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Salvar Cataluña (del negocio de las ideologías)

El 'procés' se ha convertido en una imparable tendencia editorial. Pero no es nueva. Desde hace años han venido apareciendo libros muy útiles para entenderlo. La lectura de algunos nos habría ahorrado muchos sobresaltos

Juan Luis Cebrián
Manifestantes independentistas y nacionalistas españoles se enfrentan en Barcelona.
Manifestantes independentistas y nacionalistas españoles se enfrentan en Barcelona.NACHO DOCE (REUTERS)

En estos días de confusión y tímida esperanza política, como algunos la han denominado, se me ocurre hacer algunas sugerencias literarias sobre el conflicto catalán. Bien podrían servir de guía a aquellos interesados en que el debate que se les viene encima tenga raíces intelectuales más que las del puro oportunismo.

Olvidaré los clásicos, desde Pla hasta Anselmo Carretero, pasando por las vicisitudes bélicas de Orwell en su Homenaje a Cataluña. También los poetas, como Maragall o Espriu, y la abundante historiografía al respecto. Si los negociadores no catalanes desconocieran a estas alturas todo eso, bastaría para entender hasta qué punto la discusión se centra en intereses partidarios y cortoplacistas. Prefiero poner el acento en publicaciones relativamente recientes, de manera especial las que salieron a la luz a partir de 2018 como consecuencia de los sucesos de octubre del año anterior. Previamente aparecieron obras merecedoras aún hoy de atención pues ponen de relieve que nos encontramos ante una situación relativamente fácil de prever. Así se desprende de la conversación entre Felipe González y Miquel Roca que Lluís Bassets enhebró hace ya casi una década bajo el título de ¿Aún podemos entendernos? Quizá de haber seguido algunas de las orientaciones que allí se hacían nos habríamos ahorrado tribulaciones posteriores.

El año 2014 fue prolífico en la producción de ensayos sobre la materia. Joan Tapia, director de La Vanguardia antes de que esta sucumbiera a trompicones a la presión soberanista, publicó una interesante crónica (¿España sin Cataluña?) sobre los sucesos previos al referéndum organizado por Artur Mas, que acabó en su inhabilitación política. Su conclusión era ya que, roto el diálogo entre la Generalitat y el Gobierno de Madrid, era imperiosa una reforma constitucional, pero señalaba las dificultades habida cuenta de que “carecemos de las esperanzas y los miedos” que hicieron posible la Transición. Por las mismas fechas Xavier Vidal Folch, en su Cataluña ante España, ponía premonitoriamente en duda la eficacia del artículo 155, aplicado por lo demás de forma tan inexperta y caótica como todos pudimos apreciar, y señalaba a Jordi Pujol como el refundador de la nación catalana.

Se publicó también la obra del profesor Alejandro Nieto sobre La rebelión militar de la Generalidad de Cataluña contra la República. Su lectura me causó la impresión de que, en definitiva, los pasos dados en el reciente procés por Esquerra Republicana no son muy diferentes de los que Macià y Companys llevaron a cabo, aunque finalmente la revolución de octubre de 1934 asumiera la violencia armada contra el Gobierno republicano. Desde entonces me ha acompañado la sensación de que los amagos de la actual dirigencia política de Cataluña no han sido sino un remedo de aquella aventura. Hubo más de 3.000 detenidos y más de 1.000 procesados. ­Companys y los ministros de la Generalitat fueron condenados a 30 años de cárcel por el Tribunal de Garantías Constitucionales, pero durante 1935 creció la presión de la opinión pública de la izquierda a favor de la amnistía. En febrero de 1936 ganó las elecciones el Frente Popular y el nuevo Gabinete indultó a los rebeldes. En julio de ese mismo año se produjo el levantamiento del Ejército y comenzó la Guerra Civil. Estas son cuestiones para recordar. También de 2014 es la obra Cataluña y las demás Españas, de Santiago Muñoz Machado, que, como tantos otros, reclamaba una reforma constitucional y una solución pactada al contencioso.

Uno de los libros más recientes sobre el procés es el de Ernesto Ekaizer Cataluña año cero, sobre el que Jordi Gracia hiciera una crítica en Babelia. Coincido en las asperezas de la misma respecto a la precipitación y defectos formales de la obra, cuyo argumento fundamental es demostrar la inexistencia de la rebelión desde el punto de vista jurídico. Ekaizer es buen conocedor de la intrapolítica judicial de este país, tanto en lo que se refiere al Supremo como a la Audiencia Nacional. Y su animosidad contra los jueces Marchena y Llarena no enturbia para nada el análisis de las deficiencias de todo tipo en la administración de justicia que afloran en el libro.

Junto a toda esta producción de pensamiento y análisis políticos, históricos o jurídicos, me interesó más que nada un relato novelado que, bajo el nombre de Salvar Cataluña, se publicó bajo el seudónimo de Ibai Noguera. Lo que se anuncia como novela es en gran medida una crónica, sin ambiciones literarias, de los eventos del procés. A ella se incorpora luego la ficción de una respuesta a los mismos por parte de la mayoría no soberanista de Cataluña. Noguera, o como se llame en realidad, hace una crítica despiadada del comportamiento de la burguesía y el empresariado catalán. A partir de la secreta e imaginaria revuelta contra el independentismo que algunos de sus personajes emprenden, denuncia también la falta de inteligencia y audacia a la hora de contrarrestar mediáticamente y a través de las redes sociales la influencia de los separatistas en la sociedad catalana. Refleja sobre todo la orfandad y falta de apoyo en la que los catalanes no independentistas (más de la mitad del país) han padecido tanto con Gobiernos del PP como del PSOE. Aunque apunta, de nuevo, su tímida esperanza de que la llamada al diálogo que hoy protagoniza el ambiente político pueda ofrecer soluciones reales, no dictadas por el oportunismo.

Cualquiera de estas lecturas ayudaría a los negociadores no catalanes de las diversas mesas que ahora se convocan a comprender razones y desvaríos de los separatistas. Pero si su tiempo es breve y su pasión por el conocimiento se ha rendido ya a lo audiovisual y a Twitter, les recomiendo que lean al menos la conferencia de Roberto Fernández Díaz, rector que fue de la Universidad de Lleida y expresidente de la Conferencia de Rectores, sobre 1714: el gran agravio de Cataluña. Puesto que el nacionalismo populista entiende que todo empezó ahí, hace más de 300 años, conviene asumir la recomendación final del autor: “Expulsemos de la ciencia histórica a quienes quieren venderla por un par de euros de ideología”. Y del debate político también.

Los libros del 'procés'

¿Aún podemos entendernos?, Felipe González, Miquel Roca, Lluís Bassets. Planeta, 2011. 288 páginas. 21 euros

Cataluña ante España, Xavier Vidal Folch. Los Libros de la Catarata, 2014 144 páginas. 14,98 euros

La rebelión militar de la Generalidad de Cataluña contra la República, Alejandro Nieto. Marcial Pons, 2014. 416 páginas. 25 euros

Cataluña y las demás Españas, Santiago Muñoz. Crítica, 2014. 304 páginas. 21,90 euros

Cataluña año cero, Ernesto Ekaizer. Espasa, 2019. 440 páginas 19,90 euros

Salvar Cataluña, Ibai Noguera. Estudio, 2018. 238 páginas. 11,40 euros

1714: el gran agravio de Cataluña, Roberto Fernández Díez. Universidad de Granada, 2019. 64 páginas. 3 euros

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