La primera novela de Saramago, inédita en castellano, prologa las celebraciones por el centenario del escritor
La editorial Alfaguara lanzará toda la ‘Biblioteca Saramago’ rediseñada por Manuel Estrada para conmemorar el siglo del nacimiento del Nobel portugués
Cuando todavía era un muchacho introvertido de 24 años, José Saramago (Azinhaga, 1922-Tías, Lanzarote, 2010) escribió y publicó su primer libro Tierra de pecado, una obra inédita en castellano que ahora ha sido lanzada con su título original La viuda (Alfaguara). La presidenta de la Fundación Saramago y viuda del Nobel, Pilar del Río, ha afirmado este miércoles que devolver el nombre original al libro “es un acto de justicia y de memoria histórica”. Además, Del Río ha señalado que la obra provocó “mucha emoción al joven Saramago”, que en aquellos años no firmó ningún contrato y por tanto no recibió ningún escudo, pero que “se sintió feliz porque fue su primer libro publicado”. El lanzamiento de La viuda en España anticipa las celebraciones del centenario de Saramago, Nobel de Literatura en 1998.
La viuda, que muestra la presión social sobre una mujer que buscaba reconstruir su vida tras la muerte de su marido, fue escrita en 1947 mientras el joven se ganaba la vida en los servicios administrativos de los Hospitales Civiles de Lisboa. La obra llegó a manos de Manuel Rodrigues, responsable de la editorial Minerva, quien la publicó ante las condiciones de no pagar derechos y cambiar el título La viuda por Tierra de pecado, a su entender mucho más comercial. Pese a la emoción que supuso para Saramago anunciar a su familia y amigos que se le habían abierto las puertas de la literatura portuguesa, su primera obra impresa pasó totalmente inadvertida durante un largo tiempo. Pilar del Río ha contado que hace dos años encontraron la primera edición de Tierra de pecado que pertenecía a Saramago tras el derribo de una casa: “Era el único libro que había. No sabemos por qué estaba tan guardado, debajo de una cómoda, envuelto en papeles. Pero es algo hermoso, poético”.
El libro inaugural, que quedó olvidado durante más de dos décadas, empezó a ser buscado por especialistas. Del Río cuenta que el escritor no quería reeditarlo porque “no tenía nada que ver con el estilo Saramago”, pero Carlos Reis, comisario del centenario y amigo del escritor, lo convenció a relanzarlo en Portugal para ayudar a los estudiosos de su obra. Reis reconoce que La viuda es muy distinto a otros libros de Saramago, y explicó que esto ocurre porque la lectura de una obra es como un caleidoscopio: “Si lo movemos un poco, te presenta un aspecto totalmente distinto. Hemos movido en las últimas décadas el caleidoscopio de La viuda y ya no hacemos la misma lectura que se hizo antes cuando fue publicada. Hay que considerar este nuevo contexto”.
La portada de la edición española, que enseña el reflejo de un rostro de mujer a través de un espejo, fue diseñada por Manuel Estrada, que ha opinado críticamente sobre el trabajo: “Esta portada es muy literaria y describe mucho, pero estoy conforme con ella. Nunca hay que mostrar los protagonistas del libro en las portadas, nunca hay que detallar demasiado cosas que quitan a la descripción del autor la calidad y la fuerza que realmente tienen”. Según el diseñador, la portada de un libro son “ventanas por las que el contenido del libro asoma y puertas que nos invitan a entrar”.
Actividades para un siglo
La viuda es el primer libro de toda la Biblioteca Saramago que Alfaguara publicará en conmemoración al centenario del autor en 2022. La presidenta de la Fundación Saramago ha explicado que realizarán diversas actividades para celebrar la vida del escritor en países como Portugal, Brasil, España, México, Estados Unidos o Bulgaria. En abril se publicará una fotobiografía hecha por Ricardo Viel y Alejandro García; en junio lanzarán una edición especial de Viaje a Portugal llena de fotos inéditas que hizo Saramago en la época, que promete exponer “la mirada literal de José”, según Del Río.
El 2 noviembre iniciarán las celebraciones en la localidad canaria de Tías (Lanzarote), donde vivió el literato sus últimos años. Entre las diversas actividades estará la instalación de una jangada de piedra en el mar, que permanentemente se moverá entre América y Europa. En su tierra natal se plantarán 100 olivos y cada uno de ellos tendrá el nombre de uno de los personajes de sus libros. “A José Saramago le gustaban mucho estos árboles, hacían parte de su paisaje de pequeño, por eso también sus cenizas reposan bajo la sombra de un olivo”, recuerda la viuda del Río. En opinión del comisario del centenario de Saramago, “su literatura, su cultura y su pensamiento rompen fronteras y están con nosotros ahora y mientras haya lectores iluminados por sus palabras”.
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