El consejo asesor del IVAM dimite al no renovarse la dirección de Cortés
El órgano consultivo considera que la decisión de la Generalitat vulnera la independencia del museo. El director, que nunca criticó públicamente la gestión de Ciscar, ve motivaciones políticas
La decisión de la Generalitat de no renovar el contrato de seis años de José Miguel García Cortés al frente del IVAM sigue suscitando reacciones en el mundo del arte, sobre todo entre los profesionales más cercanos al director del museo valenciano. El órgano consultivo del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) ha presentado su dimisión en un escrito remitido esta mañana en el que califica como “cese” la determinación de la Consejería de Cultura de no prorrogar seis años más el mandato de Cortés a partir de septiembre y considera que se vulnera la independencia en el funcionamiento del museo.
La Generalitat aduce que la ley del IVAM aprobada en 2018 desdobla la figura de director gerente del IVAM, que hoy desempeña Cortés, en dos funciones, director artístico y gerente, y, en consecuencia, se ha de convocar un concurso internacional para cubrir la dirección del museo, según un informe jurídico. Cortés ha rechazado el ofrecimiento de presentarse al concurso. Él accedió al cargo en 2014 a través de otro concurso.
Dice el escrito del consejo dimisionario: “Como órgano consultivo del IVAM, corresponde al Consejo Asesor pronunciarse sobre cualquier cuestión artística que pueda derivarse de la actividad principal de la citada entidad. Debido a ello, quienes integramos este órgano consideramos: 1) Que las decisiones políticas unilaterales, conocidas por la prensa, que plantean el cese y la sustitución del actual equipo directivo, constituyen no solo un incumplimiento del Código de Buenas Prácticas en la cultura valenciana, de obligado cumplimiento para la administración, sino subsidiariamente también del Código de Buenas Prácticas de ámbito estatal y del Código deontológico del ICOM para los museos. 2) Que dichas decisiones suponen, fundamentalmente, una vulneración de la independencia de la institución, que debe decidir su futuro y funcionamiento desde el Consejo Rector, tal y como establece la Ley 1/2018, de 9 de febrero, de la Generalitat, reguladora de l’Institut Valencià d’Art Modern. Ante esta situación, el Consejo Asesor del IVAM entiende que no puede ser partícipe de este tipo de actuaciones, por lo que anuncia que todos sus miembros han decidido, por unanimidad, presentar su dimisión”.
El consejo asesor del IVAM estaba formado por Lola Jiménez Blanco, Pedro Azara, David Pérez y Álvaro Pons. Fueron nombrados hace dos años en virtud de la nueva ley del IVAM y a propuesta de diferentes entidades e instituciones vinculadas con el mundo del arte y la cultura, como la propia Consejería de Cultura, las universidades públicas o la asociación de directores de museos (ADACE). Esta asociación envió hace unos días una carta a la presidencia de la Generalitat, que desempeña el socialista Ximo Puig, a la vicepresidencia (Mònica Oltra), al consejero de cultura Vicent Marzà y a los miembros del Consell Rector del IVAM solicitando “la renovación del mandato" de Cortés, tras haber “logrado los objetivos propuestos y para dar certidumbre y confianza en la gestión de la situación actual que se requiere en esta gran institución”.
A esta dimisión ha respondido de inmediato Cortés con un comunicado en el que lamenta “profundamente la dimisión de los reconocidos profesionales” y que “tanto han ayudado a su consolidación como un museo de referencia nacional e internacional”. "Defender el Código de Buenas Prácticas (que la Consellería de Cultura ha firmado) significa: posibilitar el intercambio de opiniones con todas las personas implicadas; contar con los profesionales del mundo del arte; hacer partícipe al Comité Asesor y al Consejo Rector del IVAM de las decisiones a tomar; valorar exclusivamente las razones profesionales y no dejarse llevar por cuestiones políticas o personales. Cuando en vez de esto, se toman decisiones unilaterales se crean problemas en instituciones que no los tenían y que funcionan satisfactoriamente”, agrega.
Cortés abre así un nuevo capítulo en el enfrentamiento que mantiene con Cultura. Este fin de semana se ha conocido una iniciativa en change.org, titulada El IVAM también es nuestro, para recoger firmas en defensa de Cortés, promovida por “un grupo de ciudadanas trans-marica-bollo, feministas, seropositivas y que también se identifican con las siglas LGTBIQ”. “Estamos en desacuerdo con el procedimiento de cese realizado por parte del Conseller Marzà, ya que vulnera el código de buenas prácticas que la propia Conselleria dice avalar. El intervencionismo político no es admisible. La cultura pública debe funcionar sin injerencias partidistas”, señalaba la petición, que ha sido borrada de la plataforma.
Desde que el consejero de Cultura, Vicent Marzà, de Compromís, le comunicó la pasada semana que se convocaría un concurso internacional y por tanto no se iba a prorrogar automáticamente su mandato, el director del IVAM no ha dejado de manifestar su enojo y de sugerir un trasfondo político en la decisión de la Generalitat. No obstante, Cortés reconoció el pasado miércoles a este periódico que no ha sido objeto de “ninguna injerencia política” durante su gestión.
Cortés ha normalizado la vida del museo tras la convulsa y polémica etapa de Consuelo Ciscar, hoy a la espera de dos juicios por la presunta comisión de varios delitos durante su mandato. El director fue también uno de los más cercanos colaboradores de Ciscar cuando esta ejercía como directora general de Bellas Artes y secretaria autonómica de la Consejería de Cultura gobernada por el PP. Fue Ciscar quien le nombró director del Espai d’Art Contemporani de Castelló y quien le designó como comisario de varias exposiciones del IVAM durante su mandato.
A pesar de los numerosos escándalos publicados sobre la gestión de Ciscar tanto en la Consejería de Cultura como en IVAM, Cortés nunca expresó ninguna crítica ni se sumó públicamente a ninguno de los colectivos y entidades artísticas y culturales que denunciaron prácticas corruptas e injerencia política en el casi decenio que gestionó el museo y en los 10 años anteriores que ejerció de responsable política. El actual director del IVAM fue elegido en el primer concurso internacional celebrado en el museo, bajo el mando del PP, siguiendo el código de buenas prácticas.
Algunas fuentes del mundo de la cultura y el arte recuerdan que la renovación del cargo no tiene por qué ser ni automática ni una obligación, como parece apuntar la reacción de Cortés. Añaden que su actitud de encastillamiento y de enfrentamiento abierto, después de seis años al frente del museo (es el segundo director más longevo, tras Ciscar), malogra los argumentos en defensa de su continuidad tanto por su gestión como por el modo en que se ha comunicado la decisión de no renovarle. En este nuevo concurso, la Generalitat ha apalabrado la participación del director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, y del exdirector de la Tate Modern, Vicent Todolí, uno de los profesionales clave del IVAM en su etapa inicial, cuando el museo se abrió un hueco en el circuito del arte contemporáneo internacional.
Respuesta de la consejería
En respuesta al comunicado de Cortés, la Consejería de Educación y Cultura ha lamentado al dimisión en bloque del consejo asesor, si bien rechaza los argumentos esgrimidos de “decisiones políticas unilaterales”. “No se corresponden a la realidad”, aseguran desde este departamento, que defiende que no se ha ejecutado ninguna decisión al margen del órgano competente, que es el Consejo Rector. “Ni se cesa a la dirección ni se incumple el Código de Buenas Prácticas en la cultura valenciana. Bien al contrario”, subraya el departamento dirigido por Vicent Marzà.
Así, señalan que desde Cultura de la Generalitat se trasladó a todos los miembros del Consejo Rector cuál es el procedimiento que debe seguir “de forma escrupulosa marcado en la Ley del IVAM para la dirección delcentro, una vez venza el actual contrato”. Señala que se ha citado al Consejo Rector para este 5 de junio “precisamente para convocar el procedimiento de selección de la dirección, siguiendo el Código de Buenas Prácticas en la cultura valenciana”. “Poner en duda los procedimientos y los órganos rectores del IVAM muestra un desconocimiento de la estructura del espacio museístico y son un agravio a la institución”, incide. La actual dirección del IVAM tiene un contrato vigente hasta septiembre de este año “y en ningún caso se ha planteado cesa a la dirección”, agrega.
Babelia
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