Spanish Brass: los colores del metal

Spanish Brass es un quinteto de metales de muy altos vuelos. Tienen un recorrido internacional muy amplio, ejercen la pedagogía, la organización, se implican en las industrias musicales que les conciernen y, como intérpretes, tienen una versatilidad completa. Además, están reconocidos con el Premio Nacional de Música.

Cada visita a Madrid constituye una celebración, como lo demostró su presencia este lunes en el Auditorio 400, dentro de la Serie 20/21 del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). Este concierto repetía casi totalmente el celebrado en Segovia el pasado 6 de noviembre, dentro de las XXVIII Jornadas de Música Contemporánea de Segovia.

Raquel García-Tomás y Spanish Brass, premios Nacionales de Música 2020

La sesión se abría con un clásico del siglo XX, Luciano Berio. Su obra Call está bien pensada como apertura, con sus aires de fanfarria. La segunda pieza, el Quinteto para instrumentos de metal, de Cristóbal Halffter, es obra de extrema madurez y suena a Halffter por todos los poros: la grandiosidad y densidad, la buena articulación de los planos y esa mezcla, típica en él, de amplias citas de la música del Siglo de Oro español. En tercer lugar, subió a las tablas el único estreno absoluto de la sesión, encargo del CNDM, la obra de María de Alvear que integra las insinuaciones del propio cuerpo. Se inicia con unos graves guturales, que retumban como desde el origen de la Tierra, y van ganando presencia gradualmente hasta convertirse en canto y forma gracias a un complejo entramado de ostinati; un complejo de acordes solemnes convirtió el Auditorio 400 en un espacio casi catedralicio. Obra de excelente traza. Le siguió la jerezana Núria Núñez, quien, tras sus años de residencia alemana, se ha convertido en una voz de enorme solvencia. Su obra, también encargo del CNDM, recurre abundantemente a una de las claves del pensamiento actual de Núñez: la presencia física del intérprete en equilibrio con “las propiedades sonoras del instrumento”. Se escucha toda una panoplia de sonoridades vocales, canto, recitado de palabras y fonemas, gritos, palmadas en la boquilla de cada instrumento, patadas al suelo... Tiene gran mérito controlar todo ello, y Núñez lo consigue, y Spanish Brass lo integran con una naturalidad pasmosa.

Narratividad deliciosa

La segunda mitad del concierto se abría con un clásico del siglo pasado, el polaco Witold Lutoslawski, un breve Preludio de ocasión convertido en referencia del género por obra y gracia de una técnica y una inspiración musicales extraordinarias. Le siguieron el tercer encargo del CNDM, y la tercera mujer, la madrileña Ángela Gallego. Se trata de una evocación de un cuento japonés narrado en grabados. Una música de fondo orientalizante y una narratividad deliciosa; para quien esto firma, toda una sorpresa esta obra de fina cerámica. A continuación, una pieza de Delfín Colomé, un compositor diplomático, fallecido en 2008, que se escucha poco, pero que en vida tuvo un papel destacado en la ayuda a nuestros artistas en sus misiones diplomáticas. Su Scherzo over Beethoven explora las posibilidades de una cita de Para Elisa. Es una música serena, casi fuera del tiempo.

El final de la sesión nos deparaba uno de los platos fuertes, Voro García, uno de los compositores españoles con mayor reserva de talento de su generación. De un extenso ciclo compuesto por Voro para una performance de danza, se han extraído dos fragmentos y un divertimento final de propina. Con esta pieza, y con la totalidad del concierto, Spanish Brass volvió a dictar una lección de calidad y poderío musical, otra más.