Camisetas de leopardas
El Partenón es una discoteca donde se encuentran Helena de Troya y Clitemnestra en la obra ‘Hey, hermana!’
No era lo que me temía sino lo que resultó apetecerme. Hey, hermana! se estrenó el febrero de 2020 en el Tantarantana (Barcelona) y agotó todas las localidades. El Tantarantana, para entendernos, tiene algo de off off del Paralelo. El mes y año siguiente han vuelto a escena, y nuevo éxito. Flashback de la Compañía El Eje: fundada en 2013, han hecho desde entonces 40 espectáculos. Antes hablé en plural. Son tres pero parecen multiplicarse. Anna Elías es Clitemnestra, y se había dado a conocer liándola en TV3 con Pop Ràpid de Marc Crehuet. María Hernández es Helena de Troya. Beatriz Bonet es Deux Ex Machina. La dramaturgia, de Vicky Salvucci; la dirección, de Eric Balbàs y, de nuevo, Beatriz Bonet. Me temía túnicas pero me encontré un cóctel muy cuco: tragedia que vira hacia el humor, dos hijas de las mismas madres, bikinis diseñados por Russ Meyer. Gamberrazas. Con fuerza a la hora de cantar y de mandar. No hay asesinatos ni venganzas. Acotación del acto II, La noche era un animal desatado: Helena bailando en la discoteca El Party-Non, con música electrónica de fondo. Yo pondría como título Camisetas de leopardas. Genealogía espiritual del Río de la Plata: hijas de Copi. Y de Alejandro Urdapilleta. Y de Ángel Pavlovsky, por supuesto.
Clitemnestra clama (finamente): “Tomaré valor de la teta de una loba y fundaré un imperio incandescente. Cuando lo sienta pequeño como el patio de mi casa, me montaré sobre el océano y descubriré un nuevo continente”. Menelao es el latoso de siempre: si será latoso que ni siquiera aparece. Coda (en clave de bossa): “Encabezaré una revolución sexual / patentaré la píldora anticonceptiva / los barbitúricos / y las anfetaminas”. No hay que subirse por las paredes del Party-Non ni armar la marimorena. No dan la turra con un feminismo a gritos. No necesitan proclamas: las nenas hacen lo que les da la grandísima. Relumbran minifaldas de lamé. No hay hombres. A ratos se exceden un poco. Clitem: “He estado aquí toda la noche, comiendo siervo y vomitándolo, comiéndolo y vomitando”. No se pierdan el lujo de Helena que comienza “Mujer de nívea corteza, quisiera yacer contigo en mi lecho”. Ni el mano a mano, que les extraigo: Helena: “Que mis sábados queden libres por derecho y por contrato”. Clitem: “Iremos a por ello con vestido de Galliano”. Ambas: “Say yes to the dress / say yes to the dress”. Clitem: “No quiero baby showers, detesto los bautizos”. Helena: “De Swarovski, los cristales, y de Tiffanys el anillo”. Ambas: “Si te gustan Tarantino, Scorsese y David Lynch / si comes en la cama / si fumas después de follar / de tanto que me lo cuento / me parece que es verdad”. Clitem se marca un cachito lorquiano: “Estallad los vidrios de los bancos / graffitead la Sagrada Familia / Hackead el twitter de los ministros / ¡Hey, hermana!”. Helena: “No sé qué más decir! Clite: “¡Rima! ¡Rima hasta morir”. Hasta el 7 de febrero.
Babelia
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