De tuitear en nombre del coronavirus a estudiar pandemias
Mario de Diego, que ha creado la popular cuenta en la red social, publica un libro sobre la historia de las epidemias globales. “Contra la estupidez no hay vacuna de momento”, dice en esta entrevista
Los orígenes de la covid-19 son inciertos. La principal teoría pone como epicentro la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019, pero aún quedan muchas incógnitas alrededor del virus que ha afectado a toda la humanidad o, en palabras de la cuenta Coronavirus de Twitter, “mi target ha sido de amplio espectro”. Esta versión satírica del virus publicó su primer tuit el 24 de febrero de 2020, la misma semana que se registraban los primeros casos en España. Actualmente tiene casi un millón de seguidores. El responsable de la cuenta, aupado por este éxito, acaba de publicar Cómo acabar sigilosamente con la humanidad, un libro sobre la historia de las pandemias.
Mario de Diego (Madrid, 38 años), a quien el Coronavirus de Twitter se refiere como su “avatar humano para entrevistas o inscribirse en la SGAE”, conversa con EL PAÍS por videollamada sobre el surgimiento y la mutación de un fenómeno viral, en más de un sentido, que busca el lado humorístico de esta pandemia global. “Al principio era un terreno muy virgen la idea de un virus que cuente en las redes sociales cómo convive con los seres humanos”, recuerda De Diego, quien ha vivido en Barcelona casi toda su vida, trabaja como educador social y cuenta con un máster en neuropsicología. “Además, había mucha distancia entre lo que percibía la gente y lo que iba a suceder: ‘No, esto no nos va a ocurrir a nosotros. Suena lejano”, comenta.
Los primeros mensajes que la cuenta de Twitter lanzaba estaban teñidos de “un humor más oscuro, menos cuidado”. Por ejemplo, uno de sus primeros tuits en alcanzar mayor repercusión compara la frívola búsqueda de seguidores de los famosos en las redes sociales con la cifra de fallecidos.
Cuando llegue a los 10.000 muertos enseño una teta.
— Mario Boss (@_mario_boss) February 25, 2020
No obstante, cuando el virus se expandió por España, tras el decreto de estado de alarma del 14 de marzo que fijó el duro confinamiento durante la primera ola, De Diego cambió su foco: “Lo que hace que el humor sea negro es el personaje, pero si ves solo los contenidos el humor no es tan oscuro porque el Coronavirus de Twitter parodia la conducta humana. Le hace gracia que a todo el mundo le dé por hacer pan casero, que los supermercados se queden sin papel higiénico, que actualmente se vacunen primero los consejeros, alcaldes y obispos”.
El ahora escritor resalta la importancia del humor como un mecanismo de defensa en tiempos de crisis. “La conducta humana siempre es parodiable; la aflicción y el dolor, no”, opina De Diego, que asegura que antes de publicar algo intenta verificarlo primero con fuentes científicas y periodísticas. “No es lo mismo publicar con 20.000 seguidores que con casi un millón”.
Foto de @OlmoCalvo
— Mario Boss (@_mario_boss) March 27, 2021
La estupidez humana como enfermedad viral
El libro Cómo acabar sigilosamente con la humanidad, publicado en febrero por Arpa Editores, convierte al Coronavirus de Twitter en narrador de la historia de epidemias como la de la peste negra, la gripe española, el sida o el ébola. En la última parte, dedicada a la covid-19, el propio virus opina que “la única pandemia capaz de acabar con el ser humano es su propia estupidez. Contra ella no hay vacuna por ahora y no tiene pinta de estar disponible en mucho tiempo”.
De Diego se muestra un tanto pesimista ante la idea de que después de una crisis siempre queda una lección. “De esta saldremos mejores’, eso se decía mucho al principio”, recuerda el escritor. “Se ha convertido casi en un lema de la pandemia. Yo creo que no. Se pueden aprender algunas cosas y habrá gente que lo hará, pero otra mucha que no. Cuando uno tira del hilo y ves la historia de las pandemias, te das cuenta de que hay cosas que se repiten”. Señala como ejemplo el olvido ante la gripe española que infectó alrededor de un tercio de la humanidad hace un siglo.
No obstante, no todo es desesperanza para el hombre detrás del Coronavirus de Twitter: “Hay una cosa buena y es que el ser humano es muy resiliente. Nos sobreponemos a cosas que pensamos que no seríamos capaces de sobrellevar. Si nos hubieran dicho hace año y medio que íbamos a estar un año sin relaciones sociales, sin ver a muchos de nuestros familiares, varios meses encerrados en casa y con una incertidumbre sobre el futuro, pensaríamos que no somos capaces de llevar una situación así. Y lo hemos sido”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.