El juez ordena ejecutar la sentencia que obliga a Cataluña devolver 111 bienes de parroquias de Aragón

El Museo de Lleida debe devolver las 111 obras de arte de las parroquias de la Franja de Aragón (zona oriental de la comunidad) antes del 15 de febrero del año próximo. Así lo ha determinado el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Barbastro (Huesca) que ordena la ejecución de la sentencia que obliga a devolver las 111 obras de arte de las 43 parroquias de la Franja (Bafaluy, Buira, Roda de Isábena, Ardanué, Benavente de Ribagorza, Egea, Fraga, Monzón y Tamarite de Litera, entre ellas) que se segregaron hace 25 años de la Diócesis de Lleida para incorporarse a la recién creada de Barbastro-Monzón. Una ejecución que se produce pese a estar recurrida la sentencia, que no es firme, por la Generalitat y el Consorcio del Museo de Lleida, donde están depositadas las obras.

El auto del juez Carlos Lobón, dado a conocer esta mañana, acepta la petición realizada el 24 de noviembre por Barbastro-Monzón y el Gobierno de Aragón, para que se ejecute la sentencia dictada hace justo un año, en diciembre de 2019, y acuerda trasladar al Consorcio del Museo Diocesano del Museo de Lleida, propietario y gestor del museo y al Obispado de Lleida la orden.

El juez establece el plazo de casi dos meses para la entrega “tomando en consideración el número de obras, su naturaleza y la necesidad de que el traslado se realice garantizando la integridad de las mismas”. La entrega se efectuará en la sede del Obispado de Barbastro-Monzón “debiendo efectuarse conforme a los estándares museísticos de rigor, de modo que no se causen daños en los mismos”.

La resolución, contra el que no cabe recurso permite a la parte catalana oponerse a la orden de ejecución provisional y le da un plazo “de cinco días a contar desde el siguiente a la notificación del presente auto”. Pero el juez advierte que, en caso de incumplirse su auto, se puede incurrir en multas coercitivas y mensuales, así como con pedir responsabilidad penal.

El proceso civil se inició en 2017, cuando el Obispado de Barbastro-Monzón, tras años de pleitos por la vía canónica, recurrió a la justicia civil la recuperación de las piezas alegando que estas estaban en el museo en calidad de depósito desde que el obispo de Lleida Josep Masseguer (1889 a 1905), se las llevó. Desde la parte catalana se intentó probar con documentos la posesión legal de las piezas y no de un mero depósito. En ese proceso figuran como demandados el Obispado de Lérida y el Consorcio del Museo, donde están depositadas y como coadyuvantes en el litigio figuran el Gobierno de Aragón y la Generalitat de Cataluña.

Tras conocerse el auto, Ángel Pérez, obispo de Barbastro-Monzón, ha expresado su satisfacción y ha asegurado que van a proceder “desde la sencillez, la humildad, como hemos hecho siempre, sin afán de prepotencia”. Felipe Faci, consejero de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón, lo ha calificado como un “acto de justicia”. Para él es necesario “porque los bienes no debían de haber salido nunca”. Según Faci, el museo de Barbastro, que fue rehabilitado hace 10 años “está preparado para recibir las piezas”. Todavía no ha trascendido cuál es la postura que tomará la Generalitat y el consorcio del Museo de Lleida formado por el Departamento de Cultura, el Obispado de Lleida, el Ayuntamiento de Lleida y el Consell Comarcal, tras conocer esta orden.

El presidente de la Diputación de Lleida, Joan Talarn, si ha dicho en su cuenta de Instagram, que “el juzgado vuelve a ordenar un nuevo expolio del Museo de Lleida sin dar voz a la parte catalana”. También ha escrito: “Defendemos la unidad del museo y nos conjuramos contra un nuevo ataque a la identidad leridana”.

Como ha ocurrido en los otros casos que enfrentan a Aragón y Cataluña por el patrimonio eclesiástico, como son los bienes y las pinturas murales del monasterio de Sijena, también en este conflicto, la parte aragonesa ha pedido de forma reiterada la ejecución de la sentencia, desde las primeras instancias, sin tener en cuenta la provisionalidad de las mismas. Ya que el proceso sigue en los tribunales después de los recursos presentados a esta sentencia de 2017. En el caso de los bienes de Sijena y ahora el de los 111 de las parroquias de la Franja el juez ha atentado las peticiones aragonesas. En el caso de las pinturas murales de la sala capitular del monasterio, que se conservan y exponen en el principal museo catalán, el MNAC, con todas las garantías museísticas, la jueza ha rechazado estas peticiones y no ha obligado a ejecutarla esperando la decisión última del Supremo.

En diciembre de 2017 la Guardia Civil, por orden del juez, entro por la fuerza en el Museo de Lleida para llevarse a Sijena los 47 bienes que conservaba y que se negó a entregar por tratarse también de una sentencia provisional. Ahora se está a la espera de que el Supremo diga la última palabra.

Las diez más destacadas:

• Frontal de altar de Sant Hilari de Buira de Bonansa (siglo XIII)
• Frontal de altar de San Vicente Treserra de Arén (siglo XIII)
• Arqueta de Buira de Bonansa (siglo XIV)
• Retablo de San Cristóbal de Santaliestra (siglo XV)
• Escultura Virgen María con el Niño de Saidí (siglo XIV)
• Pintura sobre tabla de San Martín Obispo (siglo XV)
• Cruz procesional en plata (siglo XVI)
• Grupo Nacimiento y Adoración de los pastores (siglo XVI)
• Pintura Santa Eulalia y Santa Madrona (siglo XVI)
• Cuenco de Benavente (siglo XIV)