Rafael Salmerón López gana el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2022

El Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2022 tiene nombre y es el de Rafael Salmerón López (Madrid, 50 años). Su obra La rama seca del cerezo ha sido elegida por el jurado “por su estructura sólida, por su rico lenguaje y por su cuidado estilo con el que consigue envolver al lector hasta el final”. Salmerón, en una conversación telefónica con este periódico, ha agradecido el galardón por “ser un premio puro” en el que se evalúa la escritura fuera de editoriales. Este premio, concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte, está dotado de 20.000 euros para el ganador.

La rama seca del cerezo sucede a dos tiempos en un mismo lugar: Hiroshima (Japón). La historia empieza unos días antes de que lanzaran la bomba atómica en 1945 y se entremezcla con episodios ocurridos en 2011. “Se juntan tres generaciones que en principio no tienen nada que ver, pero al final todos tienen secretos y culpas que purgar y deben ser capaces de enfrentarlas para seguir viviendo”, explica.

La culpa, las inseguridades y la inadaptación son los temas centrales que hacen del libro, en palabras de su autor, una obra atemporal. “La literatura juvenil se define porque hay personajes que tienen la misma edad que los lectores, pero los temas, aunque tratados más superficialmente, son universales”, afirma Salmerón.

El también Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil 2021 recuerda a Javier Marías, fallecido el pasado domingo, cuando habla del galardón del ministerio: “Él decía que el nuestro es uno de los pocos trabajos donde con el tiempo no crees hacerlo mejor. Siempre que te enfrentas a escribir algo necesitas saber que vas por el buen camino y un premio como este te lo confirma”.

Salmerón se inició en el mundo de la literatura en 1994 como ilustrador, pero su aspiración era contar historias más allá del pincel. Junto a su madre, Concha López Narváez, saltó a la escritura y publicó títulos como la serie Beltrán el erizo, El regreso de Drácula o No me mires, musaraña, por el que recibió en 2017 el Premio Lazarillo de Creación Literaria. Con sus libros quiere contribuir a que los jóvenes decidan quiénes quieren ser y “mejoren el mundo que se les presenta en los libros cuando lo dejen”. Ahora el autor se encuentra en la preparación de su siguiente novela, en esta ocasión con tintes más infantiles y con el humor como epicentro por primera vez en su carrera.