Xavier Güell: “Me hace llorar lo que pasa en la Sagrada Familia”
Un tataranieto del mecenas del arquitecto da voz al creador en su novela, ‘Yo, Gaudí’
Desde pequeño convivió con los muebles que creó Antoni Gaudí para su familia y su padre y su abuelo no paraban de hablar y contar historias del arquitecto. “Siempre ha sido un mito para nosotros. En Japón nos conocen gracias a él”. Era lógico que Xavier Güell (Barcelona, 1956), tataranieto de Eusebi Güell, el gran amigo y mecenas del arquitecto, acabara escribiendo Yo Gaudí (Galaxia Gutenberg) una novela sobre este personaje, tan desconocido como mundialmente conocidas son sus obras.
Güell utiliza el recurso del manuscrito encontrado, que siempre da verosimilitud, a partir de encontrar 21 cartas escritas por Gaudí en los casi dos meses de 1911 que duró su convalecencia en Puigcerdà por fiebres de Malta. Las cartas, dirigidas a su joven amigo Alfonso Trias, aparecen tras descubrirlas uno de sus albaceas, el doctor Pere Santaló, en un cajón secreto que Gaudí tenía en la Sagrada Familia, después de morir atropellado por un tranvía en 1926.
En las misivas va desgranando su vida, su obra, sus sentimientos y su pensamiento “es de lo mejor del libro” defiende Güell. Músico de profesión y apasionado de la música, asegura que lo que ha escrito “no es una novela ni una biografía”, sino “una interpretación” a partir de los documentos y los datos biográficos conocidos y lo que ha escuchado entre los suyos. “También reivindico el papel de mi tatarabuelo, más allá del rico que encarga edificios. Entre los dos cumplieron el sueño de cambiar Barcelona”.
Güell presenta y defiende su trabajo tan apasionadamente como Gaudí tuvo que defender el suyo. En un momento dado los ojos se le llenan de lágrimas y explica: “Me hace llorar lo que pasa en la Sagrada Familia, cómo se ha desnaturalizado su trabajo” y añade: “Pero Gaudí fue el responsable. Es de los pocos actos mezquinos e insolidarios que tuvo, por que Gaudí le había dicho a Josep Maria Jujol que él continuaría el trabajo, ya que era el más dotado de todos sus discípulos, pero en el último momento cambió de opinión”. Preguntado si existe algún documento que confirme este punto: “Estoy convencido de ello, trabajo con la intuición. Interpreto, pero siendo respetuoso y riguroso con los hechos y las personas”.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.