Wunderlich, un fotógrafo alemán para postales de España
El Instituto del Patrimonio Cultural digitaliza 4.000 imágenes que el autor germano tomó de paisajes y monumentos de la Península durante dos décadas
Una panorámica de Granada tomada por el fotógrafo Jean Laurent en 1871, otra de una bulliciosa Puerta del Sol, del portugués António Passaporte, a finales de los años veinte del siglo pasado, o el testimonio gráfico de cómo se trasladó La familia de Carlos IV, de Goya, a Valencia durante la Guerra Civil. Una meridiana forma de comprobar el estado y las transformaciones en el patrimonio cultural español, desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad, es darse un paseo por la web de la Fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). Son más de 275.000 imágenes digitalizadas del casi medio millón que atesora este organismo, dependiente del Ministerio de Cultura. A ese fondo que cualquiera puede consultar se acaban de sumar los 4.000 positivos del archivo del fotógrafo alemán Otto Wunderlich (Stuttgart, 1887-Madrid, 1975). Son imágenes que corresponden a los álbumes de los viajes que Wunderlich hizo por casi toda España entre 1913 y 1930, años en los que retrató paisajes, monumentos y escenas populares de la mayoría de las provincias. Como los personajes que posan en el patio de la toledana posada de la Sangre, en 1914; o los que lo hacen en un patio cordobés, en 1927, con sus vecinos asomados a balcones y ventanas.
Formado en su país, sin embargo Wunderlich desarrolló buena parte de su obra fotográfica en España, a partir de 1914, “cuando vino por motivos laborales a una empresa minera de Jaén”, dice Teresa Díaz, jefa del servicio de Documentación del IPCE. Es ese hombre con traje a rayas, botas, gorra y gafas, apoyado en el muro de una vivienda, que mira al suelo, en un retrato de 1910, tomado no se sabe dónde. El mismo que, como un reportero, tomó instantáneas de las calles de París inundadas ese año.“Su archivo se adquirió en 2008 y se terminó de catalogar en 2018 y tiene en total unas 45.000 piezas”, añade Díaz. Wunderlich completó 21 álbumes de viajes por Europa, sobre todo de Alemania, Francia e Inglaterra, entre 1910 y 1914, y otros seis de España. Como otros fotógrafos extranjeros, se sintió atraído por la popularidad en toda Europa de las postales, que a los burgueses les gustaba enviar o recibir como señal de su estatus, en una etapa de gran desarrollo de las comunicaciones. El alemán realizó proyectos de encargo para instituciones culturales y empresas en los que buscó desde tópicos de la tradición a obras de arte… “Con admirable precisión técnica y exquisita sensibilidad”, destaca Díaz. Wunderlich hacía negocio. “Vendía sus fotografías en series y también las publicaba en la prensa. Una selección de ellas se publicó en el libro España (1929)”, escribe sobre el alemán el fotohistoriador Publio López Mondéjar en su Historia de la fotografía en España.
Otra colección de las 27 que componen la Fototeca es la del archivo Pando. Ahora pueden verse 3.000 imágenes digitalizadas de Juan Miguel Pando Barrero (1915-1992). Pando fue una marca que funcionó a lo largo de más de cincuenta años, ya que la continuó su hijo, Juan Pando Despierto, hasta 2003. “Es el más voluminoso de los archivos conservados en el IPCE, adquirido en 2005, con más de 125.000 imágenes de temática variada”, explica Díaz. Desde 1940 hasta 1993, la Agencia Pando trabajó para muchos clientes: museos, galerías, coleccionistas y artistas, industrias de ingeniería; encargos de publicidad comercial e imagen empresarial, fotografía de arquitectura, etc.
De forma paralela, los Pando mostraron un gran interés por la fotografía de paisaje y de carácter etnográfico en sus viajes por España y Marruecos, entre 1950 y 1970. Lo que ahora puede verse es lo que desde el IPCE se denomina “fondo Binacional España-Marruecos”, con gentes, pueblos y monumentos, la mitad más o menos de cada país. En sus tomas destaca la delicadeza del color. “Eran negativos en buen estado y en formato de seis por seis centímetros”. En 2018 ya se habían subido a la web otras 50.000 fotos.
La Fototeca ha mejorado su buscador, comentan sus responsables, para facilitar el acceso a joyas como el archivo del conde de Polentinos, que se compone de 10.000 placas de vidrio, en su mayoría estereoscópicas, tomadas en las tres primeras décadas del siglo XX por Aurelio de Colmenares y Orgaz, conde de Polentinos (Madrid, 1873-1947), un aristócrata gran aficionado a la fotografía. Otras 12.000 placas de vidrio, de gran formato, son las del archivo Ruiz Vernacci. Entre ellas, las que tomó el extraordinario Laurent (Garchizy, 1816-Madrid, 1886). A su muerte, la Casa Laurent continuó con su hijastra y su yerno y se sucedieron después los dueños, hasta Joaquín Ruiz Vernacci (1892-1975). Entre todos añadieron 40.000 negativos de vidrio. Un fondo, en definitiva, en constante crecimiento, tanto por la adquisición de nuevos conjuntos como por la continua digitalización, para viajar al pasado del patrimonio artístico nacional.
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