Hugo Fontela se zambulle en el reflejo de un río

El verde inunda el blanco de la sala en la muestra The River. Como su nombre indica, los colores consiguen transportar al visitante a la superficie de un río sin que sepa si lo que está viendo es la corriente de agua o el cielo que se refleja en ella. Esta vez el asturiano Hugo Fontela (Grado, 34 años) no ha añadido objetos, como sí hizo en su serie anterior, Norte, en la que una roca era el eje principal. El artista explica en una conversación telefónica que su pintura se despoja de elementos en busca de lo esencial: “No necesito añadirlos. Esta liberación me hace acercarme a la estrecha línea donde lo figurativo y lo abstracto se mezclan, y quizás esto es lo más representativo de esta exposición”.

La galeria Marlborough en Madrid acoge estas 12 obras hasta el 21 de noviembre. La responsable de ventas, Claudia Manzano, cuenta que la presentación tuvo que posponerse por la covid-19, y eso hizo que Fontela incluyera nuevas obras: “Al principio era mucho más figurativo y ha ido consiguiendo una abstracción. Se ve en las pinturas del confinamiento. Entonces, tenía una necesidad de trabajar, y como no tenía material, tuvo que utilizar papel. Creo que ha sido un acierto, porque le da fuerza a la muestra", narra mientras pasea por la galería madrileña. Además, el artista ha pasado del acrílico al óleo, un material que no utilizaba desde que estudiaba en Nueva York. Este cambio le ha permitido un tener un proceso de creación más tranquilo, “con más calma”, define.

La intención fundamental de Fontela se ve plasmada en River X: “Contiene toda la emoción de la serie. En la imagen, aparece el reflejo de un río. Me interesa el juego con la realidad; el reflejo no deja de ser una realidad manipulada. El hecho de pintar una superficie acuosa, nada tangible, me permitía tergiversar y hacerlo más pictórico”. Las Green Paintings de Cy Twombly, donde también cobra valor el verde, son una de las inspiraciones del creador. El pintor vincula esos tonos a la naturaleza y lo que más le interesa es ser capaz de, con un color y con una imagen abstracta, evocar el paisaje. “La vida es el verde, es también el mar, el azul. Esa sensación para con la vida, ahora en entredicho, es quizás lo que transmiten estas obras”.

Manzano se acerca a uno de los cuadros y señala el canto, donde los trazos de varios tonos se entremezclan. “Son una radiografía del cuadro. Incluso se ve la imprimación del lienzo, como las de los pintores antiguos, que es una especie de rojo”. Explica que hay unas seis o siete capas, con diversos gramajes y juegos de texturas. El artista también utiliza fotografías en su proceso. “Me sirven como testigo de algo que me llamó la atención. Comparo el recuerdo y la imagen, pero la pintura acaba tomando su propio rumbo”, aclara.

Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza, escribe en el catálogo que su procedimiento es obsesivo: “Se pone a darle vueltas una foto, regresa una y otra vez sobre ella, profundizando, haciendo variaciones y de ahí surge la serie. El método no es solo mentalmente obsesivo, sino físicamente obsesivo: de una foto hace muchas fotocopias sobre las cuales pinta de manera tan insistente que el papel termina casi destrozado. Por el suelo del estudio de fotos pintaba, de cargadas y abandonada, que me dan ganas de recoger y guardar".

Hugo Fontela es el artista más joven del catálogo Marlborough, del que forma parte desde el 2014. Su formación pictórica estuvo en sus inicios vinculada a la Escuela de Artes y Oficios de Avilés y a la Escuela de Arte de Oviedo. En Nueva York estudió en el The Arts Students League. Ha obtenido el Premio Príncipe de Girona de las Artes y Letras, el Premio a Mejor Artista de la Feria de Arte Gráfico ESTAMPA y el XX Premio BMW de Pintura.