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Sacheen Littlefeather: “Le prometí a Marlon Brando no tocar ese Oscar”

La Academia del cine rinde homenaje, 50 años más tarde, a la activista que rechazó el premio en nombre del protagonista de ‘El Padrino’

Luis Pablo Beauregard
Bird Runningwater, miembro de la Academia, tiende una mano a la activista Sacheen Littlefeather.
Bird Runningwater, miembro de la Academia, tiende una mano a la activista Sacheen Littlefeather.Frazer Harrison (AFP)

En 1973, Marlon Brando pidió a una amiga suya, la actriz y activista indígena Sacheen Littlefeather, acudir en su nombre a la ceremonia de los premios Oscar, a la cual estaba nominado por su interpretación de Vito Corleone en El Padrino. Encargó a la entonces joven de 26 años, que si la Academia le premiaba, ella leyera un discurso en el que explicaba sus motivos para rechazar el premio más codiciado de Hollywood. El actor, quien ya había ganado un premio por La ley del silencio, se tomó su tiempo en escribir unas seis o siete páginas. El texto era una crítica al asedio de militares a indios sioux. Estos se manifestaban allí en contra de la instalación de una base de misiles en territorio de su tribu, Wounded Knee (Rodilla herida), en Dakota del Sur. Littlefeather se puso un vestido de piel como los que utilizaba su pueblo, el apache. Salió de allí y cumplió su palabra. “Le prometí a Marlon no tocar ese Oscar”, ha recordado este sábado en el Museo de la Academia del cine, casi 50 años después de aquella gala.

Con un gesto firme la activista rechazó la estatuilla que le ofrecían Roger Moore y Liv Ullan. E informó que Brando “lamentaba no poder aceptar un premio tan generoso”. Fue amabilísima en los 60 segundos que le dio la producción. Antes, la amenazaron con arrestarla si rebasaba el tiempo permitido. Así que improvisó frente a millones de telespectadores. Littelfeather se quejó del estereotipo con el que los indios estadounidenses eran retratados en Hollywood en obras escritas y dirigidas por las mismas personas que estaban frente a ella. La respuesta fue inmediata. El público se dividió entre quienes la abuchearon y quienes aplaudieron con rabia.

“Hubo una conmoción detrás del escenario”, ha contado Littlefeather. La activista, hoy de 75 años, salió al escenario de Los Ángeles en silla de ruedas. Siempre ha dicho que uno de los principales enemigos de su mensaje aquella histórica noche fue John Wayne, quien se encontraba en uno de los laterales y tuvo que ser sujetado por seis guardias para que no se le fuera encima, pero historiadoras de Hollywood como Farran Smith Nehme negaron esto. Sí sucedió, en cambio, lo que dijo Clint Eastwood antes de abrir el sobre con el fallo del jurado a la Mejor Película: “No sé si debo presentar este premio en memoria de todos los vaqueros que han sido asesinados en las películas de John Wayne”.

Sacheen Littlefeather rechaza el Oscar frente a Moore y Ullman, en marzo de 1973.
Sacheen Littlefeather rechaza el Oscar frente a Moore y Ullman, en marzo de 1973. Getty

La carrera cinematográfica de Littlefeather se terminó después de aquella noche en el Pabellón Dorothy Chandler, del centro de Los Ángeles. Era miembro del sindicato de actores, el Screen Actors Guild, pero las puertas se le cerraron. “El Gobierno se molestó muchísimo. Le pidieron a los grandes estudios que no me contrataran o habría represalias”, explicó en 2016 a Los Angeles Times. La activista afirmó que Johnny Carson y Dick Cavett, dos populares presentadores de talk shows, no la querían como invitada. “Fue el precio que tuve que pagar. Y está bien”, ha dicho en el Museo de la Academia del Cine, que está reexaminando el papel de la organización, señalada ahora por su falta de diversidad.

Este verano, la organización ofreció una disculpa pública por el incidente. Littlefeather bromeó sobre el tiempo transcurrido entre la afrenta y las disculpas: “Los indios somos personas muy pacientes”, se rio. “Espero que no tengamos que padecer nunca más otra falta de respeto semejante”; dijo la presidenta de la Academia, Janet Yang, quien tomó en agosto las riendas de un grupo que intenta recuperarse de la polémica tras el bofetón de Will Smith a Chris Rock en la última ceremonia de estos premios.

El teatro de la Academia registró un lleno total el sábado. Entre las personas que acudieron había decenas de miembros de las tribus de Estados Unidos: cheyenes, cucapás, kikapús, osages, navajos y otros. Muchos asistieron vestidos con prendas tradicionales y ululaban en señal de afirmación cuando hablaba Sacheen. Hubo bailes y cantos de diferentes tribus. “Cuando ya no esté, que sepan que alcé la voz por la verdad, alcé la voz por sus tribus y sus miembros”, dijo ella en un mensaje que sonaba a despedida.

El gesto de Littlefeather ganó fuerza con el paso de las décadas. Ella ha sido objeto de un documental y ha sido una figura muy destacada para los indígenas norteamericanos. En 2016, su nombre resurgió como parte del contexto que ayuda a comprender los #OscarSoWhite, la edición que perdió brillo por su falta de diversidad. Jada Pinkett Smith, quien boicoteó el evento, intercambió mensajes con Littlefeather. “Muchas gracias por ser una mujer valiente y con coraje, que ayudó a pavimentar el camino”, le escribió Pinkett. La actriz, junto a su marido, Will Smith, volvieron a colocarse en 2021 bajo los reflectores del Oscar, pero esta vez por los motivos equivocados.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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