Ni canta ni enseña el rostro, pero arrasa: las 10 mejores ‘Sessions’ de Bizarrap

“Es un cuarto normal de un pibe normal”. Así definió Gonzalo Julián Conde Bizarrap el lugar de su casa en Ramos Mejía (Argentina) donde nació el fenómeno de la música pop del momento, las Bizarrap Music Sessions. Aprendió técnica musical por ordenador viendo tutoriales en YouTube y luego salió a la calle para grabar a pibes en batallas de raperos. Llegaba a casa, ponía música a esas rimas y se las pasaba a sus colegas por WhatsApp. Prendió la mecha y comenzó con sus Sessions: canciones donde él compone la música y la elabora en su ordenador y diferentes vocalistas escriben la letra y la interpretan. Todas las canciones con sus vídeos correspondientes. La última fue hace solo dos semanas y nadie que viva en este planeta se ha podido librar de ella: la Bizarrap Music Sessions 54 protagonizada por Shakira y su rapapolvo a su expareja, Gerard Piqué.

Bizarrap asegura que es él quien elige a los cantantes y que lo que realmente ha creado es un personaje. Cuando se quita la gorra y las gafas se convierte en Gonzalo, un chico tímido que puede pasear por la calle sin ser reconocido. Mientras, el mundo espera su Session número 55. ¿Será Bad Bunny? ¿Rosalía? ¿J Balvin devolviendo el golpe a Residente? Un juego que mantiene entretenida a la industria del pop y excitados a sus miles de seguidores. Hasta que decida ampliar la nómina, aquí hacemos un ranking de las diez mejores hasta la fecha. Están reseñadas en sentido inverso: la mejor, al final del texto.

10. Kinder Malo: Bizarrap Music Session 17. Lado A

El primer trapero español que escuchó Bizarrap fue Kinder Malo allá por 2014. Le enamoró y, cuando ya llevaba 16 sessions, decidió llamar a este barcelonés que cumple 31 años este febrero y cuyo nombre real es Teodoro Pedraja. Grabaron dos temas, el mejor este Lado A, un tema trapero narcotizado con una melodía adherente. Dos curiosidades: Kinder Malo es hermano de Pimp Flaco, otro interesante músico urbano; y puede que sea la única Session que incluye un solo de guitarra: estalla al final y no está nada mal.

9. Quevedo: Bizarrap Music Session 52

Lo que más juega en contra de esta canción son esos 1.000 millones de reproducciones en Spotify. La brutal exposición mediática de la Session 52 interfiere en el control de calidad real del tema. Después de las participaciones de artistas consolidados como Residente, Nathy Peluso o Paulo Londra, Bizarrap descubrió la particular voz y las rimas de un canario de 20 años y le propuso una Session. En tres horas fabricaron la canción, aunque luego se realizaron retoques. Quevedo quería suprimir el “queeeeedate” del estribillo, “porque no encajaba” con su estilo. Pero se impuso la opinión de Bizarrap. Y menos mal. El resultado es una pieza eufórica para cantar en comunidad con la magia de haberse convertido en himno juvenil después del duro encierro de la pandemia. A Quevedo le cambió la vida, y a Bizarrap se la hizo más llevadera.

8. Cazzu: Bizarrap Music Session 32

Cazzu es cosa seria desde hace años con una música que no se queda en el trap, ya que hace incursiones en el reggae, el soul o el pop. Tiene 29 años y es argentina. Con Bizarrap bombeando graves, la cantante arrastra sus rimas macarras e ingeniosas. Una curiosidad: en el vídeo Bizarrap cambia su gorra de visera negra por un gorro de lana.

7. Nicki Nicole: Bizarrap Music Session 13

Una de las voces que más se lucen en las Sessions. Nickie Nicole, argentina, 23 años, y una anomalía en el invento de Bizarrap. Porque su canción encaja más en el soul, estilo nada explotado por el productor argentino. Una pieza de las más breves (2,25), con un rollo particular, sedoso, relajado. Un poquito de paz en unas Sessions que apelan fundamentalmente a los estados de ánimo festivos.

6. Morad: Bizarrap Music Session 47

Bizarrap conoció la música de Morad gracias al rapero argentino Trueno. Hicieron un viaje juntos y Trueno no dejó de poner la música de este joven músico de 23 años de Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Bizarrap quedó impactado y le propuso una colaboración. La canción de Shakira no es la única de las Sessions que alude a Hacienda (“me dejaste de vecina a tu suegra, con la prensa en la puerta y la deuda de Hacienda”, canta la colombiana contra Piqué en la Sessions 53). También se cita al Fisco en la Session 47: “No tenía para entrar en las tiendas, dudo que ese mundo tú ya lo entiendas. / Me tenía que robar todas las prendas, ahora pago todos los meses a Hacienda”. Morad ha llevado (y lleva) una vida intensa que le ha causado algún problema con la autoridad al mismo tiempo que elogios de parte de diversos frentes. En compañía del productor argentino factura un tema irresistible. En esta canción se aprecia el amor de Bizarrap por los sonidos electrónicos de los ochenta con un desarrollo que también remite a ritmos afrobeat.

5. Paulo Londra: Bizarrap Music Session 23

Otra unión de argentinos. La protagoniza Paulo Londra (Ciudad de Córdoba, 24 años), tierno y melódico en comparación a la ferocidad Duki o Residente. La 23 es la canción con más carga emocional de las Sessions. Londra había estado mucho tiempo sin grabar por un draconiano contrato de un productor musical. Tenía 19 años cuando lo rubricó y afirma que le engañaron. Su desquite es esta pieza, que tiene el acierto de descargar casi desde el principio el estribillo: “Porque siento que yo alguna vez me perdí, y hoy que me levanté, creo que nunca me fui”. Una canción que fusiona un estribillo pegadizo, una parte rapeada y otra reguetonera. Todo sobre los colchones sonoros de Bizarrap. Brillante.

4. Duki: Bizarrap Music Session 50

Duki es el músico que más llena de todos los que componen las Sessions de Bikarrap. El pasado noviembre agotó cuatro noches en el estadio del Vélez en Argentina (40.000 cada día) y llega a España en febrero con dos días en Madrid y otros tantos en Barcelona (30.000 personas en cada ciudad). Uno de los grandes fenómenos musicales del momento es este chico de 26 años de Almagro (Argentina) que en esta canción cuenta su historia: desde las batallas raperas del Quinto Escalón en el Parque Rivadavia de Buenos Aires a reventar estadios. Una pieza yoísta, hip hop rudo, agresivo, que se hace accesible para un público no hiphopero por los arreglos de Bizarrap, épicos, orquestales, con los ruiditos bien colocados y con un estribillo infalible: “Hablan como si no conocieran el fracaso, muchos se rinden pero no es el caso”.

3. Villano Antillano: Bizarrap Music Session 51

Los dos estilos que más domina Bizarrap convergen es los tres minutos de la Session 51: el hip hop y la electrónica bailable ochentera y noventera. Villano Antillano, transgénero puertorriqueña, aporta su carisma, su combativa personalidad y mucha procacidad. Una canción de mensaje potente, llena de chispazos sónicos, juguetona y de mucha calidad. Cuando suena en los directos de Bizarrap el público enloquece.

2. Nathy Peluso: Bizarrap Music Session 36

Bizarrap ha reconocido que es una de las Sessions de la que se siente más satisfecho. Les pilló a los dos en un momento inmejorable: el argentino después de una treintena de Sessions estaba ya bastante rodado, y la argentina acababa de editar su fabuloso Calambre. Y explotaron. Es un tema donde ocurren muchas cosas: tiene fuerza, sexo, humor, ritmo, mensaje sobre la fortaleza femenina… Peluso se preocupa por vocalizar, cosa que no hace en otras de sus canciones, y la consecuencia es que ya son versos clásicos del pop actual: “Una perra, sorprendente, curvilínea y elocuente, mag-ní-fi-ca-men-te colosal, extravagante y animal”. No se pueden hacer tantas cosas en dos minutos y 50 segundos, y todas con chicha.

Y la mejor, 1. Residente: Bizarrap Music Session 49

Se instala la gorra y da un trago a una cerveza. A continuación, y durante ocho minutos y 40 segundos, Residente (San Juan, Puerto Rico, 44 años) desata su furia contra muchas cosas. Primero sus belicosos dardos impactan en el género urbano (hasta alguno de los participantes en las Sessions se puede sentir aludido) y luego contra el colombiano J Balvin. Si la tiraera de Shakira contra Piqué resulta implacable, la de Residente a J Balvin va mucho más allá. Ataca a los falsos profetas del género. “Son artistas de quinta que escriben menos que un bolígrafo sin tinta… / Porque estos raperos de mentira se vuelven gallinas con mi rima… / El autotune y el playback activao, esos bobos cantan hasta con el micrófono apagao”. Y esto va para Balvin: “becerro”, “pendejo”, “cobarde corderito”, “imbécil”, “racista”… Y todos los insultos argumentados. Lo más fascinante de este exabrupto es que resulta hasta bailable, con ese rumboso estribillo (“esto lo hago pa divertirme, pa divertirme”) acompañado por un silbido. Con esta canción las Sessions de Bizarrap subieron a otro nivel: Residente les confirió prestigio y polémica.