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Juan Muñoz se descubre más allá de sus esculturas

El Centro Botín de Santander inaugura una retrospectiva de las ilustraciones del artista, conocido sobre todo por sus figuras

Una visitante observa 'Old Man (Ezra Pound)' (1999), de Juan Muñoz, en el Centro Botín.
Una visitante observa 'Old Man (Ezra Pound)' (1999), de Juan Muñoz, en el Centro Botín.BELEN DE BENITO

El artista Juan Muñoz (1953-2001) afirmaba que la escultura era para él “un oficio hermoso y de hombres libres”, con el que podía desarrollar “un lenguaje de emociones”. Pero además de sus figuras, que se convirtieron en su principal forma de expresión, Muñoz encontró otras maneras de comunicarse a través de la escritura, de la obra sonora o del teatro; pero sobre todo, por medio de la ilustración. Él era el segundo de una familia de siete hermanos y su madre le contagió el amor por el arte y el dibujo, disciplina que le acompañó a lo largo de su vida. Él solía decir: “Dibujar es un placer, una tarea solitaria y muy hermosa. Siempre dibujo”. El Centro Botín de Santander, coincidiendo con el quinto aniversario de inauguración, expone desde este sábado algunas de esas obras en la muestra Juan Muñoz: Dibujos 1982–2000.

Esta exposición, que se podrá visitar hasta el 16 de octubre, supone la primera retrospectiva de la obra dibujística de Muñoz. Está dividida en 12 salas, cada una con una temática diferenciada, entre las que se reparten 204 ilustraciones del artista seleccionadas por Dieter Schwarz, comisario de la muestra y experto en arte moderno y contemporáneo. “En estos 12 temas intenté encontrar obras que lo reflejasen, y no ha sido fácil porque una exposición de este tipo exige mucha investigación”, ha explicado Schwarz en rueda de prensa este viernes. En una de las salas, rodeado por más de una decena de ilustraciones de Muñoz, el comisario ha relatado que ha sido muy difícil seleccionar qué incluir en la muestra —trabajo que lleva haciendo desde el comienzo de la pandemia— ante la gran cantidad de obras que dibujó en su breve carrera, antes de morir a los 48 años. Todas han sido prestadas por instituciones y coleccionistas particulares europeos y estadounidenses y por el Juan Muñoz Estate.

Al igual que ocurre con la mayoría de sus obras, las ilustraciones de Muñoz están dotadas de un gran carácter enigmático y personal. Y aunque complementan su obra y comparten el mismo imaginario que sus esculturas, Schwarz aclara que son piezas de carácter independiente que “permiten al espectador experimentar de una manera diferente la increíble obra de uno de los artistas europeos más relevantes del siglo XX”. “Los dibujos de Juan Muñoz relatan historias nunca antes contadas, y lo hacen mediante un formato figurativo, lo que en su tiempo supuso una rebelión contra la hegemonía del lenguaje abstracto”, suscribe el comisario.

De izquierda a derecha, la directora de exposiciones y de la colección del Centro Botín, Bárbara Rodríguez; la directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez Santiago; el comisario de la muestra, Dieter Schwarz, y Lucía Muñoz, hija del artista.
De izquierda a derecha, la directora de exposiciones y de la colección del Centro Botín, Bárbara Rodríguez; la directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez Santiago; el comisario de la muestra, Dieter Schwarz, y Lucía Muñoz, hija del artista.César Ortiz (Europa Press)

Durante las dos décadas que agrupa la exposición, el artista varió tanto en la temática de sus dibujos como en la forma. Osciló entre los más abocetados, en los que plasmaba sus ideas más inmediatas, y los más detallados de sus planchas. Exploró con el uso de carboncillo sobre cemento —Late Portrait (1985)—, con acrílico sobre lienzo a modo de telón —The Nature of Visual Illusion (1994-1997)— o con tiza blanca y óleo blanco en barra sobre tela negra —Raincoat Drawings (1988-1995) y Back Drawings (1990-1995)—, donde combinó las disciplinas de la ilustración, la pintura y la escultura.

La serie 'Brack Drawings' (1990-1995) de Juan Muñoz, expuesta en el Centro Botín.
La serie 'Brack Drawings' (1990-1995) de Juan Muñoz, expuesta en el Centro Botín.BELEN DE BENITO

Juan Muñoz: Dibujos 1982–2000 es también un paseo cronológico por las inquietudes del madrileño. En las primeras etapas, el artista se fijaba en objetos cotidianos, entre los que destacaron los balcones. No solo en la escultura, como en Balcón a tres (1984), también en los dibujos, en los que quería mostrar la perspectiva del espectador, vistos desde abajo, y vacíos, para plasmar la “ausencia” de personas. Otra de las paradas de la retrospectiva está relacionada con Joseph Conrad. Muñoz era un gran amante de los libros del escritor, que tomaba como inspiración para algunas de sus obras. Tanto que llegó a formar parte de un proyecto para ilustrar una novela suya de 1896, Una avanzada en el progreso, que cuenta la historia de dos europeos abandonados en África. Aunque la idea no salió adelante, el artista siguió elaborando las ilustraciones, que se expusieron en la Frith Street Gallery de Londres.

'Retrato de un hombre turco dibujando' (1995) y la serie 'Mouth Drawings' (1995), en una sala de la exposición 'Juan Muñoz: Dibujos 1982-2000'.
'Retrato de un hombre turco dibujando' (1995) y la serie 'Mouth Drawings' (1995), en una sala de la exposición 'Juan Muñoz: Dibujos 1982-2000'.BELEN DE BENITO

En su carrera Muñoz se acercó continuamente a la condición humana. Por eso, como ha recordado esta mañana la artista Cristina Iglesias, viuda del creador, “su obra sigue siendo muy actual” y siempre se puede observar y aprender algo nuevo de ella. “Es interesante que cada cierto tiempo se vuelva la mirada. Tiene mucha obra, se pueden hacer exposiciones diferentes y siempre hay algo que enseñar, pero mantiene trazos de crítica social y política que me parece muy interesante ver desde su perspectiva”, ha comentado a EL PAÍS. Y aunque esto lo refleja en distintas disciplinas, para Muñoz el dibujo siempre ha tenido algo especial: “Si consiguen transmitir una emoción, es porque pueden dar la sensación de que ha ocurrido o va a ocurrir algo. O llegas demasiado pronto o demasiado tarde: siempre en el momento equivocado”.

Una visitante del Centro Botín, ante las ilustraciones 'Mujer y hombre con espejo' (2000), del artista Juan Muñoz.
Una visitante del Centro Botín, ante las ilustraciones 'Mujer y hombre con espejo' (2000), del artista Juan Muñoz.BELEN DE BENITO

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