El teatro y el cine brindan una ovación póstuma a Gerardo Vera

El director de teatro y cine Gerardo Vera, fallecido el pasado septiembre a los 73 años tras contagiarse de covid-19, recibió este lunes un último aplauso en el teatro María Guerrero de Madrid. Al terminar el homenaje que organizó en su memoria el Centro Dramático Nacional (CDN), institución que dirigió de 2004 a 2011, todo el patio de butacas se puso en pie durante varios minutos para ovacionarlo. No era público anónimo el que aplaudía: ahí estaban desde la vicepresidenta Carmen Calvo y el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, hasta lo más granado de su gremio. Directores y dramaturgos como Juan Mayorga, Andrés Lima, Mario Gas, José Luis Gómez, Natalia Menéndez, Lluís Pasqual, Natalia Menéndez. Actores como Julieta Serrano, Carlos Hipólito, Vicky Peña. Y muchos otros amigos de la profesión que trabajaron con él en los escenarios o los platós.

Carmen Calvo parecía estar entre los más emocionados. La vicepresidenta del Gobierno, que fue quien nombró a Vera director del CDN en 2004, cuando ella era ministra de Cultura, dejó a un lado el tono político que suele acompañar a su cargo para recordar a quien dijo ser uno de sus mejores amigos: “Cada 15 días, estuviera yo en el cargo que estuviera, me mandaba el mismo mensaje: ‘Te queremos’. Lo decía en su nombre y en el de su marido, José Luis Collado. Y cuando se está en lugares tan complicados como los que yo he estado y estoy, se agradece tener cerca a alguien tan inteligente, incisivo y talentoso como era Gerardo”, recordó Calvo. Y subrayó sobre todo su búsqueda incansable de la belleza: “La buscaba siempre a lo grande. Como los rusos. Por eso creo que hacía tantas obras de rusos”.

Alfredo Sanzol, actual director del Centro Dramático Nacional, se refirió también a esa insaciable búsqueda de belleza que parecía ser característica de Vera. “Era un creador de imágenes. Sus escenografías parecían historias. El teatro y la vida eran lo mismo para él. Aunque eso no quiere decir que no los diferenciara. Se enamoró y vivió el amor con pasión. Con la misma ilusión por el trabajo que mantuvo hasta sus últimos días”, afirmó Sanzol, mientras tras él empezaban a desfilar por una pantalla bocetos de escenografías de Vera que parecían cuadros, fotografías de montajes emblemáticos que dirigió como Divinas palabras, El rey Lear, Madre Coraje, Platonov, Agosto, La voz humana, El enemigo del pueblo.

También hubo un momento para recordar el paso de Vera por el cine. Mariano Barroso, presidente de la Academia de Cine, subió al escenario en nombre de la profesión para recordar su desbordante talento. “Siempre venía con grandes ideas, a veces hasta el punto de que no cabían. Desbordaba los escenarios, los platós y a todos nosotros, subía el listón de nuestras exigencias”. Barroso destacó la influencia estética que ejerció Vera en el cine español en su faceta como figurinista o escenógrafo de títulos como La noche más hermosa, El amor brujo, La mitad del cielo, La noche oscura, La niña de tus ojos o El caballero don Quijote, así como la intensidad de las cinco películas que él mismo dirigió: La otra historia de Rosendo Suárez, Una mujer bajo la lluvia, La celestina, Segunda piel y Deseo.

El presidente de la Academia leyó también varios mensajes de actores que trabajaron con él como Ariadna Gil, Javier Bardem, Ángela Molina, Juan Diego Botto, Jordi Mollá y Antonio Banderas.