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El asesino del productor de ‘El problema de los tres cuerpos’ es condenado a muerte en China

La sentencia coincide con el estreno de la serie en Netflix, una de las ficciones más esperadas del año

Sea Shimooka, en el tercer episodio de 'El problema de los tres cuerpos'.
Sea Shimooka, en el tercer episodio de 'El problema de los tres cuerpos'.NETFLIX
Guillermo Abril

Si uno pensaba que el estreno de la serie de Netflix El problema de los tres cuerpos iba a ser una cuestión intrascendente en China, se equivocaba. La adaptación estadounidense de la que probablemente sea la trilogía más influyente de la ciencia ficción china de todos los tiempos, y una de las propiedades intelectuales de mayor valor del gigante asiático, se estrenó el jueves en todo el mundo. Más allá de los comentarios de los internautas chinos, muchos de ellos descontentos, un tribunal de Shanghái ha condenado este viernes a muerte, en una de esas sincronicidades inverosímiles, a Xu Yao por el asesinato en 2020 de quien era su jefe: el multimillonario Lin Qi, dueño de la empresa de videojuegos Yoozoo, y fundador de The Three Body Universe, la productora propietaria de los derechos de adaptación cinematográfica de la obra escrita por Liu Cixin. El nombre de Lin Qi figura entre los productores ejecutivos de una ficción liderada por los creadores de Juego de tronos. El condenado es el antiguo consejero delegado de la productora china.

El asesinato, ejecutado mediante envenenamiento, tuvo lugar en diciembre de 2020, unos meses después de que Yoozoo cerrara el acuerdo de adaptación con Netflix. Lin Qi tenía entonces 39 años. Poco antes, el Financial Times había asegurado que Amazon valoraba pagar unos 1.000 millones de dólares por convertir la trilogía en una serie para su plataforma. Fue Netflix la que logró cerrar un contrato por una cantidad que no ha sido revelada. Antes de morir, Lin Qi había entrado en la lista de las personas más ricas de China que elabora la publicación Hurun, con una fortuna estimada en 6.800 millones de yuanes (unos 869 millones de euros).

“El desarrollo de Los tres cuerpos en serie de televisión y película ha seguido un camino tortuoso y extraño, incluso una persona ha muerto durante el curso. No sé hacia dónde se dirige en el futuro”, confesaba el autor, Liu Cixin, en una entrevista reciente con EL PAÍS. En su opinión, resultaba “bastante aterradora” la forma en que se había multiplicado el valor de los derechos de adaptación, de los que él se había desprendido años antes por una suma pequeña (”unos dólares”, dijo sin especificar).

La sentencia del Tribunal Intermedio de Shanghái, que es recurrible, no detalla los motivos exactos del asesinato, más allá de que el condenado tenía un conflicto con la víctima “por asuntos de gestión de la compañía” y que fue un acto premeditado que ejecutó usando sustancias tóxicas. La resolución considera probado que Xu envenenó con toxinas artículos de alimentación de Lin el 14 y 15 de diciembre de 2020, lo que le causaría la muerte 10 días más tarde. También le condena a otros seis años por la intoxicación de otros cuatro empleados, según recoge Beijing Daily.

La trilogía Recuerdo del pasado de la Tierra (a menudo conocida por el título del primer volumen, El problema de los tres cuerpos) es uno de los fenómenos recientes de la ciencia ficción china y mundial, y entre sus admiradores se cuentan personas de la talla de Barack Obama —”Salvajemente imaginativo”, dijo el expresidente a The New York Times—. La obra ha vendido más de 11 millones de copias en el mundo (siete millones en China) y ha sido traducida a más de 30 lenguas. Su autor, Liu Cixin, se convirtió en 2015 en el primer asiático en ganar el Premio Hugo, considerado el Nobel de la ciencia ficción, gracias a la edición en inglés de la primera novela. En ese momento se disparó la fama de la obra. La trilogía cuenta también con una adaptación china, desarrollada por el gigante tecnológico Tencent, y estrenada en 2023 en la República Popular.

Una investigación del medio The Wire China sobre el complejo culebrón de los derechos de adaptación aseguraba que estos se habían ido multiplicando de forma estratosférica desde que Liu Cixin los vendió en 2010 por una pequeña suma a unos cineastas. Más tarde, en 2018, Lin Qi se hizo con la propiedad y fundó la productora The Three Body Universe para desarrollar la explotación: entonces colocó a Xu Yao, el condenado por asesinato, al frente de la compañía. Medios locales citados en esta investigación informaron de que la relación entre ambos se deterioró a medida que crecía el valor de la propiedad intelectual.

Al ser interrogado por el asunto, Liu Cixin dio su propia versión, sin entrar en detalles de cifras: cuando se vendieron los derechos de adaptación de la película, se trataba de “un asunto menor”, porque entonces era “una obra desconocida y poco llamativa”, reconoció durante la entrevista con EL PAÍS. En aquella época, dijo, la ciencia ficción tenía todavía una presencia marginal en China, y las adaptaciones al cine apenas habían comenzado. “Cuando se vendieron los derechos de adaptación”, añadió, “ni la editorial ni yo nos lo tomamos demasiado en serio. No previmos el desarrollo posterior de la ciencia ficción en China hasta ese punto, convirtiéndose en una industria tan enorme. En aquel momento, se pensó casualmente que podríamos ganar unos dólares, nada más. Sin embargo, en los más de 10 años transcurridos desde entonces, ¿cuánto ha aumentado el coste de adaptar la propiedad intelectual de la ciencia ficción china? Los periodistas me han dicho que se ha multiplicado por lo menos por 300, y una multiplicación por 300 en 10 años ya es bastante aterradora”.

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Sobre la firma

Guillermo Abril
Es corresponsal en Pekín. Previamente ha estado destinado en Bruselas, donde ha seguido la actualidad europea, y ha escrito durante más de una década reportajes de gran formato en ‘El País Semanal’, lo que le ha llevado a viajar por numerosos países y zonas de conflicto, como Siria y Libia. Es autor, entre otros, del ensayo ‘Los irrelevantes’.
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