_
_
_
_

Muere Jon Gibson, músico y compositor afiliado con el minimalismo

Fue cómplice de Philip Glass y colaborador de Steve Reich y Terry Riley

Diego A. Manrique
Jon Gibson (1940-2020) durante una presentación en Nueva York en 2008.
Jon Gibson (1940-2020) durante una presentación en Nueva York en 2008.Jack Vartoogian (GETTY)

Jon Charles Gibson, instrumentista y compositor, murió el lunes 12 de octubre en un hospital de Springfield (Massachusetts), a consecuencia de un tumor cerebral. Había cumplido 80 años. Aunque nacido y formado en California, la mayor parte de su carrera se desarrolló en Nueva York, donde tocó –generalmente, flauta y saxo soprano- en conciertos clave de La Monte Young, Terry Riley, Steve Reich y Philip Glass. Fue miembro esencial del Philip Glass Ensemble entre 1968 y 2019.

Más información
El músico Steve Reich.
Steve Reich: rebelión minimalista
Philip Glass: "Cuando los alumnos me piden un consejo, les digo lo mismo: ser independientes”

Culturalmente, Gibson era un producto del eclecticismo del San Francisco de los primeros años sesenta, heredero del espíritu beatnik. Fascinado por el jazz cool, también estudió música vocal india y se acercó socialmente a los futuros Grateful Dead, debido a su amistad con el bajista Phil Lesh, que también se movía por los círculos de la vanguardia sonora; ambos se sentían intelectualmente inspirados por las clases de maestros europeos como Karlheinz Stockhausen, Cornelius Cardew o Luciano Berio. Formó parte del muy activo New Music Ensemble y trabajó con Pauline Oliveros, Steve Reich o Terry Riley.

Aunque ahora se cuente en clave de aprendizaje musical, la realidad es que Gibson vivía una existencia peripatética. Evitaba tener una dirección fija y procuraba hacerse invisible durante largas temporadas: estaba en edad militar y existía la posibilidad de terminar en Vietnam. Se pasó mucho tiempo tocando en México y también recorrió Estados Unidos en la banda de un circo.

Al igual que muchas de aquellos compañeros de generación, el péndulo de la experimentación le llevó hasta la zona baja de Manhattan, donde había lofts con alquileres asequibles, espacios para actuar y la posibilidad de que se materializaran encargos. Conoció a personajes literalmente alucinantes, como el compositor callejero Moondog. Su encuentro con Philip Glass resultó decisivo: Gibson podía tocar lo que Glass escribía en sus partituras y este creyó en su talento. El primer disco de Gibson, Visitations, se editó en Chatham Square, el sello de Glass: contenía grabaciones tomadas de la naturaleza, a las que incorporó sus instrumentos en un estudio entonces alquilado por John Lennon, aprovechando las horas muertas, cuando el exbeatle no aparecía.

Aunque eclipsado por sus ilustres amigos, Jon Gibson mantuvo una productividad notable, como testimonian las críticas de sus presentaciones que Tom Johnson publicaba regularmente en el semanario The Village Voice, donde se destacaba su rigor conceptual y su talento melódico. Por la vía conyugal, descubrió el universo de la danza, componiendo para coreógrafas como Merce Cunningham, Lucinda Childs, Nancy Topf y Nina Winthrop. Participó en las representaciones (y las grabaciones) de Einstein on the beach, la obra magna de Glass y Robert Wilson. Fascinado por las posibilidades de la ópera, en 2006 estrenó Violet fire, basada en la vida del inventor Nikola Tesla, que se presentó en Belgrado y en Brooklyn.

La música de Violet fire y otros álbumes de Gibson se editaron en diversas compañías relacionadas con Philip Glass. En Tzadik, la discográfica de John Zorn, publicó Criss x cross. En los últimos tiempos, se notaba un creciente interés por sus trabajos inéditos, como testimonia el reciente doble elepé Songs And Melodies, 1973-1977.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_