Daniel Casares presenta ‘Concierto de Aranjuez’ en Noches del Botánico
El guitarrista flamenco sucede a Jane Birkin en el escenario para celebrar el 80 aniversario de la obra
La misión del Apollo 11 llevó la partitura del Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, hasta la Luna. La anécdota da cuenta de la relevancia de esta composición, no solo para el cancionero español, sino como obra maestra universal. Desde entonces han pasado 50 años, 80 desde que se creó y 20 desde la muerte de su compositor. El guitarrista flamenco Daniel Casares celebra estas efemérides con una interpretación del clásico con la que ha girado por diferentes escenarios. Este miércoles lo presenta en Noches del Botánico, acompañado de la Orquesta Sinfónica de Mujeres de Madrid, que actuará antes con la cantante Jane Birkin.
“Concierto de Aranjuez es una obra muy exigente guitarrísticamente hablando, pero me encanta tener esa sensación de responsabilidad”, reconoce el músico. La pieza habla un lenguaje muy diferente del de su guitarra y, sin embargo, encuentra muchos puntos en común que le hacen estar “completamente seguro" de que el maestro Rodrigo pensó en el flamenco mientras la creaba. “Es evidente en algunos fragmentos la cadencia y la forma de pulsar que tiene la guitarra, iba buscando esa intencionalidad”, argumenta.
A pesar de trabajar este concierto con el nivel de requerimientos artísticos “al máximo”, Casares lo afronta sin temor, porque, dice, “la música quiere ser tocada”, no permanecer inerte en la partitura. Sostiene que “deberíamos replantearnos" el miedo a encarar las obras clásicas porque no es la música la que juzga, sino la gente. "Los músicos lo que temen es la crítica de otras personas, pero el error es humano", defiende. Así que, como "disfrutón" que es, se "pone las pilas" para encarar la complejidad de esta actuación y poder así compartir el goce con su público.
El que se va a encontrar en Noches del Botánico será un poco diferente del que suele acudir a sus espectáculos. El festival madrileño se celebra en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII, ubicado en la Universidad Complutense, con una programación muy variada que va desde el indie al jazz, pasando por el pop. Casares lo considera una “oportunidad maravillosa” para acercar dos mundos como el musical y el estudiantil, que no se unen tanto como deberían. “Es triste que los niños y jóvenes no tengan una base de formación musical, como pueden tenerla de cualquier otra asignatura, aunque después elijan hacer una cosa muy diferente”, considera.
El guitarrista defiende su instrumento como un símbolo de identidad y origen cultural muy desconocido por la falta de formación académica. Acostumbrado a tocar en recintos internacionales, como en el Royal Albert Hall de Londres, lamenta que mientras en el extranjero la guitarra representa a España y se la reconoce con llenos en los teatros, en el país ocupa un segundo lugar: “Tenemos que trabajar para darle el valor que tiene desde los propios festivales y teatros”.
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