Iceta recibe la cartera de Cultura y Deporte con una defensa de la diversidad y de la España plurilingüe
El nuevo ministro releva en el cargo a José Manuel Rodríguez Uribes, a quien agradece lo conseguido pese a la pandemia
Miquel Iceta ha aceptado esta mañana la cartera de Cultura y Deporte de manos de José Manuel Rodríguez Uribes con un saludo en todas las lenguas oficiales que ha sonado a declaración de principios. “El carácter plurilingüe de la cultura española obliga al federalismo cultural y me apresto a hacer todo lo posible desde el cargo que voy a ocupar”, ha dicho el exministro de Política Territorial y Función Pública. Su discurso, lleno de humor y de referencias a los predecesores “que ya no están” (“la cultura es también memoria y no puedo dejar de acordarme sin emocionarme de Carmen Alborch y Jordi Solé Tura”), ha incluido también un reconocimiento al potencial del español en el mundo. “Tenemos capacidad para convertirnos en una superpotencia cultural y deportiva”, ha advertido. “Hay que hablar de España”, ha defendido, para añadir que a él no le “cuesta”, pues intenta “llevar siempre el escudo de España”, porque no ha visto “nunca cosa más integradora”.
Otro de los ejes de su discurso, que ha recibido el aplauso de los presentes, ha sido la preocupación por la homofobia y su necesaria erradicación en la sociedad. Se ha acordado de Samuel Luiz, “brutalmente asesinado” en A Coruña. “La cultura es tolerancia, respeto y convivencia. A más cultura, más conseguiremos erradicar la violencia irracional. Trabajaré por una cultura que rompa prejuicios y abra puertas”. También ha lanzado una advertencia al presidente de RTVE. “Vamos a tener que trabajar mucho juntos para que la televisión siga siendo el motor de cambio de la cultura y el deporte”.
Iceta, que ha reconocido no ser un gran deportista, pese a algunos de sus antepasados (tuvo un tío abuelo jugador de fútbol, que además consiguió una medalla de oro para España en pelota vasca en los Juegos Olímpicos de París de 1924), ha repasado después los asuntos más urgentes que le quedan por delante y que llegan muy desarrollados por el anterior equipo: la firma del acuerdo de alquiler con la baronesa Thyssen, Estatuto del Artista, la Ley del Cine o la transposición de la normativa europea de los derechos de autor. En ese sentido, ha reconocido la labor de su predecesor, que se encontró, nada más llegar, con una larga pandemia, y que ha tenido que hacer oír su voz frente a las prioridades de un Gobierno ocupado en otras urgencias. En ese sentido, ha lanzado un mensaje cargado de humor a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ha asistido al acto de traspaso de la cartera, para que haga lo posible por facilitar las iniciativas de su ministerio.
Y si la pandemia marcó el año y medio de José Manuel Rodríguez Uribes como ministro de Cultura, también ha marcado su salida. Su despedida se ha trasladado, por motivos sanitarios, de la tradicional sala solemne de la sede principal a un auditorio anejo donde se han reunido representantes del mundo de la cultura y del deporte. Entre otros, han asistido los tres directores de los tres museos nacionales más importantes ―Miguel Falomir (Prado), Manuel Borja-Villel (Reina Sofía) y Guillermo Solana (Thyssen)―, exministros de Cultura que ahora son presidentes de patronatos (Javier Solana, del Prado, y Ángeles González-Sinde, del Reina), representantes del Teatro Real (Joan Matabosch y Gregorio Marañón) y miembros de las secretarías de Estado y de las unidades dependientes del ministerio, cuyos cargos están esperando confirmación. Por la parte del deporte, se ha podido ver al presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, y al del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco.
Uribes llegó citando a Antonio Machado (“El ojo que ves no es / ojo porque tú lo veas; / es ojo porque te ve”) y se va haciendo lo propio con el escritor “inglés y católico” G. K. Chesterton, con una frase extraída de un texto titulado La ética en el país de los elfos: “La prueba de la felicidad es la gratitud”. “Yo quiero dar las gracias a mi amigo Miquel Iceta. Darle la enhorabuena, darle la bienvenida a esta casa y, por supuesto, decir que, aunque es una persona con criterio y capacidades, quiero desearle también suerte y acierto”, dice Uribes. “Gracias a todos, hasta siempre. Que sepáis que os llevo en el corazón y para mí ha sido una experiencia inolvidable, muchas gracias”.
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