C. Tangana: “Si me dicen que no puedo tocar una vez, pues toco dos veces”
El rapero madrileño lanza alguna crítica a los artífices del veto a su actuación en la capital vizcaína, pero rehúye la confrontación sobre el escenario
Había dado mucho de qué hablar y, sin embargo, optó por no confrontar en exceso, aunque en algún instante no pudo contenerse. C. Tangana ha dado dos conciertos en Bilbao y en ambos se ha limitado a ofrecer su habitual espectáculo musical, optando por evitar mostrar ante sus seguidores una imagen de músico demasiado enfrascado en polémicas extramusicales. Ha sido su particular forma de reafirmarse ante el veto que le impuso el equipo de gobierno de la ciudad vasca, que canceló el pasado día 9 una actuación ya concertada con el rapero después de que una iniciativa en change.org que pedía boicotearlo por el contenido "machista" de algunas letras de sus canciones sumara más de 15.000 firmas. Tangana solo se ha desatado en el tramo intermedio del segundo pase, cuando ha soltado: "Soy bastante chulo: si me dicen que no puedo tocar una vez, pues toco dos veces".
En las puertas de la discoteca Fever, la sala junto al río Nervión elegida por el artista para su aparición en la ciudad, el público aguardaba precisamente eso, espectáculo: estaba más interesado en que su ídolo les sorprendiera que en enlatarse en ninguna reivindicación política. Antes del arranque del primer concierto, varias jóvenes defendían que la decisión final de Tangana de acudir a Bilbao —anunció de forma inesperada esta semana dos actuaciones gratuitas, para 1.500 personas cada una— es una muestra más de que la censura no era una solución correcta. "Al machismo se lo combate con educación", asegura María Rodríguez, 21 años, y "decepcionada" con el veto municipal al artista. "Ha demostrado en entrevistas que no es machista, pero la gente confunde a la persona con el personaje" piensa Andrea Gallo, también de 19. Ambas están de acuerdo en que los conciertos son una demostración de que al artista le importa lo que piensen sus fans. Algo en lo que también coincide Alazne Núñez, de 19, que las acompaña: "Deja más claro que si no viniera que aquello de lo que lo acusan no es verdad".
Unos pasos más allá, otro grupo de amigos comenta que la polémica levantada por el veto se debe a la incomprensión del género en el que se inscribe la música del artista. "El lenguaje del trap también lo emplean mujeres como la Zowi o Bad Gyal. Es algo muy de esa cultura. Parecido a las situaciones en las que un gay se llama a sí mismo maricón", dice Elena García, de 28, en referencia a los calificativos que emplea Tangana, como "puta", uno de los que más reitera. Para Nicolás Gómez, de 20, el artista no solo lanza un mensaje a los "censores": "Es también una forma de decirles a otros artistas que se espabilen, que esto les puede pasar a cualquiera".
El público disfrutó en ambos pases de la música y respaldó al rapero cuando se refirió a la reciente polémica. Aunque hubo que esperar hasta el quinto tema, Bien duro, para oírle lanzar su primer dardo, y el único de su primer concierto en el que no se cortó. "No quiero decir muchas cosas hoy. Solo gracias por estar aquí. Y vamos a bailar que es de lo que se trata", le sugirió al público, que con un tímido aplauso demostró que estaba allí para disfrutar del espectáculo.
Y la promesa del artista se cumplió durante la hora que duró el concierto, en el que sonaron éxitos como Llorando en la limo, Mala mujer, o Antes de morirme, este último estrenado junto a Rosalía en 2016. Aunque su continencia no logró que de vez en cuando diera muestras de que algo dentro de él quería soltarse. Fue bastante obvio cuando llegó Un veneno, tema lanzado el año pasado junto a El Niño de Elche. El artista disparó entonces un mensaje camuflado con el que parecía querer dar un nuevo golpe: "A veces no me explico de forma muy precisa, por eso mejor que escuchar lo que digo es escuchar lo que canto", dijo. Pero entonces no pasó de ahí.
Sí lo hizo después, cuando tras casi tres horas reapareció para su segundo espectáculo. El rapero recordó la razón que le llevó a actuar esa noche en una sala casi fuera de la ciudad en vez de en el escenario del Parque Europa y surfeó con humor las críticas que ha recibido en las últimas semanas. "Esta va especialmente dedicada para todas las malas mujeres orgullosas de serlo", comentó antes de interpretar por segunda vez Mala mujer. Y cuando lo dijo, sonrió al público. Y se gustó.
Babelia
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