Disney afronta el dilema de resucitar sus clásicos sin ofender
La plataforma incluye avisos al público en filmes como ‘Dumbo’ o ‘Blancanieves’
El archivo histórico es una de las grandes bazas de las nuevas plataformas digitales. Pero a veces volver los ojos al pasado tiene peligros. Los códigos morales han cambiado y el archivo no. Chistes y gags como el de "mi marido me pega" de Martes y Trece, que se vio en La 1 en 1991, hoy podrían poner en un brete a alguno de estos servicios.
El martes arrancó en Estados Unidos Disney + (a España llegará el 31 de marzo), con contenidos nuevos -como The Mandalorian, de Star Wars- pero su verdadera fortaleza reside en su enorme catálogo de películas y series. Entre ellas se incluyen títulos de la primera mitad del siglo pasado que incluyen escenas, personajes o situaciones que, a ojos de los espectadores actuales, pueden causar problemas.
La compañía ha decidido mantener su contenido tal y como se vio en su emisión original pero con una advertencia: "Este programa se muestra como se creó originalmente. Puede contener representaciones culturales anticuadas". De esta forma, en Dumbo (1941) -y en contra de lo que se anunció en abril-, los espectadores sí pueden ver una criticada escena de la película original con un cuervo llamado Jim. El nombre del pájaro, que habla como una caricatura de un hombre negro, hace además referencia a las llamadas leyes Jim Crow (cuervo, en inglés), que permitieron la segregación racial en Estados Unidos hasta 1965. Además, los animales fuman, algo que también se avisa en junto a la sinopsis de la película.
They didn’t remove the crows from Dumbo, instead offering something similar to what Warner Bros did. pic.twitter.com/JrfEzlRtK2
— Walt History (@HistoryWalt) November 12, 2019
Blancanieves, que limpia a fondo la casa y cuida a los siete enanitos de la película de 1937; o Peter Pan (1953), donde se reflejan a los nativos americanos con piel roja y lenguaje indescifrable, también cuentan con este aviso. Y La dama y el vagabundo (1955), en la que unos gatos siameses cantan un tema que en inglés está basado en los típicos errores gramaticales y de pronunciación que cometen los asiáticos. También Shon Gun, otro gato que responde a estereotipos racistas con su fuerte acento, ojos rasgados, color amarillento y dientes muy grandes, es uno de los responsables de que aparezca el mensaje en Los aristogatos (1970).
La decisión de incluir este mensaje recuerda a la adoptada por Warner Bros. hace años cuando recopiló sus clásicos animados en DVD. En ese caso, las grabaciones, que incluían los chistes más racistas que pudo protagonizar Bugs Bunny en los años cuarenta, arrancan con el siguiente texto en pantalla: "Los dibujos animados que vas a ver son producto de su tiempo. Pueden exhibir algunos prejuicios étnicos y raciales que eran comunes en la sociedad estadounidense, erróneos entonces y erróneos ahora. Aunque no representan la visión actual de Warner Bros. de la sociedad, estos dibujos se presentan como fueron creados originariamente, porque hacerlo de otro modo sería lo mismo que afirmar que esos prejuicios nunca existieron". Así se cubrían las espaldas ante. La actriz Whoopi Goldberg es la encargada de hacer esa misma advertencia en la edición en DVD de las aventuras de Tom y Jerry.
Hay un caso en el que Disney ha sido radical: Canción del sur (1946), no está disponible en la plataforma (la cinta no ha estado disponible en ningún formato desde hace más de 30 años). En este largo musical se narraba la historia del tío Remus, un hombre negro que trabajaba en una plantación de algodón en Estados Unidos acompañado de niños y animales animados, una realidad que dulcificaba en extremo la vida de esclavitud en las plantaciones.
El mismo debate se ha planteado en el caso de la plataforma británica Britbox, disponible desde la semana pasada en Reino Unido, Canadá y Estados Unidos y que suma producciones de BBC e ITV. Aquí programación que no se ha considerado apropiada se ha quedado fuera del catálogo. Otras producciones tienen avisos previos al espectador de que se encuentra ante historias con lenguaje ofensivo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.