La Fiscalía de París desconoce la causa del incendio de Notre Dame 72 días después de que ocurriese
El ministerio público, que descarta la intención criminal, cierra su investigación y baraja como orígenes posibles del fuego una negligencia y un fallo eléctrico
Salvo que, como se sospechó desde un principio, no hubo intención criminal, poco más se sabe del incendio que destruyó una buena parte de la cubierta de Notre Dame, a pesar de que han pasado más de dos meses desde la catástrofe que casi acaba con la emblemática catedral gótica de París. Tras más de 70 días de pesquisas, un expediente de 1.125 folios, un centenar de interrogatorios y “numerosas constataciones”, la Fiscalía de París ha cerrado la investigación preliminar casi con las mismas preguntas que con las que la abrió poco después de la catástrofe del 15 de abril. “Las investigaciones realizadas no permiten, hoy por hoy, determinar las causas del incendio”, dijo en un comunicado el fiscal de París, Rémy Heitz.
Cierto es, continúa, que de entre las hipótesis más valoradas por los investigadores figuran, tal como avanzaran algunos medios franceses pocos días después del incendio, la posibilidad de que el fuego se iniciara bien por un “fallo en el sistema eléctrico” o por “un cigarrillo mal apagado”. Sin embargo, subraya Heitz, por el momento “no es posible privilegiar ninguna” de estas pistas.
Una semana después del incendio, el semanario satírico Le Canard Enchaîné reveló que los investigadores habían hallado siete colillas cerca de los restos del andamiaje que había sido instalado para las obras de rehabilitación de la catedral. Poco después, un portavoz de la empresa que montó dichos andamios confirmó que algunos de los trabajadores habían “violado la prohibición de fumar de vez en cuando”, aunque descartó que un cigarrillo pudiera haber provocado un fuego de tal magnitud. La publicación también hablaba ya a finales de abril de la posibilidad de un “cortocircuito” como otra de las pistas que se seguían, ya que había cables por el entrevigado para hacer tañer las campanas de la catedral pese a que estaba también prohibido debido a que la cubierta —que quedó destruida— estaba hecha íntegramente de madera centenaria.
Las autoridades eclesiásticas también han admitido algunos errores humanos que hicieron que se descubriera más tarde el origen del fuego: el vigilante encargado del sistema de seguridad estaba haciendo un doble turno porque no se presentó su reemplazo. Además, era nuevo y no supo identificar bien los códigos de la alarma, por lo que no se localizó rápidamente el foco del incendio, que provocó la evacuación de la catedral pasadas las 18.00 de la tarde de ese lunes de Pascua, cuando se estaba celebrando una misa.
Los bomberos —más de 400 acabarían trabajando hasta altas horas de la madrugada— llegaron poco antes de las 19.00, pero para entonces el fuego ya se había extendido por casi toda la cubierta, cuyo hundimiento acabaría provocando, además de la desaparición de la aguja de la catedral y agujeros en la bóveda, numerosos desperfectos en la nave. A mediados de junio, el ministro de Cultura, Franck Riester, advirtió de que Notre Dame sigue en un “estado frágil” y que aún no se podía descartar un eventual derrumbe. Pese a ello, el arzobispo de París, Michel Aupetit, celebró una misa reducida y en medio de fuertes medidas de precaución, como el uso obligatorio de cascos de obra, en una capilla lateral de la catedral el 15 de junio.
En vista de la falta de conclusiones, la fiscalía ha anunciado el inicio de “nuevas investigaciones más profundas” en el marco de una nueva información judicial que se acaba de abrir por “degradaciones involuntarias en un incendio por violación manifiestamente deliberada de las obligaciones de prudencia o seguridad impuestas por la ley o el reglamento”. La investigación estará en manos de tres jueces instructores y está abierta contra "X", fórmula que en la normativa francesa designa a un supuesto culpable cuya identidad se desconoce.
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