Raphael emociona en la gala de los Premios Dial

Tarará, rarará, rarará… Una mujer con vestido negro y blanco y una capucha que le oculta el rostro irrumpe en el escenario tarareando. Se desvela, es Ana Guerra, que comienza a cantar Mi gran noche, de Raphael. El público arranca en aplausos al reconocer la icónica letra de uno de los grandes triunfadores de la ceremonia. Lo que le continúa es un recital homenaje de Guerra a algunas de las canciones más conocidas de todos los premiados. Así comenzó la gala de los Premios Dial, que celebra un cuarto de siglo reuniendo lo mejor de la música en español en Santa Cruz de Tenerife.

De presentar la gala de esta edición se ocupó la tinerfeña Guerra, que fue una de las protagonistas de la noche. Natural de la isla, hizo de anfitriona junto al presentador Luis Larrodera, del matinal Atrévete de Cadena Dial, y habitual de los Premios. Guerra fue una de las 15 ganadoras de la noche, y hasta tuvo tiempo de interpretar algunas de las canciones de su reciente disco, Luz del Martes. Pablo Alborán, David Bisbal, Vanesa Martín, Malú y Camilo fueron otros premiados de esta edición.

Y tras cada dedicatoria se sucedieron las actuaciones, la mayoría muy emotivas. Antonio Orozco cumplía años, y con el pabellón cantándole la canción de aniversario subió a recoger su premio. “Por La Palma”, dijo. “Por las 1.184 personas que perdieron sus viviendas”. Le dedicó a continuación al público el tema Entre sombras me faltas.

El momento más especial de la gala llegó con el premio a la trayectoria de Raphael. Se lo entregó su hijo Manuel Martos, director artístico y productor ejecutivo de Universal Music Spain. Y antes de que el artista saliera al escenario, el pabellón al completo estaba de pie aplaudiendo a rabiar. Salió Raphael con los ojos vidriosos: “Gracias, mi querido público, por llenarme de felicidad y hacer que un hombre sea feliz de la mejor manera que yo he podido, trabajando hasta el final”. 60 años sobre los escenarios dan para mucho: casi 100 discos publicados, 326 discos de oro y 49 de platino. Minutos antes de la gala, desde la alfombra verde del evento, decía: “Solo espero seguir como estoy, y no me refiero al físico”.

La rumba la pusieron los Estopa, que cantaron como preludio al premio que entregaron a Rozalén. La cantante y Premio Nacional de Músicas Actuales, acudió con Beatriz Romero, su compañera habitual intérprete en lenguaje de signos. “Yo ya tuve un premio gigante el día en que tan solo dos personas decidieron escuchar mi música”, dijo al recoger el galardón. Uno de los pequeños momentos de euforia vino con la presentación del Dial Latino para el colombiano Camilo, que no pudo acudir a la gala, pero mandó un mensaje en vídeo con dos canciones. Se lo dedicó a los músicos colombianos que empiezan su carrera musical.

La noche del martes también convirtió a Malú en la artista más laureada de la historia de los Premios Dial ―se llevó su 15ª estatuilla para casa―. Lo mejor de la música española contó con la entrega absoluta del público, que tenía ganas de fiesta; lo demostró especialmente cuando llegó Luis Fonsi con su tema Échame la culpa, al borde del cierre de la gala. El puertorriqueño le entregó el premio a David Bisbal y juntos cantaron para terminar de bordar el espectáculo con el momento más bailable de la noche.

Hasta hubo tiempo para la reivindicación. Para continuar con el carácter benéfico de los premios, los Dial dedicaron esta edición a las mujeres científicas. Parte de las entradas vendidas será destinada a proyectos de investigación del IPNA-CSIC (Instituto de Productos Naturales y Agrobiología de Tenerife). Inés Pérez Martínez, vicedirectora segunda de IPNA-CSIC de Tenerife, subió a recoger el galardón en nombre de las profesionales. “Por darnos luz y hacernos visibles”. Se lo dedicó a su abuela, química: “Gracias al coraje de mujeres como tú recogemos este reconocimiento”. Y al final, tras tres horas de conciertos, la noche discurrió como se esperaba: con la emoción que conceden 25 años de premios y música.