Muere Manuel Herrera, uno de los padres de la Bienal de Flamenco de Sevilla

Manuel Herrera, un maestro que se propuso enseñar a todo aquel que quisiera aprender la grandeza del flamenco, ha fallecido este martes en Sevilla a los 83 años. Herrera, que nació en Casariche (Sevilla) en 1937, dedicó su vida a dignificar este arte y fue uno de los impulsores de la Bienal de Flamenco de Sevilla, la cita más importante del mundo que nació en 1980 y que él dirigió durante tres ediciones, de 1998 hasta 2002. Murió en el Hospital Sagrado Corazón de Sevilla a consecuencia de un cáncer y será enterrado este miércoles en el cementerio de Los Palacios y Villafranca, municipio en el que vivía con su esposa y sus dos hijas y sede de la peña de El Pozo de las Penas, desde donde a finales de la década de los setenta impulsó el nacimiento de la Bienal junto a otros jóvenes aficionados. Su pérdida ha arrancado al mundo del flamenco un dolorido y profundo “¡ay!”.

“Era una grandísima persona en el sentido machadiano. Bueno, en el mejor sentido de la palabra bueno”, en palabras de Antonio Zoido, director de la Bienal de Flamenco que terminó el pasado 4 de octubre y a la que Herrera acudió no solo a dar un pregón en el que expuso cómo se gestó esta cita y cuáles eran sus antecedentes, sino también a muchos de sus espectáculos. Siempre con su eterna sonrisa, esa que nunca perdió y que lució, humilde, durante la lectura de su pregón que terminó diciendo: “La Bienal es el mayor escaparate que tenemos en Sevilla y en Andalucía para difundir el flamenco como nuestra música más original y diferenciadora, lo que nos hace también especiales, y en la que se reafirma en sus raíces más jondas al tiempo que se abre a un horizonte infinito de posibilidades de expresión. Porque la Bienal no es la muestra de algo hermético, sino que el flamenco, como arte vivo que es, está abierto a su encuentro con voces, músicas y danzas de otros géneros para seguir confirmando, sin perder su esencia, su permanente presencia en un futuro sin límites”.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha lamentado su fallecimiento a través de Twitter: “Una muy triste noticia para el universo Bienal por el que tanto trabajó desde su creación, para el flamenco que ayudó a dignificar y para Sevilla. Parece que esperó a pregonar para dejarnos. Mi cariño y respeto para su familia, amigos y el mundo del flamenco”.

Flamencólogo, Manuel Herrera no solo se ocupó de este arte, sino que fue “un hombre renacentista”, en palabras de Zoido, siempre dispuesto a luchar por difundir la cultura andaluza. Fundador de la Federación de Peñas Flamencas, junto a Francisco Vallecillo, creó y dirigió durante dos décadas el programa de actuaciones de Los Jueves Flamencos y el ciclo Conocer el Flamenco, ambos dentro de la Fundación Cajasol, y promovió en Los Palacios el Festival de la Mistela.

Precisamente su última intervención pública fue ser el pregonero de esta 40ª edición, el pasado 4 de septiembre en el Real Alcázar. Acudió a muchos de los espectáculos de esta peculiar cita, que se ha celebrado a pesar de las restricciones impuestas en estos tiempos de pandemia, y se le pudo ver el 3 de octubre en La Cartuja en el estreno de La vigilia perfecta, de Andrés Marín, acompañado por su hija Carmen, quien lo arropó amorosamente con su mantón durante casi todo el espectáculo para aliviar el frío de la noche. Manuel había confiado a sus más íntimos su precario estado de salud hace unos meses, pero su aparente buen aspecto y, sobre todo, su buen ánimo ocultaban cualquier signo de enfermedad.