PHotoEspaña mira a la fotografía documental en su 25º cumpleaños
El festival, que desplegará 122 exposiciones durante tres meses, presenta el nuevo trabajo de García-Alix, en el que reinterpreta obras maestras del Museo del Prado
El festival PHotoEspaña, cita de refencia de la fotografía en España, ha presentado este miércoles el programa de su edición 25ª, en la que la principal cita será con la fotografía documental, gracias a una doble exposición colectiva, en el Círculo de Bellas Artes y la de Casa América de Madrid, titulada Sculpting Reality, en la que se mostrarán unas 500 imágenes de 29 autores, con nombres clásicos como Walker Evans, Manuel Álvarez Bravo, Garry Winogrand, Lee Friedlander, Helen Levitt, Henri Cartier-Bresson, Robert Frank, Joel Meyerowitz, Susan Meiselas o Humberto Rivas... Se trata de un recorrido por este género desde su inicio, en los años treinta del siglo XX, hasta hoy, comisariado por Sandra Guimarães, directora artística del centro de arte valenciano Bombas Gens, en Valencia, y Vicent Todolí, asesor de la Colección Per Amor a l’Art, cuyos fondos nutrirán esta exposición. La muestra es una ampliación de la que pudo verse en Bombas Gens en junio, con unas 200 piezas más. A ambos comisarios se les ha dado en esta ocasión carta blanca para decidir la programación del festival.
Sin embargo, la cita más novedosa llegará con la presentación del nuevo trabajo de Alberto García-Alix, desarrollado en los últimos meses en el Museo del Prado, que se podrá ver en el Jardín Botánico de Madrid. Como es habitual, el premio Nacional de Fotografía de 1999 ha trabajado en analógico para la exposición, titulada Fantasías en el Prado, “en la que reinterpreta algunas de las obras maestras del museo mediante superposición de imágenes”, ha explicado Claude Bussac, directora de PHotoEspaña.
Bussac ha desgranado la programación de un certamen —cuya primera edición abrió el 16 de junio de 1988— y que para celebrar las bodas de plata “mira al pasado para entender la fotografía de hoy”, ha declarado. En cifras, del 1 de junio al 28 de agosto los aficionados tendrán para elegir entre 120 exposiciones, con obra de 442 fotógrafos y artistas visuales, que podrán verse en 31 sedes de 12 ciudades de España, más otros 12 espacios foráneos. En esta ocasión participan 40 instituciones nacionales y 12 extranjeras.
Sobre la exposición estrella, Todolí ha explicado que el concepto de “estilo documental” lo acuñó Walker Evans, fue en el momento en que “la fotografía se apropió de la realidad”, con el fotoperiodismo como una de sus fuentes principales. Después, evolucionó a una fotografía artística, con sus dosis de conceptualismo. “Evans dijo, en 1971, que un ejemplo de documento literal sería la fotografía policial de un crimen. Tenía una utilidad, mientras que el arte es realmente inútil. El arte nunca es un documento, pero puede adoptar su forma”, desarrolló Todolí, que fue director Artístico del IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno), entre 1988 y 1996, y de la Tate Modern de 2003 a 2010. Además de la doble exposición sobre fotografía documental, habrá un debate con autores como Ian Wallace, Susan Meiselas y el dúo español Bleda y Rosa, en el Espacio Fundación Telefónica.
Uno de los ejes habituales de PHotoEspaña en los últimos años es incorporar fotógrafas a la programación. Esta vez serán tres exposiciones con cuatro mujeres. Las cajas de Ámsterdam: Katia Horna y Margaret Michaels en la Guerra Civil, en la Calcografía Nacional, reúne “obra inédita de estas dos fotorreporteras anarquistas que se consideró perdida durante décadas”, señala la organización. De ambas se conservan sus piezas en el Instituto Internacional de Historia Social de Ámsterdam. Otra cronista de un episodio de una etapa fundamental del siglo XX, en este caso la huida en barco de artistas e intelectuales de la Francia de Vichy en 1941, fue la polaca Germaine Krull, de la que se verán sus imágenes en Museo del Romanticismo. En el Cerralbo, una monográfica para un nombre clásico, Tina Modotti. Son 120 imágenes de esta italiana que desarrolló casi toda su carrera, bastante breve, en México. A ellas se une una fotógrafa contemporánea, Ana Palacios, que mostrará en el Círculo de Bellas Artes su proyecto Armonía, sobre la labor de los que rescatan y protegen animales para protegerlos en santuarios.
Entre las nuevas sedes, Bussac ha subrayado la incorporación de Patrimonio Nacional. Por un lado, con el Palacio Real de Madrid, donde se exhibirá Sebastião Salgado y las Colecciones Reales. Encuentros en torno a la fotografía de paisaje, en la que algunos de los mejores ejemplos de este género, como Atkinson, Laurent o Clifford, “establecen un diálogo con el brasileño sobre la naturaleza carente de huella humana”. Por otro, el Panteón de Hombres Ilustres acogerá la videoinstalación Caída libre, de Beatriz Ruibal.
Como siempre, hay espacio para clásicos españoles. En esta edición se homenajea a Francesc Català Roca y Carlos Pérez Siquier. Del primero, referente de la fotografía humanista documental de la posguerra española, se ha cumplido en marzo el centenario de su nacimiento. Podrá verse su obra en la sala El Águila, en Madrid. Mientras que del segundo, fallecido en septiembre, ofrecerá la Fundación Mapfre una retrospectiva que recorrerá los casi sesenta años de su trabajo en blanco y negro y en color, caracterizado casi siempre por su particular sentido de humor. Otros nombres masculinos: en el Museo Lázaro Galdiano, la exposición El ojo errante 1975–1987, de Javier Campano, retratista de protagonistas de la movida, con 150 imágenes en blanco y negro, procedentes de los fondos del Archivo Lafuente. Mientras que en el Museo ICO estarán ocho series de Juan Baraja sobre la relación entre la arquitectura y el espacio.
Por último, las nuevas voces de la fotografía podrán contemplarse en CentroCentro, en la muestra Híbridos. Forjando nuevas realidades como contra–narrativa, con piezas de autores seleccionados por la organización del festival.
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