Gustavo Dudamel ficha por la Filarmónica de Nueva York
El director venezolano abandonará Los Ángeles después de la temporada 2025-2026 y se convertirá en el director musical y artístico de la formación
Gustavo Dudamel salta de costa a costa. La Filarmónica de Nueva York ha anunciado este martes que el director venezolano se convertirá en su director musical y artístico a partir de 2025. Con esta noticia, el músico cierra su etapa en Los Ángeles, la ciudad que le dio su primera oportunidad en Estados Unidos y donde profundizó una transformación que hizo de la orquesta local un referente cultural. La de Nueva York, la orquesta más antigua del país, recibe ahora a un maduro pero joven talento que ocupará el podio antes utilizado por Leonard Bernstein, Gustav Mahler y Arturo Toscanini. Además, compaginará el cargo con el de director musical de la Ópera de París, donde firmó en 2021 por seis temporadas.
Dudamel, quien será el director número 27 de una orquesta fundada en 1842, será presentado a los neoyorquinos el lunes 20 de febrero. Será la primera toma de contacto. Su contrato, por cinco años, comenzará a correr en la temporada 2026-2027. Un año antes, sin embargo, ejercerá como director musical designado. El director toma el testigo del holandés Jaap van Zweden, quien llegó al cargo en 2018 en medio de un caótico periodo de la filarmónica por aprietos financieros y una renovación de sus ejecutivos principales.
“Mi época con la LA Phil ha sido y continuará siendo el periodo más transformador de mi vida”, ha asegurado Dudamel a EL PAÍS. “Aquí aprendí y crecí como nunca. Juntos hemos creado algo realmente único y hermoso. No solo con la orquesta, sino en la comunidad que hemos construido a nuestro alrededor”, indica el originario de Barquisimeto. “Todo cambio siempre viene acompañado de una sensación de pérdida, pero siento que en los años por venir tenemos todo por ganar”, añade.
No entra en territorio desconocido. Dudamel ha sido invitado a conducir la formación de Nueva York en 26 conciertos. El primero fue en noviembre de 2007, incluso antes de que fuera nombrado en Los Ángeles. Eligió para ese recital obras de Dvorak, Prokofiev y los primeros movimientos de la Sinfonía india de Carlos Chávez, que no habían sonado en el Lincoln Center desde 1961, cuando Leonard Bernstein eligió la pieza.
El director ha hecho historia en Los Ángeles. Su energético estilo de conducción llamó la atención por primera vez en 2004. Ernest Fleischmann, el director ejecutivo de la orquesta angelina y el finlandés Esa-Pekka Salonen, el director musical de entonces, quedaron cautivados por el carismático joven de 24 años de rizos y gestos exagerados, quien ganó el concurso de dirección musical de Bamberg, Alemania, del que eran jurados. Salonen, quien recibió la batuta de Andre Previn, supo entonces que había encontrado a su sucesor.
La Filarmónica angelina fue la primera que le ofreció un podio en Estados Unidos. Fue en 2005, apenas un año después del triunfo en la ciudad bávara y justo cuando lo acababa de fichar el sello Deutsche Grammophon. Dudamel condujo en el imponente Hollywood Bowl, un espacio al aire libre con capacidad para 18.000 personas. Eligió como carta de presentación La noche de los mayas, de Silvestre Revueltas. Dos años después repitió al frente de la orquesta, pero en esa ocasión en el Walt Disney Hall.
En 2009 fue nombrado director musical y artístico de esta formación. Fue el primer latino en dirigirla en una de las ciudades con más hispanos de Estados Unidos. Su estreno se llamó “¡Bienvenido, Gustavo!” y fue un concierto gratuito, nuevamente en el Bowl, donde interpretó la Novena sinfonía de Beethoven con un centenar de niños de la orquesta joven de Los Ángeles, YOLA, por sus siglas en inglés. Este martes, la filarmónica angelina ha anunciado que comienza la búsqueda de un nuevo director musical que continúe la estela de Dudamel de búsqueda de nuevos caminos y que adopte las novedades sonoras del mundo.
A su llegada a Los Ángeles, Dudamel encontró una mano amiga, la de Deborah Borda. Hija de un colombiano, fue la primera mujer en Estados Unidos en ser directora ejecutiva de una orquesta. Lo consiguió en 1991 con la Filarmónica de Nueva York. Después tuvo el mismo cargo en Los Ángeles, donde se convirtió en la gran arquitecta del gigante cultural que es la orquesta hoy en día. Estuvo al frente durante 17 años, un periodo donde multiplicó por cinco los donativos que recibía la organización, que promedia unos 200 millones de dólares de presupuesto. Esto la hizo especialmente atractiva para la Filarmónica de Nueva York, quien la fichó nuevamente en 2017. Apenas meses después de su llegada, mostró su poder reuniendo 50 millones de dólares.
En junio, Borda dejará la presidencia de la institución, aunque continuará como asesora especial enfocada en la recaudación. “Este es un sueño hecho realidad para nuestros músicos, para nuestro público y para mí”, dijo Borda sobre la llegada de su amigo a Nueva York. Su relevo en el cargo, Gary Ginstling, ha señalado que con la llegada de Dudamel la filarmónica abre “uno de los capítulos más emocionantes” de su historia.
Babelia
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