Primera sesión en el reestreno de los multicines en España

Ayer, el primer día que abrieron, el público fue escaso pero hubo fieles. “Estamos emocionados de volver abrir porque en nuestros casi 20 años de existencia era la primera vez que cerrábamos”, cuenta Luis Esteban, responsable de Kinépolis de Paterna, un complejo con 24 salas para 8.500 espectadores. Es el segundo más grande en localidades de los seis que el grupo posee en España, tras el de Madrid. El complejo volvió a la actividad con un tercio del aforo, geles hidroalcohólicos, guantes y vinilos en el suelo que marcan los dos metros de separación exigidos. “No queremos ser agresivos con el cliente, así que hemos hecho un cuadrado de 18 butacas y las dos del centro son las que sacamos a la venta. Y para evitar aglomeraciones hemos escalonado los pases, hay uno cada 20 minutos”, añade. Este viernes han proyectado 10 películas en 14 pases.

María García, de 54 años, no faltó a la primera cita. Cinéfila hasta la médula es de las que se sientan en primera fila, con manta sobre las rodillas y es capaz de ver siete veces una misma cinta. Es una de las espectadoras más fieles de estos cines Kinépolis de Valencia, reabiertos el viernes después de casi tres meses cerrados por el confinamiento. Kinépolis, el tercer grupo en tamaño en España, ha sido el primero en abrir uno de sus complejos. El lunes Cinesa abre tres en pruebas y el viernes 12 lo harán seis multisalas de Yelmo. Ya hay algún cine pequeño, y el 26 está prevista la apertura general.

“No queremos ser agresivos con el cliente, así que hemos hecho un cuadrado de 18 butacas y las dos del centro son las que sacamos a la venta”, cuenta Luis Esteban, responsable de Kinépolis de Paterna

García, la forofa de la pantalla grande, llega corriendo y sin entrada; sabe que la película está empezada, pero quiere ver Onward y saca su localidad en ventanilla. “Me encanta el cine, vine el último día que estuvo abierto en marzo, y los días anteriores y éramos ya cuatro gatos”, añade tras anunciar que a partir de ahora se dará un atracón de cine. “Supongo que vendré mañana y repetiré 1917, que está muy bien”. Ha visto tantas veces la última entrega de Misión: Imposible que ni sabe decir cuántas exactamente. “Soy de esas que entran a las cuatro de la tarde y se van a la una de la madrugada”, asegura.

Pero no fue María, a pesar de todo, la primera espectadora que franqueó ayer las puertas del cine en la reapertura. Marta y su hijo Toni, de 10 años, llegaron primero y cinco minutos antes de que empezara la sesión de las cinco. “Desde muy pequeño, a Toni le encanta ver una película y luego merendar o cenar. Es una tradición. Y cuando se enteró que abrían me dijo que quería venir ya”, explica su madre, María. Le gustan las de superhéroes y su favorita es The Avengers: Infinity war.

Al rato aparecen Mateo, de seis años, y Clara, su madre, de 39 años. Han venido a limpiar el coche y han visto los cines abiertos. El pequeño quería ver Sonic pero faltan dos horas y es demasiado tiempo de espera, así que volverán otro día. Ahora, al fin, no habrá problema.