De cazadores a agricultores de la imagen
SCAN, el festival internacional de Tarragona, reflexiona en torno a las nuevas fronteras de la fotografía y se consolida como plataforma para creadores noveles
“Uno de los grandes cambios de la fotografía en las últimas décadas está relacionado con la renuncia a lo documental. Los autores trabajan ahora no como cazadores del instante, como ocurría en el siglo XX, sino como pacientes agricultores que a partir de una imagen tomada, de un archivo digital de Internet o de cualquier otra fuente, construyen un discurso con códigos inéditos”. Esta idea es el punto del que ha partido Sema D’Acosta en Thinking About [Photography], la muestra central del Festival Internacional de Fotografía de Tarragona, que reúne a 15 creadores que están empeñados en alterar esas reglas del pasado y crear otras más acordes al presente. La exposición, con mayoría de artistas femeninas (11), ocupa el Tinglado 2, una de las naves industriales decimonónicas del Puerto de Tarragona.
El festival, con actividades en 18 espacios hasta el 9 de diciembre, se ha convertido también en punto de encuentro entre creadores noveles, programadores, comisarios, editores y directores de museos gracias a Full Contact, una jornada profesional que este viernes y este sábado reunió a 21 fotógrafos de nueve países con 51 agentes del mundo del arte en una especie de vis a vis en el Tinglado 1, en el que todos los convocados departieron durante ocho horas. Eso sí, con parada técnica para el almuerzo -un arroz negro con alioli que cocinaron a las puertas de la nave- para que el personal pueda “relacionarse de forma más lúdica”, apuntó Jesús Villamajó, director de SCAN y comisario de Full Contact.
“Pretendemos establecer relaciones entre los artistas y los agentes culturales, crear una dimensión muy libre de la que surjan colaboraciones, proyectos, exposiciones…”, añade el director, quien no tiene contabilizados los resultados de esos encuentros que se organizan desde 2012 porque SCAN es bienal desde ese año y la oficina se disuelve cuando finaliza la edición. La cita, costeada por el Ayuntamiento de la ciudad y la Generalitat de Cataluña, nació con un presupuesto de 500.000 euros, cantidad que ha ido menguando con la crisis y este año han sido 110.000. “A pesar de ello, SCAN se ha convertido en una referencia en Europa, una cita en la que ocurren cosas. Es un festival activo”, asegura Villamajó.
La directora de la Galerie 127 de Marraquech (Marruecos), Nathalie Locatelli; el director de la Maison de la Photographie y del Festival Transphotographiques en Lille (Francia), Olivier Spillebout; el especialista en fotolibros Gonzalo Golpe o la comisaria y exdirectora del centro de arte La Panera (Lleida), Glòria Picazo, son algunos de 51 profesionales que se entrevistaron este viernes con artistas como los catalanes David Mocha y Dani Pujalte, la italiana Sara Palmieri o el polaco Hubert Humka.
“SCAN es un festival fresco, absolutamente permeable entre los artistas y los gestores. Desde el principio nos hemos planteado ayudar, comprender, mirar y escuchar a los fotógrafos. Justo lo contrario de lo que ocurre en otras citas de este tipo en las que cada comisario o galerista tiene una cola de artistas que quieren mostrarle su trabajo. Aquí los artistas están sentados cómodamente y son los gestores los que esperan porque nos ocupamos de que haya muchos más”, explicó Chantal Grande, directora artística de SCAN y presidenta de la Fundación Forum de Fotografía Contemporánea.
“La fotografía, al igual que la religión, las naciones o el dinero, es una ficción colectiva. Su existencia es una cuestión de fe y credibilidad, un acuerdo entre personas que aceptan convivir en sociedad confiando en el sistema y estableciendo unas reglas tácitas que se sobrentienden en los quehaceres cotidianos”, afirma Sema D’Acosta, quien para celebrar los 10 años de la cita ha incrementado el número de artistas en la sección Talent Latent (son 15 en lugar de 10) que han realizado proyectos específicos para Thinking About [Photography]. La exposición es una profunda reflexión en torno al género y a lo que significa liberarse del lastre documental. A la muestra, dividida en tres espacios de pensamiento con cinco artistas en cada sección, le acompaña un libro.
“Lo fotográfico no está tanto en lo que vemos como en lo que somos capaces de reconocer e identificar. No es algo físico ni objetual, más bien se podría decir que está vinculado a la formación visual de cada uno y su capacidad para establecer asociaciones mentales. Para trabajar en profundidad con las imágenes hoy se necesita madurez y preparación”, argumenta el comisario sevillano, convencido de que “es más importante la cabeza que el ojo”.
En su propuesta, en las obras de Esther Morcillo (Huelva, 1971), Vanja Bucan (Nova Gorica, Eslovenia, 1973) o de Anabel Maldonado (Almería, 1990) “la superficie se ha rebelado contra el contenido”. Mientras que las de Martínez Bellido (Cádiz, 1992), Cecilia de Val (Zaragoza, 1975) o Diego Díez (Barcelona, 1994) –con su poética serie 4’33”, al igual que el título de la famosa composición de John Cage- acaban con la frontera entre lo público y lo privado. Por último, la revisión de los cánones occidentales impuestos por las colonias en los siglos XIX y XX aparece en las imágenes de Sonia Espigares (Sevilla, 1987), Ana Linhares (Oporto, 1990) o Leila Alaoui (París, 1982-Uadagudú, Burkina Faso, 2016), artista marroquí autora de una serie de retratos que ahondan en la identidad de su país y que falleció durante un atentado terrorista mientras cumplía un encargo de Amnistía Internacional.
Vis a vis
“Después de hablar con varios artistas, me siento frustrado por no poder hacer una exposición cada semana”, afirmó este viernes Olivier Spillebout después de las primeras tres horas en Full Contact en las que tuvo la oportunidad de ver el trabajo de seis artistas y departir con ellos. Spillebout, director de la Maison de la Photographie de Lille, acude por primera vez a esta sección de SCAN y quedó “impresionado” por el nivel intelectual de los proyectos en los que “la fotografía no es el fin en sí misma; sino un soporte para expresar sus ideas”.
Para Rafael Levenfeld, director del Museo Universidad de Navarra (MUM) y asiduo al SCAN, esta iniciativa es única. “Aquí hay más gente interesada en ver proyectos que en enseñarlos, algo totalmente inusual en otros festivales”, precisó Levenfeld, quien fruto de estos encuentros ha organizado ya dos exposiciones en el MUM, una del argentino Fernando Maselli y otra del zaragozano Iñaki Bergera.
Babelia
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