltó cariño en el Barcelona?

R. Los hinchas me han tratado muy bien.

P. ¿Y el club?

R. Está viviendo un periodo de cambio y le va a costar unos años volver a ser el equipo importante que fue.

P. ¿Cambió el nombre de su camiseta para borrar la mala experiencia del pasado?

R. En el Boca hice igual. Empecé jugando con el nombre de Riquelme, por mi padre, y después lo cambié por el mío.

P. ¿Sufrió mucho en el Camp Nou?

R. Me dañó que se dijeran tantas mentiras: que llegaba tarde, que andaba triste, que si salía... Si yo viví en un hotel tres meses y en la época de Louis van Gaal teníamos un guardia de seguridad todos los jugadores en la puerta para no salir, no entiendo que dijeran que salía.

P. ¿Qué relación mantiene con Carlos Bianchi, el técnico del Boca?

R. Hablamos muy seguido y me ha enseñado muchas cosas, tanto del fútbol como de la vida. Sabe manejar el grupo muy bien y tanto el que va a jugar como el que no, son queridos igual.

P. En cambio, el seleccionador argentino, Marcelo Bielsa, no le da bola. ¿Por qué?

R. Me ha tocado la Copa de América con Bielsa y después otros partidos. Hay muchísimos jugadores buenos en Argentina.

P. ¿El mejor?

R. Samuel, del Roma. Es el mejor defensa del mundo.

SCIAMMARELLA

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