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Suspendidas las obras en Notre Dame

La prefectura de París ordena una paralización "de unos días" para revisar los protocolos de protección de los trabajadores frente al plomo

Silvia Ayuso
Un obrero de Notre Dame limpia unos restos de la catedral el pasado miércoles
Un obrero de Notre Dame limpia unos restos de la catedral el pasado miércoles REUTERS

Notre Dame amaneció este viernes inusualmente silenciosa. Ni grúas ni ruidos de obra ni movimiento constante de obreros. Todos los trabajos de protección y recuperación de los restos de la catedral gótica incendiada hace tres meses y medio han sido paralizados “por unos días”. Son órdenes de la prefectura responsable de París, preocupada por que los trabajadores no estén siguiendo rigurosamente los protocolos para evitar una exposición elevada al plomo que todavía infesta los alrededores.

Para entrar en el perímetro de obra de Notre Dame, rodeada desde el incendio del 15 de abril de un muro que impide el acceso a quien no esté debidamente acreditado, hay que pasar por una pequeña instalación con agua para descontaminar los zapatos, operación que se debe realizar también antes de volver a salir a la calle. Las oficinas de los arquitectos y trabajadores están situadas en unos contenedores colocados en la zona posterior a la catedral, sobre una plataforma de hormigón, en un espacio ya descontaminado y por el que está permitido caminar sin protección. Algo que cambia en cuanto se accede a las inmediaciones del templo. Para ello, es obligatorio usar zapatos de obra, portar un mono desechable y guantes y casco de obra. En el caso de los obreros, se añade una mascarilla.

“Tomamos enormes precauciones en la obra para garantizar ante todo la salud de los obreros y de todos los que están permanentemente en la zona”, aseguraba este mismo miércoles el arquitecto jefe de Notre Dame, Philippe Villeneuve, a un grupo de periodistas. “Es un problema que tenemos que tomar en serio sin caer en histerias. El lado alarmista es un poco caricaturesco, hay que encontrar un punto medio”, insistió, recalcando que “hay que verdaderamente chupar el suelo para enfermarse”. Y recalcó: “Esto no es Chernóbil”. Ninguna de las pruebas efectuadas a los trabajadores, agregó, había dado hasta la fecha un índice de contaminación por plomo cercano siquiera a los límites establecidos por salud.

Sin embargo, parece que el dispositivo en marcha no es suficiente. Y que no se cumple de manera estricta el protocolo dictado. Es lo que viene a decir un informe de la inspección de trabajo entregado esta misma semana a la prefectura de Île de France en la que se ubica París y que ha llevado a su prefecto, Michel Cadot, a decretar la suspensión temporal de las obras hasta que estas se “adapten” a todas las medidas de precaución necesarias y los equipos de trabajo reciban la formación necesaria para asegurarse de que cumplen de manera “rigurosa”. Según explicó Cadot el jueves, las medidas de precaución, como el uso de trajes especiales o de jabón descontaminante, "no se aplicaban suficientemente".

El anuncio coincidió con el cierre también, durante dos días, de dos escuelas cercanas a Notre Dame que estaban ofreciendo cursos de verano para 180 niños. Se trata también de una medida de precaución, dijo el Ayuntamiento, después de que se detectaran —“solo en el patio”— concentraciones de plomo en niveles superiores a 5.000 microgramos de plomo por metro cuadrado, medida que activa los avisos de precaución. Durante el cierre, se procederá a la “limpieza profunda” de los patios de las escuelas.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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