Combate nulo
La actriz Regina King debuta con una convencional adaptación de una obra de teatro sobre cuatro ídolos afroamericanos, Cassius Clay, Malcolm X, Sam Cooke y Jim Brown
Resultan algo chocantes las loas de buena parte de la crítica anglosajona al debut en la dirección de la actriz afroamericana Regina King. Una noche en Miami, adaptación convencional y sin ningún destello de la obra de teatro homónima de Kemp Powers, el coautor de Soul, recrea el supuesto encuentro en un motel de cuatro amigos, todos ellos absolutos ídolos de la cultura afroamericana. Estamos en 1964, Cassius Clay acaba de ganar su primer campeonato y pasa esa misma noche junto al líder político Malcolm X, el cantante Sam Cooke y el jugador de fútbol americano Jim Brown. A punto de transformarse en Muhammad Ali, el boxeador y sus amigos discuten sobre violencia, derechos civiles y activismo.
Cada uno de ellos pasa por un dilema personal y cada uno de ellos se enfrenta a los límites de su compromiso público. Con una estética de tienda de muebles vintage a lo Mad Men, lo mejor de la película ocurre entre las paredes del motel donde los cuatro personajes se reúnen para un combate verbal que en algunos momentos logra ser vibrante, pero que queda lastrado por concesiones a un público que reclama los mensajes más obvios y trillados. A la película no solo le sobran las ramplonas presentaciones de unos personajes archifamosos, sino que tampoco aporta nada demasiado original al intenso debate del Black Lives Matter.
La premiada actriz de Watchmen se detiene en cuatro hombres cuyas vidas cambiaron o se truncaron a partir de esa fecha. El duelo más interesante es entre los dos que murieron de forma violenta antes de tiempo. Apenas unos meses después, Sam Cooke (interpretado con convicción por Leslie Odom Jr) fue tiroteado hasta la muerte por una mujer en un extraño suceso ocurrido también en un motel, y Malcolm X, que en la película ya plantea su necesidad de abandonar la Nación del Islam, fue asesinado al año por uno de sus miembros. Encarnado por el actor británico Kingsley Ben-Adir, a su beligerancia le falta vigor. Eli Goree, quizá el mejor de los cuatro, logra hacer suyo el célebre histrionismo de Ali mientras que Jim Brown, encargado por Aldis Hodge, dota de un atractivo orgullo a un deportista que acabó su carrera como actor y activista.
Resulta extraño que en su debut, King haya optado por una historia 100% masculina después de sus sentidas promesas de paridad en sus proyectos cuando recibió el Globo de Oro de 2019 por su trabajo en El Blues de Beale Street, película que también la valió el Oscar a la mejor actriz secundaria. Nada que objetar a que todos los personajes de su ópera sean hombres si así lo requiere la historia, solo lamentar una vez más el activismo protocolario, de camiseta y alfombra roja. Dicho esto, Una noche en Miami es una película interesante y bien interpretada, poco más.
UNA NOCHE EN MIAMI
Dirección: Regina King.
Intérpretes. Kingsley Ben-Adir, Aldis Hodge, Leslie Odom Jr., Eli Goree, Lance Reddick, Christian Magby, Nicolette Robinson, Joaquina Kalukango, Michael Imperioli.
Género: drama. Estados Unidos, 2020.
Duración: 110 minutos.
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