Muere la bailarina Zizi Jeanmaire, una clásica en Broadway

La mítica bailarina francesa Zizi (Renée Marcelle) Jeanmaire murió el pasado viernes en su casa de la localidad suiza de Tolochenaz a los 96 años, víctima de una hemorragia cerebral. Había nacido en París el 29 de abril de 1924 y entrado en la Escuela de Ballet de la Ópera a los 9 años, en el convulso 1939, cuando pasó a formar parte de la tropa de la compañía durante cuatro años “que parecieron cuatrocientos”, según su propio humor y palabras, y donde contó con la protección de Yvette Chauviré.

Zizi Jeanmaire triunfó en la Ópera de París o Broadway, así como con sus versiones de la ‘Bella durmiente’ o de ‘Carmen’

Tan popular e inmediata, siempre presente en la escena francesa y mundial en los últimos 70 años, creemos saberlo todo sobre Zizi, cuando en realidad su biografía tiene varias lecturas y etapas, y lo primero que hay que consultar son dos libros que nunca se han reimpreso de Irène Lidova (1907-2002): 17 rostros de la danza francesa (1953) y Roland Petit (1956). Al retratarla literariamente (las fotos las hizo su marido y colaborador, Serge Lido) Lidova empieza por resaltar el carácter indómito y chispeante de Renée. Lidova ve por primera vez a Zizi en un recital de cámara en el magro escenario de la Sala Pleyel en la primavera de 1944 acompañada como partenaire por Roger Fenonjois (1920-2002), y queda impresionada por “la típica coquetería parisiense”, con lo que la invita a sus Soirées de la Danse (Noches de la Danza) organizadas por ella y Claude Giraud en el Teatro Sarah-Bernhardt, donde Zizi baila el Adagio de la rosa de La bella Durmiente ante un público extasiado por su arrojo a los 20 años y sin gran experiencia escénica.

Alejada ya de la Ópera y reconociendo abiertamente “no tener la paciencia para subir peldaño a peldaño la escalera de la jerarquía del ballet” escoge su carrera independiente y sigue a Serge Lifar al Nuevo Ballet de Monte Carlo, bailando el Aubade (Poulenc) de Lifar con Vladimir Skouratoff. Enseguida, su maestro Boris Kniaseff le crea Piccoli con el que triunfa en Londres con el Ballet Russe del Colonel de Basil. En 1948 reafirma su estrellato con la fundación por parte de su marido Roland Petit (1924-2011), de los Ballets de París, y un año después, crean Carmen (con los prodigiosos y aun hoy vigentes diseños del catalán Antoni Clavé), lo estrenan en Londres y triunfan en Estados Unidos, lo que le da acceso a Hollywood con multitud de filmes musicales. En Broadway hace La muchacha de las medias negras y debuta cantando en La Croqueuse de Diamants. En 1959 baila el rol de Roxanne con su marido en un narrativo Cirano de Bergerac con música de Marius Constant y trajes de Yves Saint Laurent, modista que convirtió en su vestuarista predilecto. A partir de 1963 establece otro hito con Mon Truc en Plumes (indumentarias ideadas por Saint-Lurent) en el Alhambra de París, y a partir de ahí alquilan y gestionan el Casino de París desde 1970 para sus musicales. El 1975 regresa al escenario de la Ópera de París cuando Petit monta Sinfonía fantástica (Berlioz), pero un accidente en una pierna la hace parar. En 1979 regresa, ya en las filas del Ballet de Marsella. Siempre activa, estrenó La Chauve souris (1979), la revista Hollywood Paradise (1985, Teatro de los Campos Elíseos); Java forever (Ópera Favart, 1988, con Eric Vu An).

Entre sus grandes leyendas de escena está la producción especial de 1966 de El joven y la muerte (Petit) junto a Rudolf Nureyev, del que existe un filme para la televisión, así como de su Hada Carabosse en La Bella Durmiente (Marsella, 1996). Zizi escribió su autobiografía: Et le Souvenir Que Je Garde au Coeur (2008).