Dimite la directora general de la Documenta tras la polémica del mural antisemita

La directora general de la exposición de arte contemporáneo Documenta, Sabine Schormann, ha dimitido casi un mes después de la polémica por un mural que fue tapado con una tela negra para ocultar imágenes antisemitas. El comité supervisor de la muestra expresó el sábado su “profunda consternación” por el contenido “claramente antisemita” de la obra cuestionada y anunció que habían llegado a un acuerdo con Schormann para poner fin a su contrato. En el mismo comunicado, el comité aseguró que un director interino sería asignado para cubrir el cargo.

Mientras, la ministra de Cultura de Alemania, Claudia Roth, apoyó el cese de Schormann y pidió que se investigara por qué las imágenes de la discordia fueron admitidas en primer lugar. Cuando estalló la polémica, la organización de la Documenta argumentó que “no inspecciona las exhibiciones artísticas por adelantado”, como dijo la propia Schormann.

La obra del colectivo indonesio Taring Padi, un mural de 9 por 12 metros, mostraba una escena apocalíptica de guerra civil con manifestantes, demonios, ángeles y policías bajo un encabezado en el que se lee “La justicia del pueblo”. Las figuras de un policía con cabeza de cerdo, una estrella de David y la palabra “Mossad” (nombre del servicio de inteligencia israelí) en el casco, y otra que caricaturizaba a un judío ortodoxo retratado con kipá, colmillos de vampiro, ojos inyectados en sangre y una gorra en la que se lee SS, fueron las que desataron la polémica. Un conjunto de figuras que “recuerdan a la propaganda de Goebbels”, aseguró la embajada israelí en Berlín.

Este grupo de artistas atribuyó lo sucedido a una mala interpretación de su obra. La instalación, aseguraron en un comunicado, “es parte de una campaña contra el militarismo y la violencia que presenciamos durante los 32 años de la dictadura militar de Suharto en Indonesia y su legado, que continúa teniendo un impacto en la actualidad”. Las figuras militares se refieren al contexto político de su país y su Administración, añadieron.

“Somos un colectivo progresista, comprometido con el apoyo y el respeto a la diversidad. Nuestras obras no contienen nada que pretenda retratar a ninguna población de manera negativa”, insistieron los artistas que, “como muestra de respeto”, accedieron a que se cubriera su trabajo.

El mural se cubrió a petición de varios representantes de la comunidad judía y de la embajada israelí, que expresaron su disgusto ante las imágenes expuestas en la 15ª edición del festival. El mural se exhibió por primera vez en un festival en Australia, en 2002, y desde entonces ha pasado por varias exposiciones sin provocar ninguna polémica, pero era la primera vez que se exponía en Europa.

El director del Comité de Judíos Americanos de Berlín considera que desde la organización “todavía no se ha comprendido el problema”, mientras el comité de la Documenta, una cita en la que la mitad del presupuesto proviene del presupuesto federal, asegura que son conscientes de la “pérdida de confianza” que supone un incidente como este. La relativización del Holocausto y las actitudes antisemitas en general están muy vigiladas en Alemania, donde es una cuestión con claras connotaciones por su historia del siglo XX.