Polémica tras cancelar la Feria del Libro de Fráncfort la ceremonia de entrega de un premio a una autora palestina
Una carta abierta firmada por 600 autores y editores protesta contra la decisión de una asociación literaria alemana de posponer la conmemoración de una novela que narra la violación y asesinato en 1949 de una niña palestina a manos de soldados israelíes
El ataque de Hamás contra Israel está impactando en la 75ª Feria del Libro de Fráncfort, que empieza esta semana. La escritora palestina Adania Shibli iba a recibir allí el próximo 20 de octubre el premio LiBeraturpreis, un galardón que entrega la asociación LitProm a escritoras del sur global, por una de sus obras, traducida al alemán el año pasado. Sin embargo, el acto de entrega ha sido cancelado, o más bien pospuesto, según esta asociación, que cita como motivo la guerra entre Israel y Hamás. La novela, de 2017, publicada en castellano con el título Un detalle menor en 2019, narra la violación en grupo y el asesinato en 1949 de una niña palestina a manos de soldados israelíes.
Su publicación en Alemania provocó cierta polémica cuando algunos críticos señalaron que contenía narrativas antisemitas. El verano pasado, uno de los jurados del premio, Ulrich Noller, presentó su dimisión como protesta por la decisión de conceder el galardón a la novela de Shibli. Aunque muchos otros críticos han elogiado la obra —y la mayoría ni siquiera mencionan ese supuesto subtexto antisemita—, han aparecido algunas reseñas que denuncian que el libro describe a todos los personajes israelíes como violadores y asesinos anónimos. “¿Se puede premiar una novela que retrata a Israel como una máquina asesina? La Feria del Libro de Fráncfort debe afrontar este debate”, se planteaba la semana pasada un crítico del diario progresista alemán Tageszeitung.
La Feria de momento se ha desentendido de ese debate, y sobre el caso concreto únicamente ha dicho que la decisión de posponer el premio la ha tomado la asociación literaria LitProm. La guerra entre Israel y Hamás ha vuelto a poner sobre la mesa las divisiones entre las instituciones culturales alemanas sobre el apoyo a Israel y la vigilancia de las expresiones antisemitas. El año pasado, la exposición de arte contemporáneo Documenta decidió cubrir con tela negra un mural que contenía figuras ofensivas para los judíos. Los comisarios, el colectivo indonesio Ruangrupa, fueron acusados de invitar a organizaciones que están de algún modo vinculadas al movimiento BDS (Boicot, Desinversión, Sanciones), que aboga por el boicot a Israel por la ocupación de territorio palestino. El Parlamento alemán calificó al BDS de antisemita en 2019.
También el año pasado, un teatro alemán retiró un premio a la dramaturga británica Caryl Churchill tras descubrir que apoya a organizaciones que defienden los derechos de los palestinos y considerar ese apoyo antisemitismo. Hace unos meses la banda española de rock Ska-P denunció haber sufrido la censura de las autoridades alemanas durante su actuación en un festival de verano. Dos agentes de Policía les alertaron de que no debían tocar una de sus canciones más conocidas, Intifada, porque la letra se considera delictiva. En Alemania la negación del Holocausto está tipificada en el código penal y se vigilan estrechamente las actitudes antisemitas en general, hasta el punto de que se ha vuelto habitual la cancelación de expresiones culturales sospechosas de incitar al odio o a la violencia contra este colectivo.
La asociación literaria ha explicado así su decisión: “Debido a la guerra iniciada por Hamás, bajo la que sufren millones de personas en Israel y Palestina, LitProm ha decidido no celebrar la ceremonia de entrega del premio LiBeraturpreis en la Feria del Libro de Fráncfort”. En un comunicado, añade que “está buscando un formato y un marco adecuados para el acto más adelante” y subraya que la concesión del premio a Shibli “nunca se ha cuestionado”. El jurado que escogió la novela de la autora palestina destacó de ella que es “una obra de arte formal y lingüísticamente rigurosa que habla del poder de las fronteras y de lo que los conflictos violentos hacen a las personas”.
Tras la decisión de LitProm de cancelar la entrega del premio al libro de Shibli, este lunes varios autores y editores de todo el mundo han acusado en una carta abierta a la Feria del Libro de Fráncfort de “acallar” las voces palestinas. Los firmantes, cerca de 600 personas, lamentan que la Feria de Fráncfort, que se celebra del 18 al 23 de octubre, haya “cerrado su espacio” a Shibli y su novela mientras emite un comunicado en el que afirma que se posiciona “con total solidaridad del lado de Israel” y anuncia mayor presencia de voces judías e israelíes en el evento. La carta pide a los organizadores y a la feria que reconsideren su decisión. La feria, aseguran, “tiene la responsabilidad, como gran feria internacional del libro, de crear espacios para que los escritores palestinos compartan sus pensamientos, sentimientos y reflexiones sobre la literatura en estos tiempos terribles y crueles, no cerrarlos”.
La editorial española de Shibli, Hoja de Lata, ha lamentado que la autora haya sido “cancelada” en la Feria de Fráncfort “por escribir sobre la ocupación militar israelí”. La novela consta de dos partes: en la primera se describe la violación y asesinato de la niña palestina en el desierto del Néguev, un hecho real; en la segunda una periodista de Ramala trata de desentrañar los detalles del crimen décadas después. La editorial en lengua inglesa de Shibli, Fitzcarraldo, también ha mostrado públicamente su apoyo a la autora, que vive entre Berlín y Jerusalén. Además de la ceremonia de recepción del premio, también estaba previsto que la novelista y su traductor al alemán, Günther Orth, participaran en un panel durante la feria, pero también ha sido cancelado.
Babelia
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