La larga historia de los asesinatos en el rap norteamericano
XXXTentacion y Jimmy Wopo son los dos últimos nombres de una lista de más de 60 raperos asesinados en Estados Unidos
En su éxito This Is America, lanzado el pasado mes de mayo, el rapero estadounidense Childish Gambino realizó una aguda crítica hacia la política de armas de los Estados Unidos, reflexionando acerca de cómo afecta al colectivo afroamericano. Apenas un mes después, los raperos XXXTentacion y Jimmy Wopo han sido asesinados el mismo día, tras sendos tiroteos. Los dos músicos, de 20 y 21 años respectivamente, se unen a una extensa lista de nombres que, desde la década de los 90, han ido dejando huérfano al mundo del rap estadounidense.
La cifra total de raperos asesinados es difícil de establecer, pero una investigación de la revista especializada en hip-hop XXL, actualizada en diciembre de 2017, estimó que, hasta esa fecha, se contabilizaban un total de 63 casos. El primero se remonta a 1987, cuando Scott La Rock, dj del grupo Boogie Down Productions, recibió un disparo en el cuello en el South Bronx cuando apenas contaba con 25 años.
De ahí en adelante, la nómina comenzó a engrosarse con velocidad. El 30 de noviembre de 1995 fue asesinado Stretch, miembro del grupo Live Squad y amigo íntimo de Tupac Shakur, tras recibir varios disparos desde un coche en movimiento. Investigaciones posteriores apuntaron a que su muerte se debió a un ajuste de cuentas, después de que robase 10 kilos de cocaína a un traficante. En los dos años siguientes se produjeron las dos muertes más célebres de la historia del rap: la del propio Tupac y la de The Notorious B.I.G., ambos en la cima de sus carreras, a los 25 y 24 años, respectivamente. Los dos murieron a causa de los disparos efectuados desde otro coche.
Otro de los asesinatos más célebres de los años 90 en el mundo del rap fue el de Big L, seudónimo de Lamont Coleman, uno de los referentes de la técnica freestyle. Coleman murió en su barrio natal, en Harlem, tras recibir un disparo de un desconocido en medio de un tiroteo. Ya en 2002, Jam Master Jay, dj y cofundador de la banda de hip-hop Run-DMC, falleció de un disparo en la cabeza mientras se encontraba en un estudio de grabación en Queens, lo que supuso el final de la trayectoria de su grupo.
Un año después, el rapero de Nueva Orleans Soulja Slim fue asesinado a los 26 años en el jardín de la casa de su madre, en el barrio de Gentilly, tras recibir tres disparos en la cara y otro en el pecho. Y en 2004, el rapero Mac Dre, fundador del sello discográfico Thizz Entertainment, también fue asesinado por un desconocido que le disparó en el cuello cuando salía en una furgoneta de una de sus actuaciones.
Uno de los asesinatos más dramáticos en el mundo del rap en el siglo XXI fue el de Proof, amigo íntimo de la infancia de Eminem y uno de los impulsores de la escena del hip-hop en Detroit a principios de siglo. Falleció en un tiroteo en un club de su ciudad natal, originado tras una disputa en torno a una partida de billar. Sobre la muerte de su amigo, Eminem dijo: "No sabes por dónde empezar cuando pierdes a alguien que ha sido una parte tan importante de tu vida durante tanto tiempo. Proof y yo éramos hermanos".
Uno de los últimos raperos que entró en esa lista que hoy ha sumado dos miembros más a sus filas fue Chinx, seudónimo de Lionel Pickens, quien fue hallado muerto en el interior de su coche con heridas de bala en el distrito neoyorquino de Queens, el 17 de mayo de 2015. Una larga historia de la que, hasta la fecha, XXXTentacion y Jimmy Wopo son el último capítulo. Una historia cuyos protagonistas comparten, en la mayoría de los casos, orígenes pobres y vínculos tempranos con la delincuencia. Unos artistas que nacen y viven (y, en muchos casos, mueren) en esos lugares a los que el rapero de Compton Kendrick Lamar se refiere cuando canta, en Humble: "recuerdo sándwiches de sirope / y subsidios por crímenes".
Babelia
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