La Fiscalía de Sevilla archiva las diligencias por daños en el yacimiento tartésico-fenicio de El Carambolo

La Fiscalía de Medio Ambiente y Patrimonio Histórico de Sevilla ha archivado las diligencias que había incoado por posibles daños al patrimonio histórico en el yacimiento arqueológico de El Carambolo, según fuentes del Ministerio Público. El cerro, que ocupa un área de casi 30.000 metros cuadrados en Camas (Sevilla), es propiedad del grupo Gabriel Rojas desde 2000 y fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2016.

La Fiscalía ha archivado el caso tras recibir un informe de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía en el que, a pesar de admitir la falta de cuidado y de conservación del entorno en el que se ubica el yacimiento, asegura que el “registro arqueológico está intacto”, pues se selló con hormigón para preservarlo después de la última excavación que se realizó en 2006.

El cerro de El Carambolo, en el que en 1958, durante las obras de ampliación de un club de tiro, los operarios descubrieron 21 piezas de oro de estilo tartésico-fenicio y datadas entre los siglos VIII y VII antes de Cristo, se ha convertido en un vertedero que acumula escombros y aguas estancadas del que nadie se ocupa. El tesoro, guardado en la cámara de seguridad de un banco, se ha mostrado solo en cinco ocasiones. En su lugar el Museo Arqueológico de Sevilla exhibe habitualmente una copia.

El propietario, el grupo Rojas, lo adquirió en 2000 para construir un hotel de lujo que incorporara los restos del cerro —en el que los arqueólogos han identificado cuatro ocupaciones desde el Calcolítico (hace unos 4.000 años) hasta la Protohistoria (siglo VII a. C.)—, proyecto que no se realizó por las restricciones impuestas por la Consejería de Cultura y que el grupo inmobiliario abandonó en 2009. El grupo Rojas ofertó entonces la venta de los terrenos a la Administración autonómica e inició una reclamación por los perjuicios derivados del fracaso de su plan en un suelo que el Ayuntamiento de Camas había recalificado en 2000, pasando de ser “paisaje sobresaliente” a “suelo de uso terciario” y, por tanto, urbanizable. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) reconoció el derecho de la empresa a una “indemnización” de más de 1,55 millones de euros por parte de la Junta; pero la venta no se ha realizado.

Al no ser detectado “daño arqueológico” alguno ni intención de perpetrarlo, la Fiscalía ha archivado sus actuaciones, dando cuenta de ello al Ayuntamiento de Camas, a la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y al grupo Gabriel Rojas como propietario de los terrenos.

El oficio remitido por la Fiscalía a la empresa propietaria de los suelos le recuerda su “obligación” de mantener y conservar el enclave en las debidas condiciones; mientras que en el escrito dirigido a la Junta le conmina a realizar las necesarias labores de “inspección” que corresponden a la Administración andaluza como competente en la protección del patrimonio histórico declarado BIC.

El pasado enero, el Ayuntamiento de Camas y las consejerías de Cultura y Fomento iniciaron los trámites para que los terrenos del yacimiento pasen a la titularidad pública y promover la creación de un espacio cultural y un centro de interpretación en El Carambolo.