El alcalde de Palma sobre los nombres que retiró del callejero: “No sé quiénes son estos almirantes”
José Hila paraliza tras las críticas el cambio de las 12 calles con denominación de “origen fascista” y asegura que su eliminación respondía a una exigencia legal aprobada por el Parlamento regional
José Hila (49 años), alcalde de Palma del PSOE, ha pedido al Gobierno balear que vuelva a revisar el censo de calles franquistas de su ciudad tras la polémica desatada al retirar del nomenclátor municipal, entre otros personajes y lugares, las placas dedicadas a los almirantes del siglo XIX Churruca, Gravina y Cervera por su “origen fascista”. “Fue una orden del Gobierno [regional] que nos envió a todos los Ayuntamientos. Si no las hubiésemos quitado nosotros, lo habrían hecho ellos”, afirma. Cuando se le pregunta si no le sonaba extraño que el nombre de las calles de los marinos fuese “franquista”, responde: “No he profundizado en esa parte de la historia [batallas de Trafalgar y Cuba]. Lo he hecho en otra, en esa no. No tengo por qué saber de todo”.
Pregunta. ¿Por qué eliminó el nombre de las calles?
Respuesta. Tenemos una Ley de Memoria Democrática que creó una comisión de expertos que debía elaborar un censo de elementos franquistas. Y hace un año se publicó. En este tiempo ha habido entidades que han presentado alegaciones. Pero pasado ese tiempo, el Gobierno nos ordenó el cambio de los elementos franquistas que habían pervivido: 12 calles. Es un mandato legal. Pero a la vista de la información que ha ido surgiendo en los últimos días, hemos hablado con la comunidad autónoma para plantearle la posibilidad de parar y que nos confirmen si este listado es correcto o no, una parte, todo o nada.
P. ¿Pero como alcalde y máxima autoridad no le llamó la atención eliminar calles que no estaban dedicadas a barcos, sino a almirantes del siglo XIX? ¿No le sonó raro?
R. Ninguna calle se llamaba “barco”.
P. Pues eso le digo. Estaban dedicadas a los héroes de Trafalgar y Cuba.
R. A lo largo de los años hemos cambiado 90 nombres [franquistas], y eran las últimas. Aquí es algo habitual.
P. Pero eran marinos de nuestra historia…
R. Reconozco que no sé quiénes son estos almirantes. No he profundizado en esa parte de la historia. Lo he hecho en otra, en esa no. No tengo por qué saber de todo. Si una comisión de expertos llega a esa conclusión, nadie dice nada y me llega para firma, ¿por qué tengo que dudar?
P. En el caso de Gabriel Rabassa, usted inauguró su calle en 2009. Y felicitó a la familia. ¿No le pareció raro que luego fuera un fascista que no merecía la calle?
R. Desde entonces hasta ahora hay una ley nueva que no estaba. Los tiempos cambian, avanzan y se tienen en cuenta cosas que no se tuvieron antes. Le dimos el nombre de su calle por su defensa de los molinos de Mallorca. Luego llegó una ley que dice que hay que valorar más cosas y que esa persona era un líder falangista. Es un mandato legal, no es optativo. Si no lo hago yo, lo hace el Gobierno [regional]. Es una orden lo que yo recibo.
P. ¿El Gobierno le obligó?
R. Claro, nos mandó un escrito diciendo que había que cambiar esas calles por mandato legal. Esto no es una iniciativa municipal, sino del Parlamento.
P. ¿Tampoco le llamó la atención el cambio de nombre de la calle de Toledo?
R. En Palma no había una calle dedicada a la ciudad de Toledo, sino a la batalla.
P. La calle se llamaba “calle de Toledo”, no “calle de la batalla de Toledo”.
R. Toledo son muchas cosas, una ciudad, una provincia, una batalla, un apellido… El Ayuntamiento en 1937 dedicó muchas calles a las batallas más importantes para el franquismo, no a las ciudades. Y eso es lo que consideraron los expertos. Personalmente, prefiero que el nombre de la calle se quede, pero no podía elegir.
P. ¿Le llamó la alcaldesa de Toledo para quejarse?
R. Sí, hablé con ella. Y le dije que en Palma habrá una calle para Toledo, sea esta u otra. Toledo es una ciudad maravillosa. Pero la calle estaba dedicada a la batalla.
P. Pero los viandantes cuando pasaban por la calle de Toledo no la relacionaban con el franquismo. No aparecía ninguna mención a la guerra. Solo “calle de Toledo”.
R. Se dieron los nombres por motivos franquistas, de un barco, de una batalla, de una persona… Y la [de Toledo] la tienes que quitar. Nadie dijo nada sobre todo esto. Pero rectificar forma parte de la política y yo no soy tan listo, ni me creo tan inteligente para estar por encima de los demás.
P. ¿Va a reponer los nombres eliminados del callejero?
R. Hemos quitado pocas placas. La mayoría no están cambiadas.
P. ¿Va a estudiar ahora las figuras de Churruca, Gravina y Cervera?
R. Soy un apasionado de la historia, pero de un poco después. A estas alturas lo que hago es aprender algo cada día. He aprendido algo sobre estos almirantes que no sabía. Lo reconozco.
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