París encuentra por fin ubicación para la polémica escultura de Jeff Koons
La capital francesa instalará junto al Petit Palais la obra regalada por el estadounidense, con la que las autoridades no sabían qué hacer
Después de dos años de polémica, París ha terminado encontrando un hueco para Bouquet of Tulips, la escultura regalada por el artista Jeff Koons en homenaje a las 130 víctimas de los atentados de noviembre de 2015. La obra, una mano sosteniendo un ramo de globos de colores en forma de tulipán, de unos 11 metros de altura, será instalada en los jardines que rodean el Petit Palais de la capital francesa, confirmó el viernes el concejal de Cultura del Ayuntamiento de París, Christophe Girard.
Koons viajó el jueves a París para desbloquear la situación y elegir un lugar para colocar su obra, entre tres opciones propuestas por el Ayuntamiento de la capital. Terminó escogiendo los alrededores del Petit Palais, palacete construido para la Exposición Universal de 1900 y pegado a los Campos Elíseos y a la Embajada estadounidense, que actualmente alberga un museo de arte de titularidad municipal. Lo prefirió a los otros dos emplazamientos. Uno de ellos se encontraba en el noroeste de la capital –según Le Monde, se trataría de la Plaza de Estados Unidos, demasiado periférica para el artista– y otro en el distrito 11 de la capital francesa, tal vez junto a la sala Bataclan, uno de los puntos afectados por los atentados de 2015.
La fecha de instalación no está cerrada, pero sí el acuerdo entre Koons y las autoridades francesas. La obra lleva meses en el almacén alemán donde fue fabricada, a la espera de que se tomase una decisión sobre su ubicación. El artista regaló la escultura, pero a condición de escoger su emplazamiento. De entrada, optó un lugar de excepción: el patio descubierto situado entre el Museo de Arte Moderno y el Palais de Tokyo, especializado en el arte contemporáneo, a dos pasos del Sena y con vistas espectaculares de la Torre Eiffel. Pero tanto el Ayuntamiento de París como el Ministerio de Cultura francés pusieron pegas, aludiendo a “riesgos técnicos” y “patrimoniales”. Un informe encargado por la ministra de Cultura, Françoise Nyssen, había señalado la fragilidad de los cimientos del lugar, que podrían no sostener la obra, que pesa 33 toneladas.
Este incómodo regalo también contó con el rechazo de buena parte del mundo de la cultura en Francia, al que no convence ni su estética ni sus intenciones. Una petición firmada por personalidades como el cineasta Olivier Assayas, el artista Christian Boltanski, el teórico Nicolas Bourriaud o el arquitecto Dominique Perrault exigió durante el pasado invierno que la escultura no se instalase. “Nos gustan los regalos cuando son gratis y sin condiciones”, decía su tribuna, considerando que Bouquet of Tulips era “un emblema de un arte industrial, espectacular y especulativo”. Además, un sondeo realizado por la publicación especializada Le Quotidien de l’Art entre más de 600 profesionales franceses de la cultura tuvo un resultado categórico: el 98% rechazó la obra. Entre otros motivos, porque el artista regaló la obra, pero no su producción e instalación, estimadas en 3,5 millones de euros. Una cantidad sufragada por la iniciativa privada, aunque las actividades de mecenazgo estén ampliamente desgravadas, por lo que parte de los costes recaerá en el contribuyente.
Según la galerista parisiense de Koons, Emmanuelle de Noirmont, Koons se marchó el viernes de París “con una gran sonrisa en los labios”. “Se había visto muy afectado por todas las controversias, que daban una idea falsa sobre sus intenciones, que yo diría que eran puras, generosas y en apoyo al pueblo francés y a Francia, porque Jeff ha estado enamorado de Francia durante mucho tiempo”, expresó De Noirmont a la web Artnet.
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