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“Recibo constantes llamadas de auxilio desde los museos”

María Dolores Jiménez-Blanco, la nueva directora general de Bellas Artes, debe poner en el siglo XXI 16 instituciones estatales y 60 de gestión transferida

María Dolores Jiménez-Blanco, directora de Bellas Artes, en su despacho del Ministerio de Cultura.
María Dolores Jiménez-Blanco, directora de Bellas Artes, en su despacho del Ministerio de Cultura.Claudio Alvarez

María Dolores Jiménez-Blanco (Granada, 61 años) llegó a la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura a finales de septiembre. Segunda mujer en 100 años en ocupar este cargo (la primera fue Ángeles Albert en 2009 con la ministra González-Sinde) ha dedicado sus primeros tres meses a buscar lianas con las que rescatar a un sector herido de muerte por la pandemia. Por un lado cuenta con el dinero procedente de los fondos europeos para poner en el siglo XXI a los 16 museos estatales y 60 de gestión transferida que dependen de Bellas Artes. Por otro, impulsará y apoyará las transformaciones de aquellos que aprovechen el cierre de parte de las salas para transformarse. Como ejemplo, señala al Prado: “A la vista del resultado de [la muestra] Reencuentro, están repensando su colección. A mí me parece una idea espléndida. Pueden darse relecturas aún más ricas de las que conocíamos”.

Directora en excedencia del Departamento de Historia del Arte de la Facultad de Geografía e Historia de la Complutense, publicó su tesis doctoral, Arte y Estado en la España del siglo XX, bajo la dirección de Francisco Calvo Serraller, de quien se sigue sintiendo alumna. Entre sus numerosas publicaciones destacan las dedicadas a Picasso, Juan Gris o Julio González.

Pregunta. Como teórica que aterriza en la gestión en lo más duro, ¿qué se ha encontrado?

Respuesta. En la Universidad he tenido que coordinar un departamento con más de 100 personas, de manera que algún rodaje traía. Siento que toda la vida que había estado preparando para este trabajo. Lo que me he encontrado en estos tres meses han sido constantes llamadas de auxilio de museos y de instituciones que no dependen directamente de Cultura, como es la Fundación Miró de Barcelona. El cierre ha acabado con la venta de entradas que para muchos era su mayor fuente de ingresos. He contestado a todos, porque quiero que se sientan acompañados y atendidos.

P. Pero solo a base de cariño no se abren las puertas. ¿Llegarán las ayudas económicas?

R. Las ayudas vienen de la mano de los fondos europeos con la transformación digital y ecológica. Dentro del campo digital, solemos pensar en el Prado o el Reina Sofía que han logrado una presencia digital extraordinaria. Diría incluso que son ejemplos mundiales. Pero pensemos que tenemos otros museos en los que se carece de wifi. A partir de ahí, ¿cómo van a exponer sus colecciones en sus webs? Arrancarán de cero y esos son los que más lo van a notar. Fíjese que me imagino una transformación como la que ocurrió en España con nuestras carreteras, que, de repente, todo se llenó de autopistas.

P. ¿Cuánto dinero será?

R. Es la mezcla de varias partidas, prefiero no dar una cifra.

P. ¿En qué exigencias de inversión están pensando?

R. Tienen que transformar su iluminación y climatización, totalmente obsoletas en muchos casos. La catalogación y exposición de las obras deberán estar online. Es una adaptación al siglo XXI en museos que sufren toda clase de carencias. Tienen que presentar sus objetivos realizables en tres años y dar cuentas de sus logros.

P. ¿Reforzarán también el personal? Hay museos que abren menos horas de las debidas por falta de trabajadores.

R. Podremos contratar personal vinculado a las transformaciones. Donde tenemos la gestión transferida tenemos que hablar con las comunidades autónomas. Además, estoy trabajando para conseguir una mayor implicación de la sociedad civil.

P. Los creadores están pasando muy malos momentos. La Unión de Artistas Contemporáneos de España, con 25.000 miembros registrados, ha reclamado un sueldo mínimo y ayudas para talleres y la realización de obras.

R. Estamos tramitando una serie de ayudas para paliar el impacto económico de la covid para galerías, artistas y comisarios por valor de 638.000 euros para 156 solicitantes y medio millón más para artistas audiovisuales. Toda medida es insuficiente, pero estamos en ello. Proyectamos también medidas de más largo alcance como la transformación de Tabacalera en un centro para que los artistas realicen sus investigaciones.

P. ¿Le queda tiempo para ver exposiciones? ¿Ha podido ver ya la que el Reina Sofía dedica a León Ferrari o la de Invitadas en el Prado, ambas con polémica?

R. La de Ferrari no la he visto aún. Aunque sí estuve en la Bienal de Venecia, cuando le dieron el León de Oro en 2007. Me parece un artista excepcional, de una importancia indiscutible. Una suerte que la familia haya legado. La de Invitadas la disfruté muchísimo. Creo que muchos de quienes la critican se han inventado un concepto de exposición que no era el que el comisario Carlos Navarro ha realizado, un trabajo interesantísimo en el que yo misma he colaborado en el catálogo.

P. El 31 de diciembre se cumple el último plazo de Carmen Thyssen para resolver el futuro de su colección en el museo. ¿Qué cree que va a ocurrir?

R. No lo sé. Su despacho de abogados y el nuestro están en conversaciones. El ministro y la baronesa han hablado en muchas ocasiones. De todas maneras, quiero señalar que lo importante es la colección de 775 obras adquiridas por el Estado por 350 millones de dólares en 1988. Son obras esenciales que cubren huecos históricos del Prado y del Reina y eso es inamovible. La garantía del Estado sobre la colección de la baronesa está cubierta hasta mediados de marzo de 2021. Espero que encontremos un acuerdo.

P. Podríamos decir que su nombramiento también allana un hueco histórico respecto a la presencia de mujeres al mando de las instituciones culturales.

R. Acaban de elegir a Leticia Ruiz como directora del museo de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional. Y al frente de la institución hay otra mujer, María Llanos Castellanos. Pero sí, según crece la pirámide, vamos desapareciendo.

P. ¿Es partidaria de las cuotas?

R. No lo tengo claro, aunque sí creo que hay que fomentar la presencia de las mujeres en los cargos de dirección. El reto es enorme y hay poco tiempo que perder.

P. Ha estudiado mucho a Picasso y a Gris. ¿Cómo cree que habrían llevado la pandemia?

R. Picasso habría sobrevivido. Gris hubiera muerto de hambre.

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