La Junta de Andalucía no atendió las denuncias de abandono del Carambolo
El alcalde de Camas remitió varias cartas al Gobierno autonómico sobre el estado del yacimiento
El Ayuntamiento de Camas ha denunciado el abandono del yacimiento del Carambolo, ubicado en la localidad sevillana, en varias cartas enviadas a la Junta de Andalucía, que lo declaró Bien de Interés Cultural en 2016. El alcalde de la localidad, Rafael Recio (PSOE), reclama tanto a la propiedad del terreno como a la Junta de Andalucía que activen los planes de conservación de este emblemático espacio a los que están obligados. “No podemos hablar ni de protección ni de difusión, la Junta no puede presumir absolutamente de nada en cuanto a su competencia en la gestión específica de este singular patrimonio”, explica el alcalde.
El tesoro tartésico-fenicio del Carambolo, compuesto por 21 piezas de oro que pesaban en conjunto casi tres kilos, se encontró durante unas obras en un cerro de Camas en 1958. El terreno donde fue hallado, que sigue conservando restos de cuatro civilizaciones anteriores, del Calcolítico a la Protohistoria, pertenece al grupo inmobiliario Gabriel Rojas, que lo mantiene en un estado de abandono notable, con basuras, escombros, aguas estancadas y olores pestilentes, además de no estar señalizado.
El alcalde de Camas asegura que ha realizado “muchas solicitudes” a la Junta de Andalucía para tener una reunión con el objetivo de valorar el futuro del yacimiento, sin éxito alguno. “La omisión a nuestros planteamientos ha sido la única respuesta y sin opciones a intercambiar planteamientos sobre el futuro del BIC, que continúa estando en manos privadas y en un estado de total abandono”, explica el regidor. Las últimas peticiones municipales se recogen en cartas remitidas en septiembre y noviembre a la Consejería de Cultura, sin que hayan recibido respuesta. Ayer, tras ser preguntada por este diario, un portavoz de la consejería aseguró que el alcalde de Camas será recibido “en no más de diez días”.
Uso hotelero
Los suelos del cerro del Carambolo fueron adquiridos por el grupo promotor Gabriel Rojas en el año 2000, cuando el Ayuntamiento de Camas convirtió en suelo de uso terciario el cerro, que hasta entonces estaba calificado como “paisaje sobresaliente”.
El plan de la empresa era construir un hotel de 150 habitaciones que integraría las ruinas del santuario —principalmente vestigios de cimentaciones de adobe—, mediante un centro de interpretación. No obstante, las restricciones dictadas por la Consejería de Cultura a esta iniciativa motivaron que en 2009, el citado grupo inmobiliario ofertase los terrenos a la Administración autonómica al considerar truncado su proyecto.
Tres años después, ya en 2012, trascendió que Gabriel Rojas había emprendido una reclamación patrimonial contra la Junta de Andalucía, a cuenta de los perjuicios derivados del fracaso de su proyecto de hotel, extremo derivado de las restricciones urbanísticas impuestas sobre los terrenos. En 2013, el Tribunal Supremo resolvió el litigio emprendido por el grupo promotor al ratificar la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que reconocía el derecho de la empresa a una “indemnización” de 1,55 millones de euros.
Tres años después la Junta de Andalucía protegió el yacimiento como Bien de Interés Cultural, que da indicaciones tajantes a los titulares: “Los propietarios o poseedores de los bienes tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos de manera que se garantice la salvaguarda de sus valores”. La ley, además, otorga a la Junta de Andalucía la potestad de “expropiar el territorio a sus dueños” y permite a la Consejería de Cultura “ordenar a las personas propietarias, titulares de derechos o simples poseedoras de bienes inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico la ejecución de obras o la adopción de las actuaciones necesarias para su conservación, mantenimiento y custodia”.
Disputas por la titularidad
El alcalde de Camas, Rafael Recio, recordó que el tesoro del Carambolo, a pesar de haber sido encontrado en su municipio, pertenece al Ayuntamiento de Sevilla. “Tenemos que asumir con resignación en este pueblo la anomalía de la titularidad, fruto de una cacicada del período franquista. Por tanto, no sólo hemos fracasado en la gestión cultural, sino también en la democratización de este legado”. El Ayuntamiento de Sevilla ha anunciado que pretende exponer el tesoro, que ahora mismo se encuentra en la cámara acorazada de un banco.
Babelia
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