Regina Duarte deja la Secretaría de Cultura para hacerse cargo de la Cinemateca Brasileña
La actriz asumirá un órgano sumido en una grave crisis financiera y ocupado por militares y políticos de extrema derecha
La actriz brasileña Regina Duarte ha dimitido este miércoles por la mañana de su cargo como secretaria de Cultura del Gobierno de Jair Bolsonaro, en el que llevaba poco más de dos meses. Ha alegado que extraña a su familia, por lo que dirigirá ahora la Cinemateca Brasileña, que se encuentra en São Paulo, ciudad donde vive. La información se ha confirmado en un vídeo publicado en la cuenta oficial de Twitter de Bolsonaro, donde la actriz aparece de buen humor y le agradece al presidente el cambio. La permanencia de Duarte en el Gobierno de Bolsonaro ya había sido puesta en duda hacía algunas semanas, pero el presidente ha negado haber dificultado el trabajo de la actriz, a pesar de haber reducido el poder de la ahora exsecretaria de Cultura del país.
Regina Duarte relatou que sente falta de sua família, mas para que ela possa continuar contribuindo com o Governo e a Cultura Brasileira assumirá, em alguns dias, a Cinemateca em SP. Nos próximos dias, durante a transição, será mostrado o trabalho já realizado nos últimos 60 dias pic.twitter.com/79CyrQY1uI
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) May 20, 2020
En el vídeo, Regina Duarte le pregunta en broma a Bolsonaro si la hostigaba. “Cada semana, la prensa anuncia que hay uno o dos ministros que están siendo hostigados. Siempre con el objetivo de desestabilizarnos y echar por tierra nuestro Gobierno. Pero no lo conseguirán. Nunca te hostigaría”, responde el presidente entre risas. La actriz agradece a Bolsonaro y dice que es un “sueño”, un “regalo”, que la haya puesto al frente de la Cinemateca. Añade que “echa de menos a sus nietos”, motivo por el que abandona Brasilia y regresa a São Paulo.
Regina Duarte asumió la Secretaría de Cultura el 4 de marzo de 2020, casi dos meses después de la destitución de su predecesor, Roberto Alvim, que utilizó fragmentos de un discurso nazi en uno de sus discursos. El período de flirteo entre Bolsonaro y la actriz fue más impactante que el breve lapso en el que la intérprete ha ocupado efectivamente el cargo, en el que no ha implementado ninguna política para el sector, que vive un momento crítico durante la pandemia de coronavirus. Le llevó dos meses nombrar a su adjunto, Pedro Horta, que fue destituido el pasado viernes, 15 de mayo.
Blanco de las críticas del ala ideológica del Gobierno incluso antes de asumir el cargo, Duarte enfrentó dificultades para formar su equipo hasta el último momento. El investigador Aquiles Brayner, por ejemplo, al que nombró director del Departamento del Libro, Literatura y Bibliotecas, fue despedido tres días después de asumir el cargo por la presión que ejercieron los bolsonaristas en las redes sociales. Brayner afirmaría después que esos grupos forman un “gran complot para derribar cualquier acción legítima en el ámbito de la cultura”.
Los momentos más impactantes del breve paso de la actriz por la Secretaría fueron sus silencios ante la muerte de pilares de la cultura brasileña, como el cantante y compositor Moraes Moreira, el escritor Rubem Fonseca y el compositor Aldir Blanc. Cuando los profesionales de la industria y la prensa le preguntaron por su actitud, Duarte respondió, en una entrevista en la CNN Brasil el 7 de mayo, que había preferido expresar sus condolencias directamente a las familias de los fallecidos, información que luego negaron los familiares de los artistas.
La entrevista en la CNN Brasil fue, quizás, el primer paso hacia su dimisión de la Secretaría Especial de Cultura. Durante la conversación, minimizó las muertes que tuvieron lugar durante la dictadura militar brasileña e incluso se rió mientras cantaba la marcha “Adelante Brasil”, símbolo de la época. La entrevista terminó con una discusión entre la exsecretaria de Cultura y los presentadores, en la que Duarte se negó en directo a seguir respondiendo preguntas.
Traslado a la Cinemateca
La actriz se hará cargo de la Cinemateca, una institución federal con más de 70 años de historia, dedicada a preservar la producción audiovisual brasileña. El nombre que más suena para ocupar la Secretaría es el del actor Mário Frias, que se reunió este martes con Bolsonaro en un almuerzo en el que también estaban los presidentes de los clubes deportivos Vasco y Flamengo para discutir cuándo se van a retomar los campeonatos de fútbol en el país.
Lo que Duarte considera un “regalo” parece más un regalo envenenado. La Cinemateca está sumida en una grave crisis financiera y ha sido ocupada por militares y políticos contrarios a lo que consideran “marxismo cultural”. La Asociación de Comunicación Educativa Roquette Pinto (Acerp), entidad que administra la Cinemateca, ha dejado de recibir los debidos fondos públicos desde que expiró el contrato de gestión, en diciembre de 2019 y afirma que la institución —responsable de administrar más de 250.000 rollos de películas y más de un millón de documentos que cuentan la historia del cine brasileño— se mantiene con la poca caja que consigue hacer. También hay retrasos en el pago de los sueldos de los empleados, una situación que se ha agravado con la pandemia.
Además, desde septiembre del año pasado, como informó el periódico Folha de S. Paulo, militares y políticos conservadores han ocupado la Cinemateca y han celebrado reuniones para discutir eventos y el programa cultural de la institución. En octubre, se realizó una muestra de películas militares.
En la Cinemateca, Regina Duarte tendrá que convivir con Rodrigo Morais, asesor especial de Acerp y responsable de los proyectos. Morais es el exsecretario general en São Paulo del antiguo partido del presidente Bolsonaro, el Partido Social Liberal, y amigo de su hijo Eduardo. Admira las ideas del autodenominado filósofo ultraderechista Olavo de Carvalho, especialmente la tesis de que la derecha debe combatir la hegemonía cultural de la izquierda.
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