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Crítica | Doble yo
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Tesoro malgastado

Un documental que no está a la altura de su material de base: el fabuloso fondo del etnógrafo y antropólogo colombiano Gregorio Hernández de Alba

Elsa Fernández-Santos
Imagen de 'Doble yo'
Imagen de 'Doble yo'

Los hallazgos de archivos ocultos se han convertido en los últimos tiempos en un subgénero de ensayo documental cada vez más popular y cuyo interés fluctúa según y cómo se usen e interpreten las imágenes encontradas. Pero el cine a partir de archivos previos es un fascinante campo de trabajo donde el éxito no depende solo del valor del tesoro. Doble yo, dirigida y escrita por Felipe Rugeles, es una película construida a partir del fabuloso fondo del etnógrafo y antropólogo colombiano Gregorio Hernández de Alba. Manuscritos, fotografías y películas caseras de un pionero en el rescate del pensamiento indigenista que aquí se presentan cargadas de significado sobre los efectos de la colonización y sus traumas.

El problema es que el material encontrado está muy por encima del material creado (y esa falta de equilibrio lastra una película que también juega con un material sonoro fragmentado, en el que la voz en off del narrador se suma a una larga lista de recursos que, como le ocurre a muchos efectos visuales y a sus redundantes juegos de texturas, acaban resultando excesivamente retóricos. Un puzle de imágenes y sonidos para adentrarse en el choque entre colonizadores y colonizados y en la insalvable tragedia que siguen arrastrando muchas poblaciones indígenas. Hernández de Alba investigó la migración del campo a la ciudad, la medicina popular o las diferentes formas de vivienda. Fotografió sus largas expediciones, durante las que encontró las huellas de rituales ancestrales, y capturó los rostros de familias indígenas que jamás habían visto una cámara. Filmó el descubrimiento de tesoros arqueológicos, películas que conviven con otras más costumbristas de Colombia en los años cuarenta, de peleas de gallos a procesiones. En definitiva, huellas de la historia de su país y de su propia vida destinados a un ensayo que resulta sugerente por este fabuloso material, aunque acabe malgastado en cuestiones existenciales e identitarias mal resueltas.

DOBLE YO

Dirección: Felipe Regules.

Plataforma: Filmin.

Género: documental. Colombia, 2018.

Duración: 80 minutos.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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