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Juan Martín Velasco: mística en tiempos de secularización

El sacerdote fue el mejor especialista español en fenomenología de la religión y una influyente figura en la teología y la iglesia católica

El sacerdote Juan Martín Velasco.
El sacerdote Juan Martín Velasco.
Juan José Tamayo

Con la misma discreción con que vivió, falleció el 5 de abril, a los 86 años, Juan Martín Velasco, el mejor especialista español en fenomenología de la religión y una de las figuras más lúcidas e influyentes en la teología y la iglesia católica española con gran proyección internacional. He seguido su itinerario vital e intelectual desde comienzos de los setenta del siglo pasado en que inicié mi tesis doctoral en el Instituto Superior de Pastoral de la Universidad Pontificia de Salamanca, bajo la dirección de Casiano Floristán, a quien Martín Velasco sustituyó como director en 1973.

Tuvo una formación intelectual caracterizada por el rigor en el estudio de las ciencias de las religiones y el magisterio de prestigiosos profesores. Estudió filosofía en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) con los profesores Dondeyne, Waelheus y Van Rict, donde se doctoró con una tesis sobre la filosofía de la religión en la obra del filósofo francés Henry Duméry, publicada en 1970. Posteriormente fue alumno de Paul Ricoeur en la Sorbona y de Bernhard Welte en Friburgo (Alemania).

Fue pionero en España en la incorporación a los estudios teológicos y filosóficos de la fenomenología de la religión, disciplina de la que fungió como catedrático durante 40 años en el Instituto de Pastoral y como maestro de varias generaciones de seglares, sacerdotes, religiosos, religiosas, a quienes abrió nuevos horizontes religiosos y despertó a la conciencia crítica en tiempos del tardo nacionalcatolicismo, primero, y de involución eclesial, después. La obra que mejor recoge su original reflexión sobre el tema es Fenomenología de la religión, publicada en 1973 conjuntamente con José Gómez Caffarena en Filosofía de la religión.

Sus estudios teóricos de fenomenología de la religión tienen su concreción especial en dos ámbitos. Su temprano descubrimiento de la secularización le llevó a reflexionar sobre el lugar de la religión, de la experiencia de Dios, de la oración y del ser cristiano en tiempos de ausencia de Dios. Su propia experiencia de persona mística en la ciudad secular le condujo a la reflexión sobre la mística en la historia y en la actualidad como parte central del fenómeno religioso y estrechamente relacionado con el “fenómeno humano”, que se caracteriza por una considerable variedad de formas y está presente también en expresiones no religiosas de mística laica. Y lo hace siguiendo la estela y en sintonía con sus paisanos abulenses Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, a quienes dedica estudios de gran belleza literaria y honda espiritualidad.

El itinerario de Martín Velasco ha caminado tras las huellas del Misterio, consciente de su inaccesibilidad, y al encuentro con Dios, o, mejor, al “redescubrimiento de Dios”, que, afirma, “no aparece a una mirada interesada que solo se preocupa de la utilidad…, ni a una mirada dominadora”, sino que “exige una cura de sosiego, gratuidad y creatividad.” Juan Martín Velasco continúa vivo entre colegas, amigos, amigas, creyentes y no creyentes, en el recuerdo de su ejemplaridad y en su extensa obra, que nos ayudará a conocerlo mejor en su espiritualidad encarnada e iluminadora de la oscuridad del presente.

Juan José Tamayo es director de la Cátedra de Teología y Ciencias de la Religión de la universidad Carlos III de Madrid. Su último libro es Hermano Islam (Editorial Trotta)

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