Dos islas en el tiempo
La película juega bien la carta de la doble metáfora, la de una persona suspendida en el espacio y en el tiempo, y la de una isla y sus ideales
SERGIO & SERGUÉI
Dirección: Ernesto Daranas.
Intérpretes: Tomás Cao, Héctor Noas, Ron Perlman, Camila Arteche.
Género: comedia. Cuba, 2017.
Duración: 93 minutos.
En medio del espacio, un astronauta suspendido en una de las torres externas de la estación MIR arranca de su base una bandera soviética, que queda abandonada en medio de la nada. Es la imagen simbólica de la desaparición de la URSS, y también de la simpática coproducción entre Cuba, España y Estados Unidos Sergio & Serguéi, inspirada en la figura real del cosmonauta e ingeniero Serguéi Krikaliov, que vivió en 1991 el derrumbe del antiguo sistema de su país desde las más altas cotas.
Triángulo de amistad tras las ondas de la radio entre el histórico cosmonauta, un profesor cubano de marxismo y un enigmático estadounidense, la película juega bien la carta de la doble metáfora. La de una persona suspendida en el espacio y en el tiempo, a la que es complicado bajar a la superficie porque es la última preocupación de un país que se desintegra, y la de una isla y sus ideales, representados en un personaje que da clases teóricas en la universidad mientras juega a un soterrado capitalismo práctico. Porque, en realidad, son dos islas en el tiempo, allí donde se separan las tesis del discurso final, y los ideales teóricos de su práctica cotidiana.
En su cuarto largometraje, y segundo estrenado en los cines españoles tras la muy bien recibida por la crítica Conducta (2014), Ernesto Daranas aplica un notable empaque formal y una calma, tanto en la puesta en escena como en las interpretaciones, que llevan a su película a un estado de paradójico sosiego en medio de la revolución. Y aunque el punto de vista de la narración, llevado por la pequeña hija del cubano desde un futuro contemporáneo, quizá no sea el más convincente, Sergio & Serguéi, que fluye bien entre la comedia del absurdo, el drama existencial y la fábula onírica, mantiene siempre un atractivo hechizo de doble hoja.
“No hay dinero ni para el papel de las revistas de la facultad”, le dicen a uno, mientras el otro aguarda con impaciencia que haya dinero para poder bajarlo del espacio. Son las dificultades políticas, sociales y personales de dos hombres que deben lidiar con el sistema que representan, y que en ambos casos quizá se hallara cerca de las nubes.
Babelia
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