Edgar Barrera, el artista más nominado a los Grammy Latinos: “Por culpa de TikTok tienes cinco segundos para atrapar al consumidor”

Edgar Barrera escribió su primera canción con 15 años. Era un tema ingenuo de amor a una chica que le gustaba. Hoy la destinataria es su esposa. “No me acuerdo del nombre de la canción. Pero era muy mala”, dice riéndose por teléfono desde México. “Precisamente hace poco encontré por casa una libreta con mis primeras letras y me reí mucho porque eran penosas. Bueno, es parte del proceso. Mirar atrás a veces es esencial para valorar lo que tienes ahora”. Y lo que tiene ahora Barrera, a los 33 años, es enorme.

Es el compositor de música latina del momento. Sus creaciones para Maluma, Camilo, Bad Bunny, Shakira, Grupo Frontera, Manuel Turizo o Alejandro Sanz le han valido 20 premios Grammy Latinos y uno internacional. El próximo jueves 16 en Sevilla, en la celebración de la gala de los Grammy Latinos 2023, a buen seguro sumará alguno más. Barrera es el que más nominaciones acumula (13); le siguen tres artistas colombianos, cada uno con siete y para los que él ha compuesto: Shakira, Karol G y Camilo. Siete también cuenta el compositor colombiano Kevyn Mauricio Cruz Keityn y seis el productor argentino Bizarrap.

La historia de Barrera dice mucho sobre un mundo abrumado por las desigualdades donde las decisiones previsoras pueden facilitar la vida. Sus padres son de Ciudad Miguel Alemán, un pequeño municipio del Estado mexicano de Tamaulipas de unos 20.000 habitantes y colindante con Texas. Con la madre a punto de dar a luz, la pareja cruzó la frontera y recorrió en coche 80 kilómetros para alumbrar al bebé en un hospital de McCallen (Texas). Objetivo cumplido: Edgar sería ciudadano estadounidense. “Era bastante común sobre todo en los años noventa. Muchos padres hicieron lo mismo: cruzar la frontera para que sus hijos nacieran en Estados Unidos y luego volver a México. Se hacía para tener los papeles estadounidenses y que todo fuera más fácil para el futuro. Es un sacrificio que realizan los papás para darle un mejor futuro a sus hijos”. Así ha sido: laboralmente a Barrera le ha venido muy bien llevar en la cartera un documento de identidad de Texas para moverse sin problemas por el país de las oportunidades. “Aunque me siento muy mexicano. De hecho, tengo la doble nacionalidad”, enfatiza.

Barrera vivió hasta los 15 años en México, periodo en el que se interesó por la música. Su padre tocaba en un conjunto local, Mister Chivo, y él comenzó a sacarle acordes a la guitarra gracias a un método para aprender que se conseguía en los quioscos cada mes y que se llamaba Cancioneros. Recuerda que la primera canción que se aprendió fue una del grupo argentino Soda Stereo. Y que se presentó a un concurso en el colegio e interpretó Samba pa ti, de Santana. “Mis amigos jugaban a la Game Boy, pero yo prefería la guitarra”, ahonda. Con 15 años se mudó a Texas para estudiar. Con 20 decidió probar suerte en Miami. Se dio cuatro meses: si no encauzaba una carrera como compositor y productor en la Meca de la música latina, lo intentaría en otro lado y con un enfoque laboral diferente. Cayó en un estudio donde su función consistía en llevar cafés a los jefes y recoger los cables. Antes de que acabaran esos cuatro meses, uno de los responsables se dio cuenta de que Edgar tenía talento para crear canciones y grabarlas y le ofreció una oportunidad.

Ya lleva 13 años con su base de operaciones en Miami. Fija su año de explosión en 2015, cuando comienzan a llegar los pelotazos: Sin contrato, interpretado por Maluma; Loco enamorado, en las voces de Farruco, Abraham Mateo y Christian Daniel, y Hey DJ, interpretada por Cnco y Yandel. En las tres, Barrera ejerce de compositor y productor. A partir de ahí comienzan sus sociedades con Maluma, Camilo y Christian Nodal. Con este último se apunta el tanto de renovar la música regional mexicana, el famoso corrido tumbado, seguramente el género latino más pujante en la actualidad con estrellas como el propio Nodal o Peso Pluma.

La producción de Barrera se centra en esa maraña de géneros que se llama música urbana, donde cabe reguetón, pop latino, hip hop, regional mexicano… “Creo que la explosión mundial de la música latina empezó con el éxito de Despacito [2017, el tema de Luis Fonsi con Daddy Yankee, que luego recibió un gran empujón con la versión de Justin Bieber]. Abrió un mercado para la música latina. En los 2000 Ricky Martin, Shakira, Enrique Iglesias o Gloria Estefan tenían que cantar en inglés para entrar en el mercado estadounidense. Ahora es al revés: los estadounidenses quieren cantar en español. Todo eso ha sido desde la irrupción de Despacito”. Y añade: “Lo importante es que la música latina ya no es solo para los latinos. Esa barrera ya se rompió. Creo que ya nos vamos a quedar ahí. Los latinos, además de en Estados Unidos, estamos en todas las partes del mundo, en Asia, en Europa. La música latina se está globalizando porque los latinos nos estamos expandiendo por todo el mundo. Hace poco estuve en Francia y el camarero conocía a Grupo Frontera”.

Se considera una herramienta al servicio del artista: “Soy su sastre. Hago trajes a la medida del artista”. ¿Cómo consigue que un artista sienta una canción escrita por él? “Trato de que el intérprete esté involucrado. Los hay que no componen, como Grupo Frontera, y entonces me cuentan por la situación que están pasando y yo escribo canciones a la medida de lo que él está sintiendo. Pero luego están Karol G o Shakira, con las que me siento a crear, porque les gusta estar en el proceso creativo. Yo en ese caso les ayudo a expresar lo que quieren”.

Llegamos al punto clave: qué debe tener una canción para convertirse en un éxito. Aquí muestra su rostro ese monstruo llamado TikTok: “Intento que el coro [estribillo] llegue rápido, antes de los 45 segundos. Se trata de capturar la atención desde el primer momento, así que no puedes poner una introducción de 30 segundos de música porque la gente se desconecta. Por culpa de TikiTok tienes cinco segundos para atrapar al consumidor, porque si no, se van”. ¿Está entonces TikTok y su veloz mundo de señuelos dictando las normas del arte musical? “Intento que la música vaya de acuerdo a lo que está pasando en la cultura ahora. Y TikTok es un referente en estos momentos. Si la música no va a la par de lo que está pasando en la cultura popular, nos quedamos atrás. Son fórmulas que no las inventé yo. He trabajado con los suecos, como el productor Max Martin [con éxitos para Britney Spears, Katy Perry, Adele, Backstreet Boys, Celine Dion, Justin Timberlake o Taylor Swift], y he aprendido mucho de ellos, que son maestros. No se debe olvidar el sentimiento, claro, pero hoy las matemáticas en la música importan mucho”.

Con esta fórmula dice que puede crear un éxito en muy poco tiempo, como le ocurrió con Un X100to, de Grupo Frontera y Bad Bunny. “Estábamos empaquetando porque ya nos echaban del estudio y le dije a mi colaborador: ‘Bro, vamos a trabajar en esta idea’. Y salió en 45 minutos. Pasó lo mismo con La Bachata, de Manuel Turizo. Trabajo mejor bajo presión. Cuanto menos pienses las canciones y más las sientas, mejor”.

Barrera tiene como objetivo estos días empaparse de la música española. Aprovechando la gala de Sevilla, va a alquilar una casa en Madrid y a recorrer “los pueblos” para descubrir los ritmos españoles. Como componga para artistas españoles una canción cada 45 minutos, lloverán premios Grammy sobre la Península.