El verdadero juego de tronos empieza ahora: en busca del siguiente fenómeno
Las series de mayor repercusión han tenido siempre imitadores, pero nunca acaban por ser igualadas
Se va a intentar, pero parece imposible que se repita un fenómeno televisivo como el de Juego de tronos: calidad, éxito, gran incidencia en la cultura popular y, en general, buenas críticas. La historia de la televisión acumula muertos en su armario de ficciones que trataron de seguir la estela o incluso imitar una serie-fenomeno. Y con la de HBO parece improbable que se consiga.
Perdidos (Lost), Twin Peaks, Expediente X. Las tres, hitos televisivos de la televisión en abierto, han tenido hijos no reconocidos de diferentes formas. Y ninguno consiguió salir adelante con solvencia, no ya igualar el original. Incluso con Mad Men se trató de seguir el espíritu de los años sesenta y setenta con la fallida Pan Am. En las comedias de situación sí que parece haber siempre una que lidera como fenómeno como lo han hecho Cheers, Friends, Cómo conocí a vuestra madre, Modern family (cerca de su final) y la recién terminada The Big Bang Theory, que el pasado jueves cerró 12 temporadas de audiencias millonarias. ¿Surgirá otra que ocupe el puesto de las dos últimas?
David Lynch sorprendió a principios de los años noventa con la primera entrega de Twin Peaks (1990-1991). Lo hizo entonces en una cadena generalista (ABC) con una mezcla de misterio, humor y surrealismo que enganchó semana a semana a la audiencia para conocer quién había matado a Laura Palmer, aunque esto fuera lo de menos para el creador. Le siguieron de forma obvia Picket Fences (1992-1996) y Wild Palms (1993, creada por Oliver Stone) a los pocos meses. Y de una forma sutil y reciente, Wayward Pines (2015) o Riverdale (2017-actualidad).
Entre 2004 y 2010 Perdidos también hizo que los espectadores comentaran cada semana el avance de los misterios de la serie, algo que en Juego de tronos se ha multiplicado por mil gracias a las redes sociales. Las tramas llenas de misterios imposibles que cada temporada acumulaba para su mitología fueron, han sido y seguirán siendo copiadas desde entonces, pero lo que más se intentó prolongar fue la narración de esos enigmas con flashbacks, en especial en series como Flashforward (2009-2010), The Event (2010) y Manifest (2018-actualidad). Esta última comienza también con un misterioso vuelo de avión.
Compartir al día siguiente de su emisión semanal el episodio, las teorías, las quejas o las alabanzas a este o aquel giro y decisiones de los personajes es algo cada vez más infrecuente. Si Juego de tronos es o no la última serie que los espectadores disfrutarán de una manera semanal, global en pleno auge de las plataformas digitales y su oferta del ‘todo, aquí y ahora’ está por ver. ¿Qué hubiese pasado si Twin Peaks o Perdidos hubiesen sido fenómenos en tiempos del Twitter más efervescente? Repetir un Juego de tronos así se tercia imposible. Por un lado, por la complejidad de su producción, rodada en varios países, con un vasto reparto y el monumental presupuesto por capítulo con el que ha contado. Por otro, por su temática de fantasía, un género con seguidores muy fieles pero que hasta ahora no ha sido mayoritario. Y ahí es donde los rivales quieren hincar el diente en un trofeo que igual está ya gastado.
One Ring to rule them all, One Ring to find them, One Ring to bring them all, and in the darkness bind them, In the Land of Mordor where the Shadows lie. #LOTRonPrime pic.twitter.com/7TuQh7gRPD
— The Lord of the Rings on Prime (@LOTRonPrime) March 7, 2019
Amazon es la que ha dejado más claro que quiere a toda costa tomar el testigo y obrar otro milagro televisivo, no sin riesgo. Y su envite tiene cuatro cabezas, basándose, como hizo HBO para Juego de tronos, en literatura consagrada en una legión de fans. Compró los derechos de El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien, por 250 millones de dólares (223 millones de euros) y planea invertir en crear varias series ambientadas en la Tierra Media mil millones de dólares, según medios especializados. Y lo tiene que hacer de forma inminente ya que en el contrato por los derechos se comprometió a comenzar al menos un proyecto en el plazo de dos años, según The Hollywood Reporter, periodo que se cumplirá a finales de 2019. La primera serie estará ambientada en una edad anterior a lo acontecido en la trilogía original.
La plataforma de Jeff Bezos también se ha hecho con los derechos de la saga medieval de fantasía La rueda del tiempo, de Robert Jordan, que cuenta con una quincena de novelas y cuya producción comenzará después del verano. La rueda del tiempo, Canción de hielo y fuego y, por lo tanto, Juego de tronos, le debe mucho a El señor de los anillos, obra favorita de Martin, según ha reconocido el escritor más de una vez. Y por asegurar, Amazon prepara también una ficción de la saga fantástica de Stephen King La torre oscura, pese al descalabro de la reciente entrega cinematográfica. El maestro del terror también reconoce en el prólogo del primer tomo de su saga en la que la autorreferencia a su obra es constante, que el universo de Tolkien fue su máxima inspiración, así como la película El bueno, el feo y el malo. Por último, más en el ámbito de la ciencia ficción que en el de la fantasía, Amazon se ha hecho por mil milones de dólares con los derechos de la trilogía El problema de los tres cuerpos, del escritor chino Cixin Liu.
Netflix por su parte contraatacará con otro clásico británico, los siete libros de Las crónicas de Narnia, de C. S. Lewis y la adaptación de los siete libros de la saga de Geralt de Rivia, del superventas polaco de fantasía Andrzej Sapkowski. También tiene en proyecto la adaptación de Cursed, la novela ilustrada de Frank Miller y Tom Wheeler que reimagina los mitos artúricos. Otros libros de fantasía de los que hay proyectos televisivos son Gormenghast, el clásico británico que transcurre en un castillo gótico y que tendrá guion de Neil Gaiman; The Ruin of Kings, de Jenn Lyons y una serie precuela a la saga Crónica del asesino de reyes, la trilogía literaria de Patrick Rothfuss que comenzó con El nombre del viento y que, como Canción de hielo y fuego, tiene a los seguidores esperando la publicación del próximo tomo desde hace años.
Falta que alguien consiga los derechos de la saga Añoranzas y Pesares, de Tad Williams, publicada antes que el primer tomo de Juego de tronos (El trono de huesos de dragón vio la luz en 1988, ocho años antes que el inicio de Canción de hielo y fuego). Martin le debe tanto a esta trilogía como a Tolkien. El verdadero juego de tronos empieza ahora: la búsqueda del siguiente fenómeno. Y ya se lo avisó Cersei Lannister a Ned Stark: "en el juego de tronos, o ganas o mueres".
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